TRAS ASUMIR LA LEY DE PLAZOS

El PP se vuelve a enredar con el aborto: "Ningún exdirigente nos va a marcar la posición"

Génova escapa de las críticas de los exministros más conservadores e insiste: "No somos Vox. En el PP hay muchas sensibilidades y tenemos que ser capaces de llegar a todas"

Feijóo este lunes acudiendo a la capilla ardiente de Carlos Saura.

Feijóo este lunes acudiendo a la capilla ardiente de Carlos Saura. / Alberto Ortega

Paloma Esteban

No es un tema fácil ni cómodo para el PP, pero Alberto Núñez Feijóo quiso pasar página la semana pasada cuando, de forma contundente, expresó: “Una ley de plazos bien construida es una ley correcta en términos generales”. El líder conservador recalcó que existen muchas “sensibilidades” en torno a ese asunto porque tiene “aristas morales, éticas, religiosas o filosóficas”. Pero también quiso marcar la posición justo cuando se confirmaba la sentencia del Tribunal Constitucional que avalaba la ley de José Luis Rodríguez Zapatero 13 años después.

El PP recurrió aquella ley en 2010, pero no cambió los avances de la norma cuando gobernó Mariano Rajoy con mayoría absoluta: tan sólo tocó lo relativo al consentimiento de los padres cuando menores de 16 y 17 años decidieran abortar, que es exactamente lo mismo que sigue defendiendo Feijóo ahora.

Las diferencias dentro del partido se llevaron por delante a Alberto Ruiz-Gallardón, que dimitió como ministro de Justicia al ser incapaz de sacar adelante su ley. El PP entendía que España ya había cambiado en 2014. Y en 2023 el cambio es mucho más profundo. Aun así, no es un asunto sencillo para los conservadores. Prueba de ello es el enredo en el que se han visto envueltos de nuevo cuando algunos referentes del ala dura del partido como Jorge Fernández Díaz o Jaime Mayor Oreja pedían una “reflexión” después de asumir la ley de plazos. En Génova, sin embargo, se mantienen firmes: “No nos van a marcar la agenda ni la posición exdirigentes”, zanjan.

El único problema no son referentes del pasado o de un ala dura debilitada. Algunas comunidades autónomas como Navarra también son más sensibles al debate y en el propio PP son conscientes de que no se pueden dirigir con el mismo mensaje en un territorio u otro, o que algunas bolsas de votantes son bastante más sensibles que otras. Dirigentes autonómicos así lo acreditan a este diario y reconocen que desde el pasado viernes han tenido que hacer pedagogía. También en Génova lo asumen: “Esto no es Vox. Y tenemos que ser capaces de que nos vote gente que está a favor del aborto y gente a la que le cuesta más la posición de la ley de plazos”.

El exministro del Interior de Mariano Rajoy, de sobra conocido por sus fuertes posiciones provida, dedicó una dura tribuna en ‘La Razón’ al líder del PP: “Esa posición política genera problemas de conciencia –entre otros– a no pocos de sus votantes católicos que, sin duda, esperan un cambio político en España y no una mera sustitución en La Moncloa limitada a corregir la deteriorada situación económica”, decía. Justo antes, el obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munillahabía llamado a Feijóo “traidor”.

Y el portavoz electoral del PP, Borja Sémperfue incapaz de pronunciar que el aborto es un derecho. Fuentes de la cúpula conservadora trataban de restar importancia a los vaivenes: “La posición es la misma. El aborto no es un derecho fundamental, pero entendemos que en el momento actual la regulación del aborto con un sistema de plazos es el que tiene que ser”.

El enredo es evidente: los populares asumen ahora la ley aprobada por Zapatero por la que, de facto, defienden el derecho de las mujeres a interrumpir su embarazo en las primeras 14 semanas de gestación sin explicar los motivos, pero, al mismo tiempo, evitan pronunciar la palabra “derecho”.

La posición oficial del partido, la que consta en su ponencia política, es la de 2017. El partido no ha vuelto a celebrar un debate ideológico desde aquel congreso, aun con Mariano Rajoy en la presidencia, y nada hace pensar que llegará antes de las próximas elecciones generales. De hecho, Feijóo tiene previsto dejarlo para después.

En ese documento lo que figura es lo siguiente: “El Partido Popular está firmemente comprometido en la defensa y protección del derecho a la vida. Por eso consideramos que el aborto no debe entenderse como un derecho sino como un fracaso de la sociedad”.