REPORTAJE

Papillas infantiles en Guinea, huertos en Níger: España redobla su ayuda humanitaria al África Occidental

Nuestro país multiplicará por tres la ayuda a Níger y retomará la cooperación con Guinea Bissau, estable tras el golpe de Estado del año pasado

José Manuel Albares visita un proyecto de cooperación en Ganguel (Níger).

José Manuel Albares visita un proyecto de cooperación en Ganguel (Níger). / EP

Mario Saavedra

El Palacio de Gobierno de Guinea-Bissau aún conserva los agujeros de bala en los cristales del intento de golpe de Estado del 1 de febrero de 2022. “Los francotiradores golpistas se apostaron en ese edificio que ves enfrente, y desde allí mataron a 11 personas”, explica a El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, un trabajador guineano de la embajada española en el país. Un grupo de militares y paramilitares ocupó el edificio y secuestró en su interior al presidente de la República, Umaro Sissoco Embalo, y a los miembros del Gobierno. La asonada solo duró unas horas, hasta que la guardia presidencial retomó el control y el jefe de Estado salió en rueda de prensa dando por sofocado el golpe.

Casi un año después de aquello, los enormes ventanales dañados todavía no han sido reparados. Un símbolo, quizá casual, de la pobreza que asola a este pequeño país africano, que no tiene casi nada. No tiene buques para luchar contra los narcotraficantes que meten la droga por sus costas, que luego cruzan el Sáhara hasta llegar a España por Algeciras. Tampoco tiene muchas farolas en las calles de su capital, Bissau. Eso hace que resalten de noche todavía más los tubos de neón con los que se ha decorado otro palacio, el presidencial, igual de modesto que la sede del Gobierno; o unos adornos navideños iluminados que aún no se han retirado de las calles del centro.

Guinea-Bissau es una excolonia portuguesa donde aún se habla el idioma de la vieja metrópoli. Tiene dos millones de habitantes y tan solo 750 euros de PIB per cápita (frente a los 30.000 de España). Pero, al menos aparentemente, ha recuperado la estabilidad política. Y eso ha permitido a España tomar la decisión de retomar la ayuda humanitaria al país, que llevaba una década suspendida. Así lo anunció este jueves el ministro de Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, durante una visita a la capital bissauguineana, donde se reunió con el propio presidente y con miembros del Gobierno del país. "Se dan todas las condiciones para que la Cooperación Española vuelva aquí", dijo el jefe de la diplomacia. Ahora, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) debe especificar, junto a las autoridades del país, cuáles son las necesidades concretas a cubrir.

Toda ayuda es literalmente un soplo de vida para el Hospital Nacional Simão Mendes, que da servicios médicos básicos al medio millón de habitantes de Bissau. Dos doctoras guineanas mostraron a la delegación española un lote de papillas infantiles especiales para conseguir recuperar gradualmente a los niños desnutridos, y la pulsera de cartón de colores con la que miden la gravedad del pequeño. Cuanto más se pueda apretar en el brazo del niño, más enfermo está. Rojo es grave; amarillo, mejoría; y verde es que ya está bien, explica en perfecto español una doctora ataviada con una bata con la bandera guineana y la cubana, probablemente el país que la formó. Asegura que el grueso de los niños que ingresan, el 70%, es por desnutrición; y que, de ellos, la mayoría está desnutrido como consecuencia de malformaciones en el nacimiento o por enfermedades heredadas. Muchas de sus madres tienen VIH, explica la sanitaria guineana.

Mujeres de la aldea donde se lleva a cabo un proyecto de cooperación de la AECID de seguridad alimentaria.

Mujeres de la aldea donde se lleva a cabo un proyecto de cooperación de la AECID de seguridad alimentaria. / EP

Tres doctores españoles llevan casi un año en el hospital, ayudando en lo que pueden. Los ha llevado la ONG AIDA para fortalecer el servicio sanitario. “El principal problema es que no tienen especialistas: ni cirujanos, ni pediatras, ni cardiólogos...”, cuenta Ignacio, uno de los médicos, a este diario. La falta de medios es grave, y hacen lo que pueden con lo que tienen. La buena noticia es que el Gobierno del país está canalizando dinero al hospital y eso, más la ayuda internacional, está consiguiendo mejorar algo las condiciones del centro médico.

Un vergel en Niamey

En Ganguel, un pueblo de unos 2.000 habitantes en las afueras de Niamey (Níger), el dinero público español se transforma en tomates rojos y lechugas verdes que agarran en un suelo de tierra anaranjada muy suave al tacto. Es un huerto financiado por la AECID, que forma parte de un proyecto de seguridad alimentaria liderado por la ONG madrileña Conemund. Han levantado un molino, un granero y el propio huerto y han enseñado a los locales (en su mayoría, analfabetos) a procesar la comida para poder vender los excedentes, según explica a este diario Carmen Magariños, directora de Cooperación con África y Asia.

Niamey (Níger), 11 de enero de 2023.- Un grupo de mujeres militares de la Gendarmería de Níger, en la escuela de la Gendarmería donde se lleva a cabo el proyecto GARSI-Sahel, gestionado por la FIIAPP con fondos de la UE y en el que participa la Guardia Civil, que en el caso concreto de Níger lo lidera.

Durante la visita de la delegación española, compuesta por diplomáticos, cooperantes y periodistas, además del ministro, la seguridad en el pequeño poblado es apabullante. Soldados nigerianos apostados en cada una de las posibles entradas del pueblo, con pasamontañas y fusiles. Níger es parte del Sahel Occidental, una zona atormentada por el terrorismo yihadista de las filiales de Al Qaeda y Estado Islámico en la región. 

Este país francófono tiene 25 millones de habitantes y es, como Níger, uno de los Estados más pobres del mundo: 500 euros de PIB per cápita y antepenúltimo en Índice de Desarrollo Humano. Al mismo tiempo, se ha convertido en una base clave de lucha contra el yihadismo islamista en África, que amenaza con tener grandes repercusiones tanto en la zona como en Europa, en forma de migración irregular. José Manuel Albares ha definido al país como un aliado clave y uno de los más democratizados de la zona. Contrasta con la vecina Malí que, tras una serie de golpes de Estado, está echándose en mano de la ayuda de paramilitares rusos Wagner para la lucha antiyihadista. 

España va a triplicar la ayuda a Níger, hasta los 60 millones de euros como mínimo para el período 2023-2027, según el propio Albares. Ha firmado con las autoridades del país un nuevo acuerdo marco de Cooperación, que sustituye al anterior, con dos décadas de antigüedad. Sigue siendo una parte pequeña del total de ayuda internacional al país, que ronda los 1.500 millones de euros.

En total, el dinero destinado a cooperación en los presupuestos de este año es de un mínimo de 100 millones de euros, según el director de la AECID, Antón Leis. De ellos, 10 millones irán a parar al Sahel, seis millones más que en las cuentas de 2022. Financiarán, entre otras cosas, papillas infantiles contra la desnutrición en Guinea Bissau o huertos de subsistencia en Níger.