Barrancos desbordados, calles inundadas, autovías cortadas con miles de conductores atrapados y decenas de personas rescatadas al verse cercadas por el agua mientras se encontraban en sus viviendas, empresas, comercios o en sus vehículos. Las lluvias torrenciales acompañadas de granizo dejaron este sábado un rosario de cuantiosos destrozos n la Comunidad Valenciana, concentrados en las comarcas de l’Horta, el Camp de Túria y el norte de Castellón, y que se tradujeron en 1.718 intervenciones de los cuerpos de seguridad y emergencias. El acumulado máximo de agua superó los 300 litros por metros cuadrados en Xert (Baix Maestrat) y alcanzó un récord en el aeropuerto de Manises. Torrent alcanzó los 220,5 litros y Benaguasil llegó a 149 l/m2.

La tromba de agua puso al límite el municipio de Aldaia, donde el barranco de la Saleta, que atraviesa el casco urbano, se desbordó, anegando por completo varias calles y llevándose todo lo que encontraba a su paso. Por ello, el consistorio pidió la colaboración a las Fuerzas de Seguridad del Estado para que auxiliaran a la población en los distintos incidentes. El alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, describió la situación de "pánico" y "crisis absoluta" a raíz del desbordamiento del barranco.

El desbordamiento provocó inundaciones importantes en otras localidades como Ribarroja, Torrent o Alaquàs, donde el agua rebasó las aceras Las calles también se inundaron a causa del granizo y la lluvia en Llíria o Benaguasil, cuyo acceso al metro quedó inoperativo.

El agua arrastra todo lo que encuentra a su paso en la localidad valenciana de Ribarroja (Valencia)

El agua arrastra todo lo que encuentra a su paso en la localidad valenciana de Ribarroja (Valencia)

Manises pagó las consecuencias del desbordamiento del barranco de la Presa, tras registrar 133 litros por metro cuadrado, según Avamet. El Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia tuvo que desalojar cuatro viviendas en una urbanización de la localidad, muy afectadas por el agua y por riesgo de que la situación se pudiera agravar más adelante. En el municipio se vivió cerca de las 11 de la mañana una granizada que obligó a cortar la carretera que une la población con Ribarroja.

Los bomberos también rescataron a un grupo de seis trabajadores de una empresa de aparatos electrónicos de Quart de Poblet que habían quedado aislados en sus instalaciones, en la calle de la Pinadeta, a causa de las lluvias. El Consorcio Provincial de València participó en más de 60 servicios en las comarcas golpeadas, entre ellos numerosos rescates de personas atrapadas. En Manises, la DANA dejó un panorama desolador, tras derribar muros de casas en las urbanizaciones de La Malla y Monte Mayor, cercanas a la estación de metro de Rosas.

Cortes y retenciones

La acumulación de agua por el episodio de lluvias obligó a cortar un total de cinco carreteras por inundación, entre ellas grandes ejes viarios como la A-3 a la altura de Quart de Poblet y la A-7 en el término de Ribarroja de Túria. Otras tres vías presentaron "problemas generales". Este sábado por la noche, tres vías de circulación de vehículos presentaban incidencias y otras tres seguían cerradas al tráfico tras anegarse, en los municipios de Sant Mateu, la Pobla de Vallbona y l’Eliana. Para poder canalizar el tráfico y aliviar el colapso que durante buena parte del día se vivió en las carreteras se habilitaron desvíos provisionales. El caos afectó al tránsito de varias ambulancias. Hasta bien entrada la tarde no se recuperó cierta normalidad. La red de metro tuvo igualmente dificultades entre la Pobla y Llíria.

El Riu Cérvol se desbordó en Vinaròs en la zona próxima a la N-340 y el pont Romà, que quedó cortado. También fueron rescatadas un grupo de personas sin salida en la ermita dels Àngels de Sant Mateu. En el norte de Castelló, la Guardia Civil rescató a una veintena de personas. Una de sus intervenciones afectó a ocho personas atrapadas en un autobús escolar en un paso inferior en les Alqueries.

"Algún día va a pasar una tragedia en Aldaia"

El alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, mostró su preocupación ante la situación en la que se encuentra el barranco que atraviesa el casco urbano, el que ayer se desbordó. "Aquí hay un problema y lo llevamos diciendo 40 años, hay un proyecto de canalización para aliviar su tensión, y con los fondos europeos es el momento —de ejecutarlo—, pero no acaba de movilizarse", lamentó. "Lo he dicho mil veces, y hasta que no pase una tragedia, que no queremos que pase, no se va a tomar la medida en serio (...), hoy solo son daños materiales pero algún día va a pasar alguna tragedia", zanjó.