Joan Baldoví, exalcalde de Sueca lleva once años en el Congreso. Se marcha para ser candidato a la Generalitat valenciana, tras la imputación de la hasta ahora vicepresidenta, Mónica Oltra. Algunos opinan que tiene cara de buen chico. Lo cierto es que se lleva bien con todos los grupos. Es un diputado peleón y sin pelos en la lengua.

Para ser un solo diputado por Compromís ha dado mucha guerra en estos once años de escaño.

He trabajado mucho y me he estrujado mucho el cerebro para sacar mucho con poco. Es la ley de los pobres. Aprendes a moverte en esta selva y a decir las cosas de la forma en que puedan tener más impacto. Yo me fijo mucho en el fondo, pero en la forma también. Y luego he tenido, aunque desde hace poco tiempo, un par de entusiastas colaboradores, un asistente y un periodista, que trabajan muy bien.

Vuelve a su tierra para las elecciones autonómicas de mayo. ¿Es usted el Plan B? ¿Va de segundo plato de Mónica Oltra?

Yo creo que en un partido evidentemente hay caras conocidas, pero nadie se tiene que sentir como plan A o plan B. Compromís es un proyecto como cualquier otro con caras que tienen que estar dispuestas a situarse donde más falta hagan. Si hay que trabajar de defensa, de defensa; y si hay que salir a rematar, salgo a rematar.

Parece que, con su temprana autocandidatura, pretende comerse no solo el segundo plato, sino incluso el postre; que le ha cogido gusto al menú.

Jajaja. Pues preguntado por la ministra de Hacienda, a la que he contado que las circunstancias hacen que me tenga que ir, me ha dicho que es lo que tengo que hacer. Me daba consejos que no se aplicó, porque era la mejor candidata en Andalucía y se quedó aquí. Yo estoy muy a gusto, llevo once años aquí, he aprendido, conozco el sitio y tengo una relación excelente con ujieres, camareros, policías y también, evidentemente, con muchísimos diputados.

Se dice experto en paellas. ¿La Generalitat no le parece mucho arroz?

Si no te atreves a hacer una paella de cuatro anses, de cuatro empuñaduras, probablemente serás siempre un mal paellero. Yo siempre he aspirado a lo máximo desde la humildad, y sabiendo que lo principal es el trabajo.

¿Presidir la Generalitat es como ser la fallera mayor de la política valenciana?

Presidir la Generalitat para un valencianista de toda la vida es el honor más grande que me cabría.

Para fallera mayor, ¿le falta algo más que pelo para las trenzas y los rodetes?

He sido fundador de una falla, mantenedor de una falla, he hecho llibrets de falla, he presidido la Junta Local Fallera…

Y también le han quemado como ninot.

Sí, varias veces. Este año, por ejemplo. Uno siempre tiene que aspirar a lo máximo sabiendo desde dónde parte. Y yo lo sé.

¿Podría unirse a Yolanda Díaz? Ella ha dicho que le apoya. Aunque imagino que hasta que no hay un apoyo como el de Donald Trump a Vox uno no es nadie.

[Ríe]. Hombre, el apoyo que me dio Yolanda Díaz para sí lo quisieran muchos. Le di las gracias personalmente. Yolanda me parece que tiene una cosa que en política es muy importante: genera ilusión. Y alrededor de la ilusión hay que saber situarse.

Entrevista a Joan Baldoví diputado de Compromís en la biblioteca del Congreso de los Diputados. DAVID CASTRO

¿Alrededor o al lado?

O al lado. O junto. Emplea la preposición que quieras.

¿De quién ha aprendido más en el Congreso?

De Ana Oramas he aprendido a moverme; de Aitor [Esteban], cómo se construyen discursos bien hechos; de Rufián, la chispa que, en un momento dado, te puede dar mucha notoriedad; de Ferran Bel, la seriedad, el saber estar. Incluso de Mario Garcés, del PP, he aprendido que se puede estar en desacuerdo, pero reconocer la inteligencia y los argumentos bien empleados en un adversario.

De los del Gobierno no ha aprendido nada.

Aprendo también de un ex de Podemos, de Íñigo Errejón. Y del PSOE, me gustaba mucho escuchar a Rubalcaba; Zapatero es como creo que deberían ser lo ex presidentes. No me parece para nada un jarrón chino.

¿Podrá sobrevivir sin ver a Cuca Gamarra o a Abascal?

Pues les escucho atentamente, ¿eh? A Abascal, a Espinosa de los Monteros. Escuchaba con mucha atención a Macarena [Olona], y a Cuca Gamarra también. Siempre se puede aprender algo y sacar lecciones de cómo desmontar a tus adversarios.

Se confiesa friqui de la astronomía. ¿Cómo ve la conjunción planetaria PSOE-Podemos?

Es una conjunción planetaria que se tenía que haber dado antes, pero algún planeta se desvió y quiso pactar con otro planeta llamado Ciudadanos, que en gloria esté. Salió tarde, y eso propició, entre otras cosas, que tengamos en el Congreso a una extrema derecha que no tendría la fuerza que tiene si esa conjunción planetaria se hubiera producido en 2016, con mejores números.

Estará entretenido: entre primarias y candidaturas, en Compromís tienen ahora su propia Guerra de las Galaxias.

Pero es una guerra de muy baja intensidad. Y en Compromís, como en cualquier coalición electoral, acabamos siempre con un final feliz.

¿Ganará la princesa Leila, que está bastante tocada?

Ganan todos. Y la princesa Leila está tocada, pero no por su culpa, sino por los tribunales, y porque algunas fuerzas oscuras han trabajado para ello. Yo espero sinceramente que esto también tenga un final feliz.

Eso se lo dirá a todas.

Jajaja… Eh… Sí.

Vista la situación, ¿se encomienda a la Virgen de los Desamparados?

Yo soy poco creyente. Si tuviera que encomendarme sería a la Virgen de Sales, que es la de mi pueblo. A ella y a los otros patrones, Abdón y Senén. Los tres nos protegen de las tormentas. Y en política las tormentas son muy frecuentes.