El jefe de Policía cesado por vincular inmigración y delincuencia en un acto ultra se encargó durante años de preparar a futuros policías nacionales en la Academia Levantina, empresa propiedad de José Luis Roberto, líder de la formación de extrema derecha España 2000. Así lo ha confirmado el propio Roberto a Levante-EMV, del grupo Prensa Ibérica.

Ahora mismo no es profesor en activo, ya que los cursos son intermitentes en función de la convocatoria de oposiciones. Ricardo Ferris se encargaba de "la parte psicológica y de preparación de la entrevista y de las pruebas que tienen que pasar los policías nacionales en el examen, mientras que las pruebas físicas las hacía cada uno por su cuenta", asegura el propietario de la empresa.

El inspector jefe de la comisaría de Centro de València, Ricardo Ferris, ha sido cesado oficialmente este viernes a las 12 tras participar el pasado 14 de octubre en un acto de Vox en nombre del cuerpo para hablar de inmigración. En la mesa, Ferris afirmó que “la práctica totalidad de la delincuencia de la calle es de inmigrantes ilegales. En las pateras todos te confiesan ser delincuentes y expresidiarios”. También decía que “para mí, inmigración ilegal es igual a delincuencia” o “desde hace cinco años nosotros ya no trabajamos con delincuentes nacionales”.

"El racismo es prejuicio y poder. Y cuando un policía así te para por tu color de piel ejerce el poder de la placa y el uniforme para humillarte"

Mohamed Mboirick - Federación Unión Africana

Estas declaraciones se hicieron públicas a través de los medios de comunicación varios días después y provocaron que fuera expedientado y posteriormente cesado por la Dirección General de la Policía Nacional. Horas después de las declaraciones la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana Pilar Bernabé condenó duramente las palabras de Ferris. "Son absolutamente despreciables, reprochables y, sobre todo, son falsas. No responden a ningún dato real ni objetivo", subrayó.

El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska también ha condenado hoy sus palabras. "Se le releva por la gravedad de la manifestaciones que realizó, que son graves y falsas. Ha infundido bulos que no se corresponden con la realidad y sus afirmaciones tiene un cariz xenófobo, más viniendo de un funcionario público", denuncia el ministro durante una visita a una comisaría de Sevilla.

La realidad es que los datos publicados en el portal estadístico de criminalidad del Ministerio de Interior desmienten todas las afirmaciones vertidas por Ferris. El número de detenidos en total ha caído en diez años un 25 % entre la comunidad extranjera y un 20 % entre la población nacional. Es decir, en porcentaje, los extranjeros delinquen menos que en 2011 y la criminalidad en general ha descendido en la C. Valenciana. 

Argumento de autoridad para vender bulos xenófobos

"Para la ultraderecha lo importante no es qué se dice (y si es verdad o no), sino quién lo dice". La doctora en Ciencias Políticas y experta en movimientos de ultraderecha Anna López asegura que la invitación de Ferris al acto de Vox tenía como objetivo sembrar entre el público y los receptores un argumento de autoridad.

"Es una técnica muy utilizada por Vox porque los datos oficiales no refrendan su discurso. Pero cuando el emisor es un jefe de policía de la ciudad de València la cosa cambia", dice López. Precisamente esta es una de las líneas maestras del discurso ultra "la criminalización de los extranjeros e implantar la idea de que solo los nacionales deberían tener acceso a derechos", cuenta.

Al igual que las autoridades, López denuncia la gravedad de que Ferris participara en nombre del cuerpo en un acto partidista "más aún ultra". Por otra parte, aplaude la celeridad y la "actuación inmediata de la delegada del Gobierno y del Ministerio de Interior reprobando las declaraciones y poniendo encima de la mesa los datos reales, que constatan que la criminalidad es menor, también entre los extranjeros", asegura. Esto -continua- "es importante, porque marca una línea roja y un precedente contundente a la hora de frenar a la extrema derecha. Propagar un mensaje de odio basado en mentiras tiene consecuencias".

Otra de las claves del caso, según López, es que "refleja la altura moral de este partido que es supuestamente católico, pero se dedica a atacar y señalar a las personas más vulnerables, las que llegan en patera jugándose la vida, y utiliza incluso a jefes de policía para justificar su discurso racista".

Para López "hemos avanzado desde que la ultraderecha saltó a la arena política". En su opinión, "unas declaraciones así hace diez años no habrían tenido una respuesta tan rápida y contundente de las autoridades, y eso es de celebrar", asegura.

Las asociaciones de migrantes explotan: "La delincuencia no tiene nacionalidad"

Las palabras del jefe de la comisaría de Centro de València han provocado indignación y rabia entre las asociaciones de personas migrantes, que las consideran racistas. Mohamed Mboirick es portavoz de la Federación Unión Africana de España, y reivindica que "en el vídeo el comisario dice que es un policía de calle, pues yo le invito a que vaya a las seis de la mañana a conocer a los temporeros que esperan una furgoneta que les recoja para ir a cortar naranja".

La Unión Africana no esconde que están "muy indignados" con sus declaraciones. "El racismo es prejuicio y poder. Y cuando un policía así te para por tu color de piel ejerce el poder de la placa y el uniforme para humillarte. Que todavía haya funcionarios públicos con estos prejuicios nos molesta cuando la mayoría de inmigrantes son gente honrada que madruga para trabajar".

Eduardo Béjar, presidente de la Plataforma Intercultural de España, reivindica que "nosotros no vamos a decir qué nacionalidad tiene más delincuencia que la otra, porque los delincuentes no tienen nacionalidad". Por otra parte, denuncia que "el comisario empleó datos falsos para denigrar a la inmigración" y reivindica que "los inmigrantes venimos aquí a trabajar, venimos aquí a sumar, a dar lo mejor de nosotros".

Béjar también reivindica que "este tipo de manifestaciones, acompañadas de la oficialidad que da el cargo, lo único que hacen es poner la vida más difícil a nuestra gente". Y sentencia que "fuimos los inmigrantes los que venimos en la pandemia a trabajar en la recogida de la fruta y la verdura para dar de comer a la sociedad, son las inmigrantes las que cuidaron a los abuelos, salvando vidas, sin poder ellas ver a sus hijos".

Pese a todo, las asociaciones remarcan que "este tipo de personas generan una visibilidad de la policía que no es tal", y aseguran que "las fuerzas del estado están para trabajar dentro de la constitución y de la ley, y no para reprimir a las personas por el origen o por el color de su piel".