El president Pere Aragonès está inmerso en la confección de su nuevo Ejecutivo tras la salida de Junts. Como avanzó este diario, el Consell Executiu será monocolor y estará formado por "expertos" sectoriales para poder aguantar durante toda la legislatura, prevista hasta 2025, si no hay mayores contratiempos.

Según la consellera de Presidència, Laura Vilagrà, la lista de fichajes y la nueva arquitectura de la Generalitat está ya "muy avanzada" aunque no todos los nombres están confirmados. Los consellers de Junts dejan vacantes siete áreas: Acció Exterior, Economia, Polítiques Digitals, Salut, Drets Socials, Justícia y Universitats, pero varias fuentes apuntan que se prevé una nueva configuración que puede incluir fusiones de Departaments.

La previsión con la que se trabaja en Palau es poder cerrar los nombres cuanto antes para que la semana comience con la toma de posesión de los consellers y que el martes ya se puedan presentar en su primera reunión del Govern. En las cábalas suena el nombre de Marc Ramentol para Salut y de Natàlia Mas para Economia, además de los eurodiputados Jordi Solé Diana Riba para Exteriors. Vilagrà se limitó a admitir que "son nombres de primer nivel que tiene Esquerra".

La prioridad es forjar un equipo "fuerte, cohesionado, leal, que haga frente a los retos económicos y sociales", apuntó la consellera, con acuerdos puntuales con los grupos independentistas y los comunes, aunque no cuentan con los morados dentro del Ejecutivo.

Aragonès se sacude así la presión de Junts, ya que el secretario general del partido, Jordi Turull, volvió a insistir en que sus opciones tan solo son dos: cuestión de confianza o elecciones. Su antecesor en la formación, Jordi Sànchez, emplazó a JxCat a "diseñar una nueva estrategia" para lograr la independencia tras asegurar que la ruptura del Govern "acaba con lo que hasta ahora se había identificado como procés". En declaraciones a TV-3, abogó por recuperar cuanto antes la presencia en las instituciones.

Los aliados en espera

En Comú Podem espera que Aragonès se ponga en contacto con ellos y que se arremangue para lograr su plácet si es que pretende atar su apoyo y no quedarse con un espaldarazo de tan solo 33 diputados, los de ERC. La líder Jéssica Albiach defendió en rueda de prensa que es el momento de articular una mayoría progresista, pero advirtió de que pese a exhibir su voluntad de entendimiento, esta no debe interpretarse como un cheque en blanco: "Hay una alternativa al desgobierno que pasa por una mayoría progresista que ya existía el 14-F de 2021 cuando Aragonès decidió mirar hacia otro lado. Interpela al 80%, pero solo cuenta con el 21% de apoyo", espetó, y hurgó en que "el futuro de la legislatura para por la capacidad que tenga el president para articular esa mayoría progresista". "Es una evidencia que se ha quedado solo", remachó.

Los socialistas, por su parte, volvieron a tender la mano al president en favor de la estabilidad en Catalunya en plena crisis por la hiperinflación, y Salvador Illa avisó de que no tiene prisa para ir a las urnas: "No somos amigos de volantazos ni bandazos", recalcó, e insistió en que "construir una alternativa no significa decir no a todo", por lo que seguirá "tendiendo la mano para que Catalunya tenga un presupuesto de país", aunque ERC le rechace y se abra ahora a una prórroga presupuestaria si JxCat no les brinda su apoyo.

PP y Cs, contra el PSC

Los socialistas se convirtieron en el blanco de críticas de Cs y PPC. El líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, cargó contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a cuenta de la crisis catalana y le acusó de aprovecharse de la “descomposición del Govern”, teniendo la mano a favor de la estabilidad, para “apuntalar su legislatura” en el Congreso, a sabiendas que el apoyo de Esquerra es indispensable para poder sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado.

Su homólogo en Catalunya, Alejandro Fernández, sostuvo que el PSC está desaprovechando una “oportunidad histórica” para forzar una convocatoria electoral y construir una mayoría alternativa al independentismo y que, no hacerlo, evidencia de forma “clara” que están “entregados” a Aragonès y actuando como “muleta del separatismo”. En la misma línea, el líder de Cs en Catalunya, Carlos Carrizosa, reprochó a Illa que en vez de intentar su investidura con una moción de censura, opte por lanzar un “flotador” al jefe del Consell Executiu “en sus momentos de más soledad” para salvar un “gobierno acabado”. "Yo no rescato gobierno, yo rescato a Catalunya", replicó Illa.