Andalucía vio partir desde 2019 hasta el primer semestre de este año un total de 2.018 empresasmás de la mitad (1.131) a Madrid, seguida de Cataluña (237) y la Comunidad Valenciana (177). El dato se contrarresta con el número de empresas que hicieron el viaje inverso para instalarse en la comunidad andaluza, donde llegaron en el mismo periodo de tiempo 2.326 empresas desde otras comunidades de España. El saldo final de 308 es positivo a favor de Andalucía.

Los datos, facilitados a este periódico por la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) con el Colegio de Registradores de España como fuente oficial, señalan que la comunidad desde 2019, año en el que comenzó a gobernar PP y Cs en la Junta y cuando comenzó la bajada de impuestos, consigue atraer más empresas de las que pierde pero la razón fiscal no parece estar detrás. Madrid, con un régimen fiscal hasta ahora más laxo, exportó a la comunidad andaluza 1.117 empresas, frente a las 1.131 que se fueron de Andalucía a la capital de España. Las empresas saltan de una región a otra de España en todas las direcciones. Aunque no hay estadísticas de qué tipo de empresas son se presuponen que son pequeñas y medianas porque aquellas que tengan grandes inversiones en su territorio no se andan con mudanzas salvo excepciones, aclaran los expertos. Desde Cataluña se instalaron en la región andaluza 412, frente a las 237 empresas andaluzas que decidieron irse a la comunidad catalana, con un saldo a favor de Andalucía de 175 empresas, algo más que el balance neto respecto a Madrid.

Sin causa efecto

El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, ha logrado esta semana situar el debate fiscal en el primer plano y abrir una pugna fiscal entre las comunidades del PP y el Gobierno, que ha abierto una contraofensiva con un impuesto temporal a las grandes fortunas. Su anuncio de rebajar el IRPF un 4,3% y, sobre todo, su apuesta por suprimir el Impuesto de Patrimonio, en clara competencia con Madrid, la única comunidad que hasta ahora bonificaba al 99% este tributo, se ha justificado con el mensaje de que se atraerán empresas a Andalucía desde otras comunidades y se captará inversión. Entre los expertos hay muchas dudas y pocas certezas de que la supresión del Impuesto de Patrimonio tenga esa causa efecto. Los empresarios sí subrayan que dinamiza la economía y atrae grandes capitales y talento.

Los datos subrayan que la movilidad de empresas entre comunidades de España es común pero el sistema fiscal no es el primer motivo, ni siquiera el principal, para guiar esas mudanzas empresariales. “No se hace una tormenta tirando una piedra al mar”, advierte Manuel Hidalgo, doctor en Economía en la Universidad Pompeu Fabra y profesor de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. “Lo que influye en la territorialización de la actividad económica está por ver, en Madrid hay un efecto capitalidad muy fuerte, mucha más atracción a iguales condiciones impositivas. En esa balanza hay que poner otras cosas. Cuando una empresa hace una inversión fuerte se arraiga al territorio, es inevitable, nadie va a cambiar una fábrica con 50 trabajadores. Se crean vínculos, hay mano de obra preparada, industria auxiliar, se generan sinergias. Para atraer capital de verdad las apuestas deben ser otras. Hay que crear un entorno, un ecosistema, hace falta simplificación administrativa, eliminar burocracia, mejorar el capital humano, dar valor añadido, buenas comunicaciones, conexiones por puertos, aeropuertos, carreteras. En todo esto el sistema fiscal es un elemento muy marginal”, considera.

Los datos demuestran que Madrid es la comunidad de España con un saldo de empresas más positivo a su favor de toda España. De las 18.599 mudanzas de empresas registradas desde 2019, 6.123 se fueron a la capital. El triple de las que, por ejemplo, llegaron a Andalucía. Su dinamismo es mucho mayor.

“Es muy posible que la supresión del impuesto de Patrimonio atraiga a grandes fortunas que vengan por mejoras de tipo impositivo, sí hay ahí una relación causa efecto que no se puede negar. Otra cosa es que esa supresión suponga una diferenciación para Andalucía y sirva para combatir el paro. No veo que sea una cambio significativo como para ser un elemento diferenciador y Andalucía se convierta en destino de inversiones”, sostiene el profesor Hidalgo.

Una petición de la patronal

Desde la patronal andaluza aplauden la nueva bajada de impuestos, la sexta desde que el PP llegó al Gobierno en Andalucía. El secretario general de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Luis Fernández-Palacios, considera que la supresión de Patrimonio permite “ser más competitivos” y “atraer talento” y subraya que era una reivindicación que los empresarios andaluces pusieron sobre la mesa a los partidos políticos durante la última campaña electoral. Coincide con el economista en que una empresa busca todo un ecosistema de poca burocracia, agilidad administrativa, estabilidad, seguridad jurídica pero sí cree que la supresión de Impuestos es “una medida bienintencionada” que hace a Andalucía una tierra “más atractiva para la inversión”. "El mensaje que se traslada a los inversores es muy potente", sostiene.

La secretaria general de CCOO en Andalucía, Nuria López, lamenta que con esta reforma fiscal el PP desentierra una idea que se creía ya “enterrada en el baúl de los recuerdos”, favoreciendo a una mínima parte de los andaluces, los que más tienen. “Recuerda a aquella teoría del régimen franquista de atraer a Andalucía capital extranjero y nacional regalándole fincas y casas palaciegas para que se vinieran aquí a veranear”, advierte la dirigente sindical. En su opinión, para reforzar el tejido productivo andaluz, conformado por pequeñas y medianas empresas en su mayoría, hay que hacer clúster y vertebrar sectores, no solo en la industria, sino también por ejemplo en los servicios, en sectores como los cuidados, con tantas pequeñas empresas atomizadas que forman un sector muy desestructurado. Ganar músculo empresarial es eso no que los ricos dejen de pagar Patrimonio”, advierte.

El Impuesto de Patrimonio supone el 0,96% de la recaudación tributaria andaluza. En el último ejercicio con datos oficiales (2020) lo pagaron 17.000 contribuyentes que aportaron unos 95 millones de euros, 21.000 en el siguiente año (2021) que sumaron 120 millones de recaudación. “Una paguita para los 'cayetanos'”, lo ha calificado el PSOE andaluz, “un regalo del PP a sus amigos”. Estas rentas más altas dejarán de pagar una media de 5.000 euros en un momento en el que hasta la OCDE avala la tendencia de que se grave la riqueza y critica las rebajas fiscales.

Hay expertos que creen que con la carrera abierta entre comunidades para suprimir Patrimonio, primero Andalucía, después Murcia o Galicia, que ha anunciado una bonificación al 50%, el debate económico en España se está ‘Ayusizando’, con la advertencia de que en esto gana Madrid, porque en su balanza suma un potente efecto de capitalidad que no tiene el resto.

El Gobierno del PP en Andalucía se aferra a la curva de Laffer para defender que quitando Patrimonio recaudará más y que basta que 7.000 grandes fortunas se instalen en Andalucía para ingresar por IRPF lo que perderá por Patrimonio. No hya certezas de esto. Por delante queda una debate sobre la financiación autonómica en el que Andalucía es receptora neta de fondos. Después de erigirse como la adalid de suprimir impuestos tendrá que sentarse junto a comunidades como Cataluña y pedir más fondos en el reparto.