El Gobierno incluirá el aumento de gasto militar que Pedro Sánchez ha comprometido con la OTAN en un plan especial de Defensa, para salvar así las reticencias de Unidas Podemos, que se niega a esta subida. Desde la parte socialista se defendió siempre que este incremento se produciría, pero unas palabras a finales de agosto de la vicepresidenta segunda en la SER, arrojaron dudas sobre la incorporación de este promesa en los Presupuestos de 2023. Yolanda Díaz sostuvo entonces que en las negociaciones mantenidas con el ala socialista del Ejecutivo no figuraba el crecimiento de esa partida. "En el techo de gasto que negociamos en el verano desde luego no estaba el incremento del gasto en Defensa. Los Presupuestos tienen que ser útiles a la ciudadanía y entrar en las casas de la gente", apuntó.

Es cierto que la subida del gasto en Defensa no figura en el techo de gasto pero fuentes gubernamentales explicaban este miércoles que eso no significa que no esté incluida en las cuentas del próximo año. Es una cuestión solo técnica, de praxis presupuestaria, ya que el plan especial de Defensa, que habitualmente se dedica para inversiones militares, no computa en el límite de gasto, como tampoco lo hacen las transferencias a las comunidades autónomas o a la Seguridad Social.

De este modo, el bloque socialista del Gobierno salva el choque con Unidas Podemos y con algunos de sus aliados parlamentarios. Será ese paquete extraordinario el que recogerá el aumento del gasto militar pero así se evita la censura de los socios de coalición que se negaban a que bajaran otras partidas para que subiera la destinada a Defensa. Es decir, una mayor inversión en esta sección presupuestaria "no competirá" con el dinero que se destina a políticas sociales.

No contarán con el PP

En todo caso, el Presupuesto habrá que votarlo en el Congreso y en el Senado con esta subida del gasto en Defensa. El PP, cuando este debate se abrió a nivel internacional, se mostró partidario de respaldarlo pero desde el Ejecutivo no se fían: no esperan contar con su concurso y buscarán las abstenciones de algunos de los grupos que apoyan al Gobierno para aprobarlo. Porque si una de las secciones de los Presupuestos no sale aprobada cae todo el proyecto de ley. En el Ejecutivo creen que los populares pueden tener esta tentación y por ello no harán depender la suerte de todas las cuentas del Estado de 2023 del voto afirmativo de Génova.

Tras la invasión de Moscú sobre Ucrania Pedro Sánchez anticipó que el Gobierno engordaría la inversión en Defensa. Fue en la última cumbre de la OTAN, que Madrid acogió en junio, cuando concretó los plazos. El Ejecutivo se comprometió con los aliados a aumentar progresivamente el gasto militar hasta alcanzar el 2% del PIB en 2029. España está ahora mismo muy por debajo de ese umbral. Según los cálculos de la OTAN, se sitúa en un 1,01%, por lo que en apenas siete años el Gobierno tendrá que duplicar la partida. 

Ya el Consejo de Ministros aprobó el pasado 5 de julio un crédito extraordinario de casi 1.000 millones de euros en Defensa (999,7 millones, en concreto) para avanzar en el cumplimiento de los compromisos con la Alianza. Pero para que la inversión militar crezca y se aproxime al 2% que los miembros de la OTAN rubricaron en la cumbre de Gales de 2014 era necesario consolidar los aumentos en los Presupuestos. Y es el paso que ahora dará el Ejecutivo en las cuentas del próximo año.

A pesar de las dudas sembradas por Unidas Podemos con las declaraciones de Yolanda Díaz, ya aquellos días, también en la SER, el propio Sánchez ratificó que sí habría aumento del gasto militar, tanto por el contexto de guerra en Ucrania, como para "disuadir" a Rusia de sus pretensiones expansionistas en Europa y para cumplir con los compromisos contraídos tanto con la OTAN como con la UE. Pero no dio pistas de cuál sería la salida técnica. Ahora el mecanismo se conoce. Falta saber cuál será el porcentaje concreto de incremento de la partida en Defensa. En Hacienda, que lleva las riendas de las negociaciones con Unidas Podemos y los socios parlamentarios, aseguran que dependerá del ajuste final de los Presupuestos porque ese aumento del gasto sí computa como déficit.