24 horas. Es lo que ha durado la paz en el Congreso del Partido Comunista Español (PCE) que se está celebrando este fin de semana en Madrid. El Congreso se convocó para elegir entre dos candidaturas diferentes: la de Enrique Santiago, el actual líder del PCE, secretario de Estado y uno de los hombres más cercanos a Yolanda Díaz, y Alberto Cubero, concejal en el Ayuntamiento de Zaragoza pero más lejano a los planteamientos del gobierno de coalición.

Este quiere decir que, en uno de sus momentos de mayor debilidad organizativa, el PCE ha llegado, aún así, a entrar en las discrepancias del Gobierno de coalición nacional. Pero esas discrepancias también han entrado en su partido. Lo que ha sido palpable en un Congreso que ha acabado con gritos, insultos, empujones y acusaciones de "tongo" en favor de la candidatura de Santiago. Esta es la cronología de una guerra interna a cara descubierta.

Sábado 9 de julio

Todo comenzó en torno a las 16:30, cuando la Mesa del Congreso decidió acreditar a los delegados andaluces, que, sin embargo, no aparecían en la lista de delegados que se votó en la conferencia territorial. De hecho, al menos 9 miembros de la Mesa han expresado su desacuerdo en un escrito de disconformidad.

Entonces, varios miembros del partido favorables a Cubero, protestaron al grito de "tongo". Pero los gritos acabaron en peleas verbales, en empujones y en peleas físicas entre los asistentes, como se puede ver en los vídeos grabados desde el interior de la sala

Tras una hora y media de discusiones internas, el sábado se cerró con 277 votos a favor de las enmiendas de Santiago, frente a 191 a favor de Cubero.

Domingo 10 de julio

Esta última jornada del Congreso ha empezado ya con la resaca del sábado. La Mesa decide acortar los tiempos de debate de cada propuesta a un minuto y agrupar algunas para su defensa por falta de tiempo, según informa elComun.es. Varios delegados saltan al grito de "dictadores" y preguntan "¿Dónde está la democracia?" y se quejan de que no hay tiempo porque se modificó el horario del Congreso para que algunos miembros pudieran asistir al acto de Sumar, la nueva formación de Yolanda Díaz.

Se propone que las enmiendas se debatan en el Comité Central para evitar la falta de tiempo, lo que supondría un incumplimiento de los estatutos, lo que ha derivado en una nueva discusión en el Congreso. Desde la bancada surgen gritos que piden no votar y que exigen a la Mesa que se marchen. Pero la Mesa desoye las quejas y sigue adelante.

Finalmente se han votado las dos propuesta. Un 54,1% han apoyado la de Enrique Santiago mientras que un 45,8% ha votado a favor de la de cubero. El partido queda así dividido en dos bloques prácticamente equilibrados en peso, lo que dificulta aún más el entendimiento en ambos bandos.

Así ha sido un Congreso en el que, de momento, solo se han escenificado las heridas abiertas que debe coser el partido.