El decreto ley aprobado por la Generalitat para incumplir la sentencia judicial que obliga a impartir un 25% de las clases en castellano en todos los colegios catalanes tendrá respuesta de la oposición. PP y Ciudadanos llevan en contacto varios días y presentarán un recurso de inconstitucionalidad conjunto, tal y como ha podido saber El Periódico de España. La iniciativa parte de Inés Arrimadas después de que su partido ya encabezara un frente común la semana pasada con la aprobación de una nueva ley sobre el catalán pactada entre ERC, Junts y el PSC.

Ciudadanos pidió apoyo a Vox (se necesitan dos grupos en el Parlament) para llevar esa reforma al Consell de Garantías Estatutarias y esa iniciativa fue lo que provocó un retraso en la aprobación de la ley, al que la Generalitat ha contestado impulsando este decreto en un consejo extraordinario. Las conversaciones que ya se venían produciendo entre populares y naranjas sobre un posible recurso conjunto para la nueva ley, que contaba con el beneplácito de los socialistas catalanes, se trasladarán ya al decreto.

Fuentes de ambas formaciones confirman a este diario que las direcciones de los grupos en el Congreso ya han empezado contactos y lo siguiente será decidir las personas que se ocuparán de la redacción del recurso. Ciudadanos solicitó ayuda parlamentaria al PP porque se necesita un mínimo de 50 diputados para impulsar un recurso al Tribunal Constitucional. La sorpresa para la formación naranja ha venido por Vox, que se ha negado a repetir la fórmula de pacto ante el Consell de Garantías. Sin su participación no es posible ese recurso puesto que el PP no tiene grupo propio en el Parlament.

El propio Alberto Núñez Feijóo aseguró desde Rotterdam, en su primer viaje internacional como líder del PP en el marco del congreso de los populares europeos, que se planteaba ese recurso “ante un Gobierno que prefiere la alianza con ERC que el cumplimiento de las leyes en Cataluña”. “Tenemos que reaccionar”, aseguró el dirigente gallego sin hacer mayores concreciones. En Génova, sin embargo, confirman que el PP tiene decidido dar esta batalla y que consideran “algo positivo hacerlo de la mano de Ciudadanos”.

El partido naranja es pionero en estas iniciativas en Cataluña. Su crecimiento electoral más importante en la comunidad llegó de la mano de Arrimadas en 2017, cuando ganó las elecciones autonómicas (combatiendo al independentismo, pero también denunciando la inacción de PP y PSOE durante muchísimos años) pero sin la suma suficiente como para desbancar a los nacionalistas del Palau de la Generalitat. En todo caso, algunos dirigentes naranjas consideran que el interés del PP en ir de la mano en este asunto tiene que ver, precisamente, con “su trayectoria de pasividad” frente a la inmersión lingüística.

Lo que en el entorno de Feijóo tienen claro es que dar esta batalla no choca con el “bilingüismo cordial” que defiende el nuevo presidente nacional del PP y que él mismo aseguró que será “el que implementará en Cataluña”. Ciudadanos muestra dudas al respecto. Ya lo hizo hace unos días tras el error del coordinador general del PP, Elías Bendodo, que afirmó que España era un “Estado plurinacional” al defender las distintas nacionalidades recogidas en la Constitución. 

El PP pasó página de la polémica con un mensaje clarificador del líder: “Es una obviedad que no es un Estado plurinacional, ni lo será nunca”. Pero el partido naranja aprovechó la polémica para defender una reforma constitucional que elimine del artículo 2 las diferencias entre nacionalidades y regiones.

Primer acuerdo en la era Feijóo

A pesar de las diferencias que siguen separando a PP y Ciudadanos, este recurso de inconstitucionalidad supone la primera estrategia conjunta de la ‘era Feijóo’. Antes de que los puentes saltaran por los aires, bajo la dirección de Pablo Casado, los dos partidos llegaron a compartir una coalición preelectoral, la del País Vasco, que acabó con el liderazgo de Alfonso Alonso. La intención de colaboración fue constante hasta la moción de censura de Murcia, la repetición electoral en Madrid y la OPA lanzada desde Génova para fichar cargos de Ciudadanos por toda España.

Como publicó este diario, Feijóo ya manifestó a Arrimadas el fin de esa relación hostil con su partido, garantizando “juego limpio” y el fin de maniobras del pasado con las que el líder gallego nunca estuvo de acuerdo. Lo que aún no se había visto era un acercamiento de estas características. La unión de los dos grupos parlamentarios para dar la batalla lingüística en Cataluña supone un nuevo hito en la relación de ambas formaciones.