Podemos no afloja en sus demandas de exigir dimisiones "al más alto nivel" por el espionaje a políticos a través del programa Pegasus y si no se hace, ha advertido, se estará ocasionando "un grave daño" a la democracia y a la confianza de los españoles en las instituciones.

El portavoz de Podemos, Pablo Fernández, ha insistido de este modo en reclamar dimisiones, sin mencionar expresamente de quiénes, y ha vuelto a pedir una comisión de investigación parlamentaria sobre estos hechos y también la desclasificación de la información que se comunicó a los diputados presentes en la comisión de secretos oficiales que se reunió la semana pasada en el Congreso sobre el espionaje a políticos independentistas y nacionalistas.

Fernández ha vuelto a referirse a estos hechos que han vuelto a tensar la cuerda con los socialistas en una rueda de prensa en la sede del partido, dos días antes de que el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, comparezca en la Cámara para explicar, entre otros asuntos, la reunión que mantuvo con a Generalitat a raíz de conocerse el espionaje.

Para Pablo Fernández cualquiera de las dos hipótesis que se manejan como posibles responsables de estas escuchas es muy grave al afirmar que "si el ataque es de otro país es gravísimo e inaceptable".

Y si proviene de una "célula incontrolable" de los servicios de inteligencia, algo que no es descartable porque ya ha ocurrido en el pasado, según ha dicho, "supondría una incapacidad palmaria de limpiar las cloacas del Estado".

Por tanto, en ambos casos, ha repetido, se deben asumir responsabilidades bien sea porque el CNI ha sido incapaz "de proteger las comunicaciones de Pedro Sánchez y Margarita Robles" como por el espionaje "masivo" a políticos de ERC y el PNV, más de 60, de los cuales el CNI ha certificado 18.