Alberto Núñez Feijóo endurece su discurso contra el Ejecutivo y acusa directamente a Pedro Sánchez de gobernar “de una forma déspota, irresponsable y de romper un consenso” construido en los últimos 40 años. El giro en la postura sobre el Sáhara, que no fue consensuado dentro del propio Gobierno ni tampoco explicado a la oposición ha encendido al futuro líder del PP, que critica “haberse enterado de la política exterior de España a través del Gobierno de Marruecos”, según publica El Periódico de España.

El mismo día en el que los afiliados del PP acuden a las sedes de todas las provincias para votarle como candidato a la presidencia del partido, Feijóo insistió en que “es muy difícil tomarse en serio a un Gobierno que no se toma en serio a un país”, elevando el tono de crítica contra Sánchez por terminar, según dijo el presidente de la Xunta, “con un consenso internacional construido por UCD primero, los gobiernos socialistas de Felipe González después y los gobiernos populares de Aznar y Rajoy”. Para el futuro líder popular la situación en política exterior es “de puentes rotos”, como también ha sucedido en los últimos días con ganaderos, agricultores, pescadores y el campo en general. 

Una situación de “colapso” generalizado a ojos de Feijóo, que no duda en hacer ya un diagnóstico “muy preocupante” de lo que está pasando en Moncloa: “Algo está ocurriendo en el Gobierno. Y es absolutamente preocupante. Van tres o cuatro días en los que se cometen muchos errores desde el peldaño de una soberbia impropia. El Gobierno no habla con nadie, toma decisiones que afectan a todos sin hablar con nadie y ahora también rompe consensos en política exterior”, zanjó el presidente gallego.

En el PP consideran que las formas con las que Sánchez ha tomado una decisión de tanto calado no son admisibles. Distintos dirigentes reconocen “sorpresa total” al ver que ni siquiera su propio gobierno conocía la decisión, mirando no sólo a Unidas Podemos, que ya está al margen de las grandes políticas de Estado a pesar de formar parte de la coalición, sino a ‘pesos pesados’ del ala socialista.

De ahí, que los populares endurezcan su discurso con críticas dirigidas fundamentalmente a las formas. Consideran que no se puede permitir que sea el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, el que explique el cambio en la política exterior en el Congreso y, como el resto de socios parlamentarios del Gobierno, exigen que sea el mismo Sánchez quien acuda a la Cámara Baja a rendir cuentas. La presión aumentará en las próximas horas si el presidente del Gobierno no recula.