Ocho días después de la votación más polémica de la historia reciente del Congreso y del voto más controvertido de los que ha habido en los últimos años, los servicios jurídicos del Congreso han completado el informe pedido por la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, para dejar constancia de lo que sucedió con todo tipo de detalles. El diputado del PP Alberto Casero, quien por error se posicionó a favor de la convalidación de la reforma laboral, lo que fue su salvación, emitió el voto telemático "en tiempo y forma, completando el proceso a las 17:46:59 horas del jueves 3 de febrero" y "no se produjo incidencia técnica alguna".

Añade el informe: "De hecho, y tal como se ha podido comprobar por la Dirección de Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones (...), tras el estudio exhaustivo de las trazas registradas en los servidores con la actividad durante la sesión, no se observa ni error informático ni fallo en el sistema durante el proceso de votación, quedando registrada la votación del Sr. Casero en los términos en que fue emitida". Ni siquiera pidió cancelación del mismo.

La conclusión es contundente y deja en evidencia al PP y al propio diputado: "Queda, por tanto, descartado que se produjera un error técnico, debiéndose en cambio imputar a un error material del diputado que el voto emitido no coincidiera con la que era su voluntad". 

Es un informe muy tajante, lo que no es habitual en esta clase de documentos. Consta, además, de dos partes. La primera es eminentemente jurídica; la segunda, técnica, pues está firmada por la Dirección de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. En esta segunda, los autores enumeran con profusión de detalles los pasos de la investigación hecha a instancias de la Secretaría General del Congreso, que, para que se entienda, es la instancia que dirige al personal de la Cámara en cada uno de sus departamentos.

En ese seguimiento tan preciso se basan los letrados en gran medida para redactar sus conclusiones. La segunda indica que el voto de Casero "fue válidamente emitido y produce plenos efectos". "Tal y como ha quedado acreditado, no se produjo un fallo en el sistema de votación, debiendo imputarse a un error material del diputado que el voto emitido no coincidiera con la voluntad que se quería manifestar".

Las votaciones no se repiten

Pero no queda aquí. Acto seguido, los letrados señalan que tampoco fue "violentado el procedimiento de votación telemática", el cual se ha venido practicando desde que por la pandemia la Mesa acordara sustituir la comprobación telefónica por un sistema de verificación consistente en una doble pantalla: la de la emisión del voto, con la comprobación correspondiente; y la de la confirmación, lo que incluye la opción de cancelar y reiniciar la operación. Casero no hizo nada de eso en ninguna de las 20 votaciones que formuló el pasado jueves, ni tampoco, por tanto, en la del decreto de la reforma laboral, y en consecuencia, apostillan los servicios jurídicos, "ha ejercitado de forma correcta y plena el derecho fundamental que le reconoce el artículo 23 de la Constitución".

Sobre dicha comprobación personal, los letrados refieren que se trata de una vía para "subsanar eventuales errores", sino de "una garantía de la emisión personal del voto por quien es titular del mandato parlamentario", lo que obedece a una premisa esencial del parlamentarismo: "el carácter personal e indelegable del voto". Y recuerdan esto los letrados para, a continuación, remarcar que "el voto válidamente emitido, sea presencial o telemáticamente, es irrevocable".

Y no se repite, por consiguiente. Esto es crucial. El PP alimentó una de sus críticas más aireadas en que la votación hubo de repetirse. No se puede "salvo error técnico", como consagra una sentencia del Tribunal Constitucional del 18 de diciembre de 2006, y en los casos expresamente previstos en el reglamento (empate, por ejemplo, como sucedió en el verano de 2020 al producirse un empate en la votación del dictamen económico de la comisión para la reconstrucción). No ha concurrido ninguna causa así, y por tanto, las protestas del PP no tienen recorrido.

Otra de las protestas más sonoras de los populares, cuyo grupo parlamentario encabeza Cuca Gamarra, se orientó al papel de la Mesa. Tuvo que haberse reunido, dicen los representantes del partido de Pablo Casado, al comunicarse el error de Casero y su desplazamiento hasta el hemiciclo para exigir la anulación del voto telemático y proceder al voto presencial. Batet lo rechazó. Los letrados amparan su decisión. "No resultaba jurídicamente exigible y tampoco necesario reunir a la Mesa, habiéndose actuado conforme a precedente, al considerar que, no existiendo error técnico, no resultaba posible permitir que se repitiera la votación". Así lo destacan.

Pedro Sánchez y Meritxell Batet. EFE

El PP no desiste

Con todo, el grupo popular, a través de Gamarra, recurrirá al Tribunal Constitucional para interponer dos recursos de amparo porque, insisten, el pasado 3 de febrero, día de la votación, se produjo en el Congreso "un atropello democrático". Según ha explicado a Europa Press, "se conculcó el derecho" de Casero, ya que él avisó con "carácter previo" de lo que había pasado con la votación telemática. De acuerdo con el informe de los letrados, esto no sucedió.

Para Gamarra, "ha quedado claro" que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha estado "al servicio de los intereses de su partido, y no de los intereses de los españoles". "Es inadmisible que la Mesa del Congreso todavía no se haya reunido para amparar al diputado", ha abundado. Los letrados, cabe reiterar, señalan en el informe que no es necesario ni jurídicamente pertinente.