La polémica levantada por las palabras de Alberto Garzón sobre las macrogranjas españolas y la carne de "peor calidad" sigue latente en el seno del Gobierno de coalición. El ala socialista del Ejecutivo se lanzó en bloque este viernes a mostrar su apoyo a los ganaderos. Hasta el propio Pedro Sánchez recalcó que el PSOE "cumple" con este sector. Eso sí, evitó mencionar al ministro de Consumo. Lo mismo hicieron el resto de ministros socialistas, esquivando las preguntas sobre si el coordinador federal de IU debe dimitir. Menos reparos mostraron los barones del PSOE que, desde todas las latitudes del país, criticaron a Garzón. Los morados, por su parte, insistieron en que su compañero "habló como Gobierno y no a título personal".

El apoyo del Ejecutivo al sector ganadero es "contundente", reivindicó, la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, tratando de desmarcar al Gobierno de las palabras del responsable de Consumo. Al igual que hizo la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, el pasado miércoles, Alegría evitó pronunciarse sobre si debería abandonar el Consejo de Ministros, como reclama la oposición y una parte del PSOE. "Yo creo que he sido muy clara, que el apoyo del Gobierno al sector primario es absolutamente fundamental", fue su única respuesta en una entrevista en Telecinco.

Las declaraciones del ministro Garzón levantan ampollas en algunos sectores del PSOE

Las declaraciones del ministro Garzón levantan ampollas en algunos sectores del PSOE Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: EP

Ataques a la "yugular"

Minutos después, el propio Sánchez defendía ante el comité federal del PSOE que su formación "cumple" con el sector ganadero. El presidente del Gobierno se pronunció así por primera vez sobre la polémica, aunque no hizo mención en ningún momento a Garzón. No obstante, durante su discurso enumeró los distintos compromisos a los que el PSOE ha ido dando cumplimiento y dejo caer que, entre ellos, está el sector ganadero y agrícola.

En esa reunión de la dirección nacional de los socialistas no se habló de Garzón, pero varios de los barones autonómicos que acudieron sí dedicaron unas palabras al responsable de Consumo a la entrada del acto. Uno de los más críticos, el presidente de Aragón, Javier Lambán, acusó a Garzón de lanzar un "ataque a la yugular" del sector ganadero. El líder aragonés pondrá en marcha una campaña de publicidad en medios internacionales para tratar de revertir el hipotético efecto que causaron las declaraciones del dirigente de IU. El primer medio de comunicación será 'The Guardian".

Mucho más duro se mostró el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. "Cuando el diablo no tiene nada que hacer mata moscas con el rabo", sentenció, entre risas, antes de pedir una rectificación al responsable de Consumo. Su homólogo asturiano, Adrián Barbón, aseguró que las declaraciones fueron "cuando menos inoportunas". "Somos presidentes que defendemos nuestra ganadería. Ya lo dijo (el candidato del PSOE en Castilla y León, Luís) Tudanca: si tengo que elegir entre mi afinidad política y mi comunidad elijo siempre mi comunidad. Y es verdad", subrayó.

Exigen rectificación

Si los miembros del PSOE en el Gobierno optaron por ignorar las preguntas sobre el futuro de Garzón, los ministros morados parece que prefieren ni mencionar el tema. Tan solo la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ofreció un tibio, pero inconfundible, apoyo a Garzón, mientras que Ione Belarra, Irene Montero y Joan Subirats no han querido añadir más leña al fuego.

No obstante, distintos cargos de Unidas Podemos sí defendieron este viernes al coordinar federal de IU. el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens, aseguró que el ministro de Consumo "habla como Gobierno y no a título personal". El propio Garzón ya reivindicó el pasado miércoles que la entrevista a 'The Guardian' la concedió como ministro de Consumo, negando el mensaje lanzado por la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, que aseguraba que hablaba a "título personal". Asens, además, tildó de "deslealtad gravísima" las peticiones de dimisión por parte de los barones socialistas.