El PSOE afronta la precampaña en Andalucía con dudas sobre la cohesión de sus filas. La amenaza de que Susana Díaz dificulte la campaña del actual candidato a la Junta, Juan Espadas, ha puesto en alerta a la federación más importante del partido, que este enero comenzará una ronda por las ocho provincias para presentar a su secretario general, al que la expresidenta andaluza disputó el liderazgo en primarias.

La previsión es que las elecciones autonómicas, que tocarían en diciembre de este año, se adelanten. Según publica El Periódico de España, Juanma Moreno está pensando aún si convocarlas en junio o en octubre, y el reto de Espadas hasta entonces será darse a conocer en la región. El líder socialista es todavía un gran desconocido entre los andaluces, pese a haber sido el alcalde de Sevilla hasta el pasado 20 de diciembre, cuando dejó el Ayuntamiento -algo que ya había decidido pero que se precipitó unas semanas- para convertirse en senador por designación autonómica.

El camino, ya de por sí complejo, puede complicarse aún más en función de cómo se implique en la campaña quien fuera la secretaria general del PSOE-A hasta el pasado junio, cuando el partido quedó roto en dos bloques tras las primarias. Espadas, que fue el candidato avalado por la ejecutiva de Pedro Sánchez, obtuvo un 55% frente a Díaz, que logró casi un 40%. Los intentos del que fuera alcalde hispalense por recomponer la federación se han sustanciado en la integración de algunos cuadros susanistas en su ejecutiva, aunque la prueba de fuego para el armisticio serán las semanas de campaña electoral.

En el PSOE andaluz advierten del "riesgo real" que existe de que Susana Díaz trate de torpedear la campaña de Juan Espadas, y señalan que la ex presidenta se "frotaría las manos" por ver fracasar al que ha sido su rival. Unos malos resultados del candidato socialista darían oxígeno a la dirigente, que podría ver reforzadas sus posiciones a nivel interno.

Díaz aún mantiene un importante control sobre el aparato territorial en Andalucía, y si este sector del socialismo andaluz optara por ponerse de perfil o evitar apoyar a Espadas, éste lo tendría aún más difícil en un campo de juego donde el PP parte con una amplia ventaja tras haber conseguido gobernar la Junta.

En la formación consideran imprescindible que los cargos públicos del PSOE andaluz se vuelquen en la campaña de Espadas. Muchos de estos cargos fueron nombrados por la dirección de Susana Díaz, lo que abre la puerta a que no se presten a colaborar a la hora de movilizar a la organización.

En el entorno de Espadas confían en que finalmente esto no suceda, al considerar que muchos de estos dirigentes locales deben remar para obtener un buen resultado autonómico que les fortalezca de cara a las elecciones municipales del próximo año. "Algunos alcaldes se juegan la continuidad", recuerdan. En todo caso, una coincidencia de la cita autonómica y municipal habría asegurado aún más estos apoyos para el nuevo dirigente socialista.

En el socialismo andaluz esperan que triunfe el "patriotismo de partido" y se mantienen expectantes, conscientes de que hay que mirar "de reojo" los pasos de la facción crítica. Aunque admiten que "hay sospechas", creen que aún es pronto para advertir los pasos que dará la ex baronesa, y que estos dependerán de cómo se configuren las listas -si son integradoras, con una cuota propia para Díaz- y del desarrollo de la campaña. Asumen que, de darse este boicot, se hará evidente conforme se acerque la fecha electoral.

Sin embargo, en las últimas semanas ya se han dado muestras de tensión entre las dos facciones del partido con la llegada de Espadas al Senado. Susana Díaz también aterrizó en la institución tras sellar la paz con Ferraz, pero sus afines no le han puesto fácil el desembarco al nuevo líder andaluz.

La intención del ex alcalde de Sevilla era acudir a la institución acompañado de su número dos y secretario de Organización, Noel López. Sin embargo, la negativa de la senadora susanista Marisa Bustinduy a dejar el acta obligó al candidato a tomar posesión del puesto en solitario, privándole de la compañía de su mano derecha a unos pocos meses de su contienda electoral.

Comité federal

El comité federal del PSOE se reunirá este viernes 7 de enero y servirá para dar el pistoletazo de salida al candidato socialista, Luis Tudanca, a las elecciones del 13 de febrero en Castilla y León. Sin embargo, fuentes socialistas advierten de que el dirigente andaluz también tendrá protagonismo en esta reunión, de carácter semipresencial, y se aprovechará para impulsar a Espadas en la carrera electoral. ¿El objetivo? Darle visibilidad y brindarle respaldo público del conjunto del partido, a la espera de ver si el apoyo cerrado se mantiene conforme avancen las semanas.

Las elecciones andaluzas preocupan en Ferraz y en La Moncloa porque es imprescindible que el partido esté bien engrasado allí para que después haya un buen resultado en las elecciones generales. El temor a un boicot de los susanistas es algo que también tienen muy presente, según fuentes conocedoras. Para muchas de las personas del aparato de Susana Díaz, Espadas puede representar el fin de su carrera política. En ningún caso les interesa que se consolide sino todo lo contrario, que un batacazo electoral acabe con él y el socialismo andaluz se vea obligado a buscar un nuevo relevo. Aunque esto suponga ir demasiado deprisa, para algunos estas son las cuentas y en Madrid son muy conscientes.

A la dificultad de Espadas para representar a un nuevo PSOE e impulsar un proyecto cuando su partido gobernaba hace tres años y lo ha hecho de manera ininterrumpida durante cuatro décadas, se suma la división de la izquierda a la izquierda de los socialistas en tres listas: Unidas Podemos, la facción de Teresa Rodríguez y la de Íñigo Errejón. Esto todavía complica más una hipotética suma del bloque progresista, lastrado además por una desmovilización en toda España. En estos momentos, tras la victoria de Isabel Díaz Ayuso en Madrid, la derecha está más movilizada.

MOVILIZAR A LA IZQUIERDA

Además, aunque gobierna junto a Ciudadanos y con el respaldo parlamentario de Vox, el presidente andaluz ha intentado mantener lejos a la ultraderecha, no entrar en sus debates ni mostrar complacencia, precisamente para no despertar a la izquierda y sacarla de casa en los próximos comicios. De hecho, como publicó este diario, no descarta listas conjuntas con la formación naranja para que sus votos no se pierdan.

Pero a los progresistas se le ha presentado una oportunidad con los elecciones de Castilla y León. Aunque el PP sostiene que Alfonso Fernández Mañueco está a pocos escaños de la mayoría absoluta, la realidad es que la pujanza de Vox que, de un escaño puede pasar a siete u ochos, y la presentación de listas provinciales del corte de Teruel Existe, puede suponer una complicación para el partido de Pablo Casado. La cita del 13F podría servir sólo para sustituir a Cs por Vox. Con la duda de si los de Santiago Abascal aprovecharán para exigir su entrada en el Gobierno. Una circunstancia que, de confirmarse, sería muy mala para el PP. La ratificación de que Vox podría formar parte del gabinete de Moreno o del de Casado puede movilizar a la izquierda en todo el ciclo electoral que abre Castilla y Léon.