Seis meses después, la mascarilla volverá a ser obligatoria en exteriores. Es una de las medidas que formarán parte del real decreto ley que el Consejo de Ministros, monográfico y reunido de manera extraordinaria, aprobará este jueves, 23 de diciembre. Una medida insuficiente a juicio del presidente del Gobierno regional, Fernando López Miras, que mañana reunirá al comité covid para analizar más restricciones de cara a Navidad.

El Gobierno de Pedro Sánchez reforzará el uso de los efectivos militares, se intensificará y acelerará el proceso de vacunación o se venderán en farmacias test de antígenos profesionales para que los puedan adquirir ciudadanos de a pie. Pero no se marcarán, al menos por ahora, nuevas restricciones, en contra de lo que reclamaba Cataluña, que ha aprobado el cierre del ocio nocturno, limitar los aforos en bares y restaurantes, reducir a 10 el número de comensales en las reuniones familiares y recuperar el toque de queda de 1 a 6 de la madrugada. Para las dos últimas iniciativas, la Generalitat necesita aval judicial. Catalunya, no obstante, no es la única autonomía que pide más contundencia. También otras comunidades, incluso del PP, reclaman limitaciones más duras. La nota discordante, como suele, la pone Madrid, ya que Isabel Díaz Ayuso rechaza hasta la restauración de la mascarilla en la calle, que no comparten sus otros compañeros de partido.

El Gobierno, pues, dará luz este jueves a un paquete de nuevas medidas frente al covid en plena sexta ola y en vísperas de Nochebuena, en un momento en el que le llovían los reproches por la inacción ante el aumento desbocado de los contagios, que el martes registraron un nuevo récord diario en lo que va de pandemia: 49.823 casos. Pedro Sánchez anunció el catálogo de iniciativas en el arranque de la XXV Conferencia de Presidentes, telemática y en el Senado, encabezada por esa recuperación de la mascarilla en exteriores, una medida reclamada por varios líderes autonómicos en los últimos días pero cuestionada por los expertos porque la mayor parte de los contagios se producen en interiores cerrados y mal ventilados. El tapabocas dejó de ser imprescindible en los espacios abiertos el pasado 26 de junio, siempre y cuando se pudiera guardar la distancia y no hubiera aglomeraciones. Ahora volverá a ser necesario, como en las primeras cuatro olas de la pandemia. No obstante, a instancias de varios presidentes autonómicos (Galicia, Aragón, Murcia o La Rioja), el Ejecutivo dispensará del uso obligatorio de las mascarillas en las zonas rurales y el campo y para hacer deporte en exteriores, excepciones que se recogerán en la norma que impulsará este jueves.

Sánchez adelantó que en el decreto ley que este jueves lanzará el Consejo de Ministros se incluirá un refuerzo de los dispositivos con equipos de vacunación de las Fuerzas Armadas, y se pondrán a disposición de las comunidades hospitales de la red sanitaria militar. Asimismo, se fija un nuevo calendario de inmunización. De este modo, el 80% de la población entre 60 y 69 años habrá de estar vacunada con la tercera dosis antes de que acabe 2021 (ahora el índice está en el 61,1%); el 80% de entre los que tienen entre 50 y 59 años en la semana del 24 de enero de 2022; el 80% de entre aquellos con entre 40 y 49 años en la primera semana de marzo; el 70% con la primera dosis pediátrica en la semana del 7 de febrero y el 70% de los niños con el segundo pinchazo para el 19 de abril. Ahora mismo, y según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, el 84,2% de los mayores de 70 años ya han recibido la tercera dosis, y al 54,2% de los vacunados con Janssen se les ha administrado la inyección de refuerzo.

Se dispone igualmente un refuerzo de recursos humanos ante una atención primaria de nuevo colapsada y con el riesgo de tensión en los hospitales. El decreto ley permitirá la contratación de personal sanitario jubilado y prejubilado y la habilitación para el fichaje de profesionales con título de especialista obtenido en Estados no miembros de la UE. Se aumentará asimismo el número de profesionales sanitarios disponibles y se mejorarán sus condiciones laborales, "reduciendo su temporalidad al 8%". Los Presupuestos Generales del Estado, dijo, destinarán 292 millones de euros a este plan, la mayor parte transferidos a las comunidades autónomas.

"Reuniones periódicas"

El presidente agregó que se emitirán autorizaciones temporales para permitir la venta en farmacias de determinados test de antígenos de uso profesional para que estén "a disposición de toda la población". Tal y como ayer aprobó la Comisión de Salud Pública, apuntó, se flexibilizan las cuarentenas: las personas que hayan tenido contacto directo con un contagiado no deberán aislarse en caso de estar vacunados con pauta completa.

También recordó que según lo aprobado por la Comisión Europea, a partir del 1 de febrero de 2022, el periodo de validez de la inmunización será de 9 meses desde la fecha de la administración de la última dosis. Con ello se pretende incentivar el tercer pinchazo. Por último, Sánchez se comprometió a "reuniones periódicas de la Conferencia de Presidentes mientras dure esta sexta ola" del covid.

Sánchez arrancó su intervención con una llamada a la tranquilidad, en línea con los mensajes que él mimo y su Gobierno han ido mandando en las últimas semanas: la variante ómicron, que será la "prevalente", "se puede atacar con una dosis de refuerzo". "La vacunación es un éxito y lo será, debe ser el pilar de la respuesta. Está a disposición de las comunidades unas ocho millones de dosis y hay hasta 90 millones ya previstas en 2022", defendió. El presidente justificó, para no aplicar nuevas restricciones, que la situación no es pareja ni a la de marzo ni a la de diciembre de 2020, aunque el crecimiento desbocado de la incidencia obliga, a su juicio, a intensificar algunas acciones.

El líder socialista no convenció a varios presidentes. El primero en mostrar su disconformidad, de hecho, fue quien primero tomó la palabra, Iñigo Urkullu, que alertó de que hacen falta "criterios y medidas" ante unas tasas de contagios altísimas y ante un "estrés evidente" de la atención primaria. El presidente vasco insistió en que las comunidades no disponen de las herramientas jurídicas "suficientes" para hacer frente al covid, por lo que a su juicio haría falta un acuerdo que favorezca la "seguridad jurídica". Urkullu reclamó que se establezca el horario máximo de cierre a la una de la madrugada, limitar los aforos en eventos sociales, culturales o deportivos; limitar el consumo máximo de 10 personas por mesa, prohibir el consumo de pie o recomendar que las comidas y cenas navideñas reúnan a un máximo de 10 personas y dos unidades familiares.

¿Suspensión de cotillones?

Para Pere Aragonès, hacen falta medidas "impopulares pero imprescindibles", porque la tercera dosis "no puede ser la única vía para combatir esta sexta ola". "No podemos esperar a febrero o marzo cuando tengamos la protección" del pinchazo de refuerzo, argumentó, porque para entonces el impacto del virus puede ser de tal calibre que podría "bloquear y colapsar el sistema sanitario". Cataluña defiende, además, activar un nuevo fondo covid ante un nuevo zarpazo de la pandemia y lanzar medidas complementarias como "facilitar la baja laboral a las familias que deben atender a un niño que se confine por contacto estrecho". El Gobierno, como después recordó el presidente en su intervención de cierre, no está dispuesto a liberar más dotación presupuestaria. Su posición es que "hay recursos suficientes" para hacer frente al coronavirus y "no faltarán".

Un fondo covid también pidió el gallego Alberto Núñez Feijóo. Pero no solo. En línea con lo que demanda la dirección nacional de su partido, exigió una ley de pandemias (también la pidieron otros barones conservadores, como el murciano Fernando López Miras o la madrileña Isabel Díaz Ayuso), pero también fue de los que cree necesario imponer restricciones, como extender el certificado covid "a todos los ámbitos que sea posible", aplicar el semáforo covid para ordenar los interiores en función de la incidencia o cuarentenar a los contactos de positivos, salvo para los que tengan tres dosis. También cree que debe pensarse la conveniencia de "celebrar los cotillones de Nochevieja y de organizar las cabalgatas de forma estática".

El andaluz Juanma Moreno puso el acento, además de en la demanda de un tercer fondo covid y de una ley de pandemias, en la necesidad de acelerar la tercera dosis, en la "falta de vacunas pediátricas" y en el montaje de un "órgano efectivo de verdad" de coordinación entre las comunidades, aunque cree acertado que se convoquen de manera periódica estas cumbres de presidentes. Moreno se felicitó de que la justicia avale el pasaporte covid al menos para la hostelería y el ocio nocturno. López Miras reclamó "medidas coordinadas para todo el territorio nacional ante la sexta ola, así como criterios comunes para toda España en función de la incidencia". El dirigente murciano, al igual que Feijóo, está de acuerdo con la recuperación de la mascarilla, aunque cree necesarias excepciones, ya que "no es lo mismo la situación en el ámbito rural que en aglomeraciones del ámbito urbano".

Ayuso se salió del consenso en torno a los tapabocas. Se separó incluso de lo que manifestaron otros presidentes del PP. "No compartimos las mascarillas al aire libre si hay distancia. Ni los rastreadores militares a estas alturas. Ni los cierres sin datos sanitarios", manifestó la dirigente madrileña, posición que luego expresó en su cuenta de Twitter. Ella defiende un marco jurídico nacional, fondos covid, "vacunas, test, contratos sanitarios y autocuidado".

Los presidentes socialistas se alinearon con la posición de Sánchez y no plantearon la imposición de nuevas restricciones. El valenciano Ximo Puig, de hecho, subrayó que no se pueden adoptar "las mismas medidas que las de la primera ola, porque la situación es distinta". "Ahora tenemos vacunas y conocimiento y hay que tomar medidas propias de 2022", defendió. Esto es, acelerar "al máximo" la vacunación (en lo que también coincidió el extremeño Guillermo Fernández Vara), con "todas las dosis que hagan falta" o aumentar y facilitar el acceso a los test por parte de los ciudadanos. Sí solicitó al Ejecutivo "apoyo para poder financiar la respuesta a la pandemia" y "pactar acciones conjuntas ante las fiestas de fin de año".