El fiscal del cantón suizo de Ginebra Yves Bertossa, que ha decidido archivar la investigación sobre el dinero oculto de Juan Carlos I, ha reprochado al rey emérito y a Corinna Larsen que no hayan "documentado" de forma suficiente los motivos por los que Arabia Saudí, Bahréin y Kuwait les abonaron 109 millones de dólares (70 millones de euros), según consta en el comunicado del ministerio público que recoge El Periódico de España.

El fiscal, quien abrió las pesquisas en 2018 tras publicarse los audios del comisario José Manuel Villarejo en los que Corinna Larsen acusaba al rey emérito de haber cobrado 100 millones de dólares (64,8 millones de euros) por su intermediación en la adjudicación del contrato del AVE saudí, asegura que el monarca utilizó la Fundación Lucum y empresas en paraísos fiscales, en concreto en Bahamas, para "ocultar" su patrimonio opaco.

En este sentido, la investigación suiza ha destapado que Juan Carlos I recibió en abril de 2010 otros 1.895.250 dólares (1.406.281 euros) en efectivo procedentes de Bahréin. El gestor de la cuenta suiza del monarca emérito en el país helvético, Arturo Fasana, aseguró en su declaración como investigado que su cliente el rey emérito le entregó en 2010 en Ginebra esa suma en efectivo, que supuestamente había sido otra donación, pero en este caso del sultán de Bahréin Sheikh Hamad Bin Isa Al-Khalifa.

En maletas y con fundaciones

El diario de José Manuel Villarejo desvela que el comisario jubilado mantuvo una conversación el 27 de mayo de 2015 con Corinna Larsen en la que la expareja de Juan Carlos I aseguró que la transferencia de dinero en efectivo se seguía haciendo en ese año con "maletas" y "en aviones privados" que aterrizaban en la base militar de Torrejón: "Para los movimientos de dinero usan fundaciones", redactó Villarejo tras hablar con Larsen.

En la conversación esta empresaria informa a Villarejo sobre una supuesta cesión de una vivienda en Londres a Juan Carlos I por parte del emir de Omán. En una charla posterior Larsen aportó más datos sobre estos hechos, pues aseguró que el piso habría sido finalmente vendido a un joven árabe por cincuenta millones de libras. También relató que otra fuente de dinero en efectivo del emérito procedía de la fortuna del rey de Jordania, Abdalá II.

Donaciones

"Los importes afectados, el origen de los bienes, la falta de documentación adecuada que justifique las transferencias, las supuestas donaciones sucesivas (primero del Rey de Arabia Saudí a favor de Juan Carlos I y luego de este último a favor de Larsen) así como la cronología de los hechos constituyeron los indicios contra los imputados", recuerda la Fiscalía suiza en el comunicado en el que da cuenta del archivo de sus pesquisas.

Según la contabilidad de la Fundación Lucum, creada en Panamá, Juan Carlos I ocultó hasta diciembre de 2011 más de 75 millones de euros en la cuenta corriente que abrió en 2008 en una sucursal del banco Mirabaud en Ginebra (Suiza) entidad financiera que cometió una violación de la obligación de comunicar esos datos a la Oficina de Comunicación de Blanqueo de Capitales (MROS): "Por estos hechos Mirabaud & CIE SA fue condenada a pagar una multa de 50.000 francos suizos y a abonar las costas procesales, que fueron fijadas en 150.000 francos suizos", especifica la Fiscalía suiza.

Entre 2008 y diciembre de 2011, mientras Juan Carlos seguía siendo el jefe del Estado español, desde la cuenta de Mirabaud de la Fundación Lucum se retiraron o transfirieron 6,1 millones de euros.

"Permanecen impunes"

Sin embargo, Corinna Larsen, que permanecía imputada por estos hechos, ha emitido un comunicado de prensa en el que aseguraba que su inocencia era "evidente", aunque lamentó que se haya dañado su imagen en lo que denomina una "campaña continua de desprestigio" por parte de "ciertos intereses españoles". Mientras tanto, concluye; "los infractores no han sido investigados y se les ha dado tiempo para ocultar sus actividades. Permanecen impunes", ha concluido.

Una portavoz de Corinna Larsen ha asegurado a El Periódico de España que la empresaria tratará ahora de desenmascarar a los que considera auténticos responsables de los hechos, por lo que todas las personas que se han "aprovechado" de ella tendrían que estar "preocupados".