Mano abierta a los 'comuns' y portazo al PSC. El plan b de Pere Aragonès tras el veto a los presupuestos de la CUP echó a andar este miércoles en el Parlament . Así, en la sesión de control al Govern, el presidente de la Generalitat ha ofrecido a En Comú Podem sentarse a negociar las cuentas de 2022. A preguntas de la líder de los 'comuns', Jéssica Albiach, el dirigente republicano ha vuelto a retrotraerse a la investidura, en la que los morados no apoyaron su candidatura, pero ha dejado claro que "todo esto es pasado" para, acto seguido, invitar a En Comú Podem "a sentarse a dialogar sobre los presupuestos sin exclusiones, como ustedes han dicho que harían".

Muy distinta ha sido la respuesta, pocos minutos después, al líder del PSC, Salvador Illa, quien le ha reiterado la petición de reunión realizada a primera hora de la mañana. Aragonès ha espetado, de manera contundente, al socialista: "Usted y yo no compartimos modelo de país. Podemos reunirnos cuando quiera, pero ya puede anticipar el resultado que obtendrá".

La apertura del abanico de opciones hacia los 'comuns' no significa, para Aragonès, el fin de las conversaciones con la CUP. "Trabajaré hasta el último segundo para que la mayoría de la investidura, la de los partidos independentistas" aprueben las cuentas, dijo en respuesta, esta vez, a un sorprendido Albert Batet, de Junts. Batet le había inquirido por esa propuesta a los 'comuns' tras responsabilizar al 'president' de que todavía no había una acuerdo con la CUP.

Fuentes del Govern han confirmado a EL PERIÓDICO, diario perteneciente al mismo grupo de comunicación que este medio, que este martes Aragonès planteó a JxCat abrir la negociación a los 'comuns', algo con lo que Junts no está de acuerdo -en todo caso, avisan, no debería haberse producido tan pronto - porque prefiere agotar la negociación con la CUP y sólo plantear un plan B si los anticapitalistas formalizan la enmienda a la totalidad.

La portavoz de ERC, Marta Vilalta, percutió en el mismo clavo, en la priorización del acuerdo con la CUP, aunque recalcó la importancia y la necesidad de tener las cuentas aprobadas. "El pacto con la CUP es la mejor manera de evitar tentaciones 'sociovergente'", señaló Vilalta.

Las palabras de Aragonès, referidas a un diálogo sin exclusiones pretendían poner árnica al previsible choque entre los 'comuns' y su socio de Govern, Junts. De hecho, en la formulación de su pregunta, la propia Albiach, para describir lo "poco ambiciosos" que son los presupuestos para 2022 los tildó de "continuistas con la 'sociovergencia'".

Albiach también llamó a olvidarse de los bloques nacidos con el 'procés'. Para Albiach, "solo hay un frente", el de la gente y sus necesidades. "Hasta ahora tenemos un presupuestos expansivos, pero no inclusivos", sentencio al posecosocialista.

La CUP, por su parte, empleó su turno para preguntar sobre la cumbre del clima de Glasgow. Sin embargo, y casi simultáneamente, la diputada Eulàlia Reguant señalaba en TV-3 la incompatibilidad de su formación con el PSC, lanzando así un aviso a navegantes republicanos.

Liderazgo republicano a todo riesgo

Las conclusiones de la mañana parlamentaria son variadas. La primera es que, como pedía Junts, Aragonès ha tomado las riendas de la negociación presupuestaria. Y no precisamente en la forma y el fondo que desearían los posconvergentes. La apuesta por, encima de todo, la CUP, la apertura de juego hacia los 'comuns' y el portazo al PSC encajan solo en el terreno de juego de ERC y del 'president'.

Los 'comuns' ya aprobaron las cuentas del 2020, las que negoció Aragonès, como vicepresidente. Su voluntad autodeterminista, aunque enfriada a corto plazo, encaja, asimismo en el momento que pasa el 'procés' que no es otro que el de la búsqueda de un referéndum pactado. Y, antes de la campaña electoral, el propio Aragonès abogaba por un Govern quatripartito, con Junts, CUP y 'comuns'.

El hecho de no abrir el juego también al PSC y, sobre todo, la contundencia empleada para descartarlos, junto al hecho que la apuesta por los 'comuns' estaba comunicada pero no acordada con Junts remarcan la voluntad de liderazgo que trata de ejercer el 'president'.

La segunda conclusión es la fisura que se está larvando en el Govern a cuenta, precisamente, de esa voluntad de liderazgo. Aragonès arriesga, por cuento que, si la jugada no le sale bien y no acaba por hallar los apoyos suficientes, la posconvergencia tendrá más de un motivo para rendirle cuentas. De momento, todas las insinuaciones de JxCat están cayendo en saco roto. Su voluntad de mirar más al PSC que a los 'comuns', ignorada. Su aviso de que no caben más cesiones a la CUP, obviada.