Escaparse cerca de la Región de Murcia y descubrir un hermoso municipio cargado de historia, con un impresionante casco histórico y bienes declarados Patrimonio por la UNESCO es posible; es lo que ofrece Hellín, localidad limítrofe con la Región de Murcia y con fuertes vínculos históricos con nuestra tierra.  

Hellín tiene mucho para sorprenderte. Toma nota. Un buen punto de comienzo es la ‘Capilla Sixtina’ del Arte Rupestre Levantino, el Abrigo Grande de Minateda, que forma parte del Parque Arqueológico regional del Tolmo de Minateda; un espectacular asentamiento poblado desde el Bronce hasta el siglo XX. A las pinturas rupestres del Abrigo Grande de Minateda se ofrecen visitas guiadas usando, además, realidad aumentada. 

Y aquí, junto a la autovía A30, es un buen lugar para emprender otras rutas por el asombroso patrimonio natural de sus pedanías: poblados de colonización, las Juntas de los ríos Segura y Mundo en Las Minas, arrozales, antiguas vías del Camarillas... Y es que lo increíble está más cerca de lo que crees: una ciudad trimilenaria que atestigua el paso de cuatro culturas diferentes: iberos, romanos, visigodos y musulmanes.

Y, después, la perspectiva cultural única de su Semana Santa y unas Tamboradas declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial que se representa con 20.000 tamborileros recorriendo el casco antiguo, que destaca por su extensión, sus detalles y su variedad cultural. Conocer La Tamborada de Hellín en Semana Santa es obligado para los murcianos, que saben disfrutar bien de esta festividad. 

Y esto solo para empezar. Aunque, para conocer la historia y tradiciones de Hellín, lo mejor es acercarse al recién inaugurado MUSS, considerado uno de los museos municipales más grandes de España con 2.160 metros cuadrados expositivos, un vanguardista edificio en el que los juegos de volúmenes y de luz envuelven al visitante. El MUSS acoge la grandeza de la fusión de las dos tradiciones que conforman la Semana Santa de Hellín (declarada de Interés Turístico Internacional), sus procesiones y tamboradas, que a la vez están declaradas Patrimonio Inmaterial por la Unesco. Una dualidad que el municipio recorre bajo el lema: ‘Dos tradiciones, una Semana Santa’, pudiendo contemplar seis de los grupos escultóricos y pasos de misterio que desfilan en Semana Santa. 

Además, el edificio alberga otras colecciones de tipo pictográfico, arqueológico y etnográfico, con más de trescientas piezas históricas procedentes de varias civilizaciones y que dan buena cuenta del espléndido pasado y de las culturas que habitaron la comarca, así como del impresionante patrimonio hellinero.

Un casco histórico único

Aquí nos encontramos a la entrada de un casco histórico declarado Bien de Interés Cultural en el que es imprescindible perderse entre sus calles. El casco histórico de Hellín presenta un trazado típico de las ciudades árabes de calles estrechas y callejones ciegos, con un claro protagonista: el castillo almohade. 

En torno a esta fortaleza se forma un trazado urbanístico que ha perdurado casi inalterado hasta principios del siglo XX: las diferentes iglesias con una variada colección de esculturas sagradas, las casas señoriales, la artesanía de la cerámica, o sus colinas coronadas por ermitas a las que el visitante tendrá que llegar a través de callejuelas que recuerdan otros tiempos. Todo se presenta con una interesante arquitectura y un no menos despreciable patrimonio religioso cuyo deleite sólo será interrumpido por el sonido de las campanas.

Riqueza paisajística

En Hellín puedes visitar un volcán con minerales de la luna y disfruta de su gastronomía murciana-manchega

Arrozales de Las Minas.

El paisaje natural de Hellín es el gran desconocido. El Volcán de Cancarix, declarado Monumento Natural y que data de hace más de siete millones de años, es el segundo de tipo lamproítico más grande del mundo y cuenta con minerales que solo se encuentran en la Luna. Un lugar mágico donde también podemos comenzar rutas a cualquiera de las pedanías hellineras, como Cañada de Agra, poblado de colonización con premios arquitectónicos, o Isso, con el reciente descubrimiento de su fortaleza medieval que ha dejado sorprendidos a los investigadores.       Las antiguas vías del Camarillas nos llevan al fin del mundo, en Las Minas, para encontrar las juntas de sus dos ríos, el Mundo y el Segura; su arroz bomba D.O. Calasparra, con paisajes de cultivos más propios de Camboya o de Vietnam; y su vino, D.O.P. Jumilla, que conforman una gastronomía de gran calidad con claras influencias murcianas y manchegas donde lo mejor es sentarse en cualquiera de sus establecimientos para saborear sus productos. Hellín es un diamante en bruto cuya visita promete una experiencia para los sentidos.