La creciente sintonía entre Ximo Puig Juanma Moreno Bonilla en materia de financiación autonómica podría derivar en una convocatoria electoral conjunta en otoño de 2022. La Comunidad Valenciana no pierde ojo de cuándo habrá elecciones en Andalucía, si se harán en diciembre, cuando tocan, o serán unos meses antes. Esta decisión podría llevar a Puig a plantearse ir también a las urnas para que se celebren conjuntamente, como sucede con Galicia y País Vasco, donde ambos presidentes acuerdan incluso la fecha exacta.

Las últimas encuestas publicadas en la Comunidad Valenciana han disparado en el PSPV el debate sobre un adelanto electoral al año que viene. La disyuntiva de elecciones en abril de 2023, cuando corresponde, o antes, está abierta. El último sondeo de Levante-EMV, el pasado 9 de octubre, daba una amplia victoria a la suma de PSPV, Compromís y Podemos (los partidos del actual Gobierno valenciano), dejaba sin opciones a la suma de PP y Vox y confirmaba la desaparición de Ciudadanos. Los datos internos que maneja la cúpula socialista apuntan al mismo escenario. Con estos números son muchos en el partido los que defienden la opción de nuevas elecciones. De hecho, fue una conversación recurrente entre los diputados en la celebración del 9 d'Octubre, día de la Comunidad Valenciana, según fuentes del PSPV.

Pero esta efervescencia no deja de ser solo puro humo. El año terminará sin que Andalucía y Castilla y León (la otra autonomía que lo ha estado valorando) vayan a elecciones. La próxima primavera tampoco se percibe, según fuentes del PP andaluz, como el momento idóneo. La estabilización de la pandemia ha reavivado el consumo y España vive un aparente retorno a la normalidad. Y en enero empezarán a llegar los fondos europeos a las comunidades. Moreno Bonilla sí podría pensar en unos comicios casi al borde del verano, que ya serían identificados como un adelanto técnico porque las andaluzas tocan en diciembre. Aunque esta fecha no arrastraría a la Comunidad Valenciana.

Solo en el caso de unas elecciones en otoño, Puig valoraría convocar a la vez, según fuentes del entorno del ‘president’. En ese momento, si los sondeos continúan apuntando una victoria tan sólida, el mandatario socialista contaría con algunos alicientes. Habría acabado ya la campaña turística del verano, que es una cita fundamental tras el retroceso que la pandemia ha causado en los dos últimos. Una circunstancia que en Palau tienen muy en cuenta.

El otro dato que les alienta para coincidir con Andalucía es que así espantan un clima favorable al PP tras estos comicios. Todo el mundo da por sentado que Juanma Moreno volverá a gobernar, que será el más votado, por supuesto —las opciones del candidato socialista, Juan Espadas, son menores, como reconocen en el PSOE—, y que esa victoria será un aliento para los populares en el resto de territorios. Un triunfo de los socialistas en Valencia contrapesaría ese viento de espalda para el PP. 

Informe de los servicios jurídicos

La variable andaluza presenta a su vez un hándicap muy importante: Puig iría a las elecciones solo, sin el tirón en el voto que supone la coincidencia con las municipales. Y el mismo problema se le presentaría a Compromís, que al igual que los socialistas tiene una gran estructura y un gran arraigo local. Esto provoca muchas dudas, según las fuentes consultadas. En 2019 el dirigente valenciano decidió adelantarlas un mes, a abril, para que coincidieran con las generales, con la convicción de que la movilización del voto se mantendría un mes después, en las municipales de mayo, y que la campaña nacional suponía un plus para la comunidad.

Aunque se mire Andalucía, en el entorno de Puig sostienen que este decidirá en función de sus propios intereses y de la propia situación en la comunidad

Ahora, Palau estudia cómo proceder en ese caso, cuál sería la fecha oficial si no convoca antes, abril o mayo. El ‘president’, de hecho, ha pedido un informe a los servicios jurídicos de la Generalitat para saber qué opciones reales tiene abiertas y si es posible regresar a la fecha habitual, el último fin de semana de mayo, con la mayor parte de las autonomías. 

Aunque tanto en el PSPV como en Compromís existe bastante confianza en las opciones de gobernar los dos partidos en solitario, sin contar con Podemos, se está tratando de manera exquisita al partido morado, por si su concurso fuera necesario. Pilar Lima es la nueva líder de Podemos en la Comunidad Valenciana y apenas lleva 14 meses en el cargo. Pero la pieza fundamental para los socialistas es Compromís. Como le sucede a Pedro Sánchez con Yolanda Díaz, sin un buen resultado de los morados es imposible repetir el Gobierno de coalición.

Todas estas previsiones en el margen izquierda no están impidiendo que Puig mantenga una fluida interlocución con Moreno Bonilla. A los dos podría interesarles ir juntos a las elecciones y que el primer embate nacional entre PSOE y PP quede en tablas. Nadie duda tampoco que el Gobierno progresista tiene muchos visos de continuar al frente de la Generalitat, por mucho que las expectativas electorales de los populares hayan crecido en las encuestas. Pero en todo caso las fuentes consultadas, próximas al ‘president’, sostienen que Puig decidirá en función de sus propios intereses y de la propia situación en la comunidad.