El ambiente preelectoral regresa. Si alguna vez se había marchado. A dos años de las próximas elecciones generales -salvo adelanto sorpresa-, el fin de semana pasado recordó a esos meses previos a unos comicios con el terreno político caldeado. PSOE Podemos -envueltos ya en una lucha de baja intensidad que no fracture la coalición- desplegaron músculo. Lo mismo hizo Santiago Abascal que dejó claro que su pugna será con Pablo Casado. El PP no parece interesado en dar pábulo a esa batalla. Su objetivo a abatir, sostienen, es otro: Pedro Sánchez.

"No miramos a Vox porque no es nuestro adversario. Nuestro adversario es Pedro Sánchez", ha sentenciado este lunes el portavoz nacional de los popularesJosé Luis Martínez-Almeida. El dirigente conservador ha asegurado que no pretenden gastar "ni un minuto" debatiendo con la formación de ultraderecha y que están centrados en ofrecer a los españoles un proyecto alternativo al Gobierno de socialistas y morados. No quieren entrar a echar un pulso, pese a que las provocaciones de los ultras no faltan.

En Madrid, la misma ciudad que gobierna Martínez-Almeida, Abascal se dio un baso de masas el pasado domingo. Consciente de que sus posibilidades de crecimiento están en el electorado del PP, el líder ultra arremetió duramente contra Casado. "No llegará a ningún Gobierno porque a los españoles no se les puede mentir", clamó ante varios miles de ciudadanos que acudieron a la presentación de la 'Agenda España' de Vox. Lejos de quedarse ahí, Abascal tachó al líder del PP de "burdo relevo" del y le acusó de defender la misma "ideología progre".

Entre las andanadas de los ultras se coló también la entrevista que Casado dio al diario El Mundo. La portada de este periódico, con una foto del presidente del PP sonriente, bajo un entrecomillado que rezaba "España se encamina a la quiebra, estamos abocados al rescate", fue carne de cañón para Vox y Cs. El partido ultra lo usó como ejemplo, junto a otra entrevista a Isabel Díaz Ayuso en el ABC, de cómo los conservadores han ofrecido siempre "publicidad institucional en medios a cambio de 'artículos positivos'".

La estampa también fue utilizada por Ciudadanos para arremeter contra el PP. "Aunque quieras que tu país se vaya al garete para gobernar sobre cenizas, es conveniente disimular", le afeó el diputado naranja Guillermo Díaz a través de Twitter en un mensaje que fue replicado por la cuenta del partido. Además, avisó que con esa actitud se perjudica a "todos aquellos a los que les importa más su país que un partido". Los reproches le han llegado hasta de Podemos, donde recuerdan que las medidas "austericidas", "calamitosas" y "desastrosas" supusieron 'de facto' un "rescate".