Los Bomberos de la Generalitat han logrado controlar este domingo por la tarde el incendio que se declaró el viernes en el Parque Natural del Cap de Creus, en Girona, y que ha calcinado 415 hectáreas de terreno forestal.

El fuego, el más importante del año en Cataluña, fue causado, según las primeras investigaciones, por el lanzamiento de una colilla desde un vehículo en marcha, y obligó a desalojar en un primer momento a más de 350 personas de varias urbanizaciones y del camping Port de la Vall.

Todas ellas han podido regresar ya a sus casas, que no han resultado afectadas por las llamas.

Durante la noche, la bajada de las temperaturas y el aumento de la humedad relativa, junto con una tramontana que ha soplado de forma moderada, han permitido a los Bomberos avanzar en las tareas de extinción, perimetrar toda la zona quemada y dar por estabilizado el incendio a primera hora de la mañana.

Aunque temían por si el viento reavivaba las llamas, los bomberos han estado trabajando todo el día sobre el perímetro para detectar posibles puntos calientes y, a las 20 horas, lo han dado por controlado.

Más de 155 efectivos de emergencias, entre ellos varios medios aéreos, han actuado a lo largo de la jornada sobre la zona afectada.

"Que no haya humo no quiere decir que no haya fuego", ha subrayado el jefe del operativo de los Bomberos, Ferrán García, que ha explicado que los esfuerzos de los efectivos se han centrado hoy en apagar por completo dos focos "críticos": uno en la cabecera del incendio principal, el que avanzaba hacia la Vall de Santa Creu, y otro en un fuego secundario que bajaba en dirección a Selva de Mar.

Precisamente, para minimizar el riesgo de que resurjan las llamas, los bomberos han desplegado una línea de agua -mangueras- de doce kilómetros que perimetra toda la zona del incendio y que permite llegar rápidamente a cualquier punto en caso de reavivarse el fuego.

Según el último balance de los Agentes Rurales, las llamas han calcinado 415,61 hectáreas de superficie de los municipios de Llançà (75,97 hectáreas), El Port de la Selva (296,64) y Selva de Mar (43).

De estas, 402 hectáreas pertenecen al Parque Natural del Cap de Creus, un espacio de especial protección medioambiental ubicado junto al mar, en el Empordà.

En el dispositivo de extinción, además de bomberos, han participado efectivos del Grupo Operativo de Apoyo con la unidad del Sistema de Emergencias Médicas, así como Mossos d'Esquadra, Protección Civil, Agentes Rurales, Agrupaciones de Defensa Forestal, Policía Local, ambulancias, Cruz Roja y técnicos de los ayuntamientos de Llançà y Port de la Selva.

Once aeronaves del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico han formado parte también de todo el operativo.

Además de este incendio, los Bomberos de la Generalitat han tenido que hacer frente este domingo a otros dos fuegos de menor envergadura.

En Camarasa (Lleida), las llamas han quemado unas dos hectáreas de masa forestal, mientras que otro incendio declarado esta tarde en L'Ametlla de Mar (Tarragona) ha obligado a cortar la autopista AP-7 y la carretera N-340 y ha interrumpido el servicio ferroviario.

Protección Civil ha desactivado este domingo el plan de prevención de fuegos forestales INFOCAT debido a la evolución favorable del incendio del Cap de Creus, si bien mantiene la prealerta en catorce comarcas catalanas por el riesgo de fuego.