Twitter es un arma de doble filo para los políticos. Pocos son los que no se acaban cortando y la mayoría lo hacen, precisamente, por no saber cortarse.

Hoy tenemos un claro ejemplo en el caso de Fernando Llopis, diputado de Ciudadanos en les Corts Valencianes por la provincia de Alicante, muy pródigo en soltar chascarrillos en la red del pájaro azul.

El que ha lanzado este mediodía se le ha vuelto en contra, ya que ha querido mofarse de Podemos con un meme de más que dudoso gusto y los tuiteros le han dado a probar de su propia medicina con respuestas en su mayoría mesuradas, elegantes y no por ello faltas de contundencia.

Llopis se burlaba de las ministras Ione Belarra e Irene Montero al presentarlas como ignorantes:

Las reacciones han ido casi todas en la misma línea de censurar su actitud, sobre todo en estos momentos en los que su partido tiene bien poco de qué presumir:

  • "Fernando, de verdad? Estando tu partido como está?? Después de lo de "la playa de Madridy la debacle en las últimas elecciones, es que ni deberíais ni sacar la cabeza, menos para hacer un intento de gracia como este. Llamarte patético y triste se queda corto", le soltaba un tuitero.

Otro le pagaba con una hiriente moneda de sarcasmo:

Los hay también severos pero muy correctos en las formas:

  • "Si como diputado no respeta a las instituciones del Gobierno de España en la forma de sus ministras, ¿cómo espera que se le respete a usted?"
  • "Fernando, cuando publicas estas cosas te degradas a ti mismo. Hay motivos de crítica, seguro que los hay, pero esto es de una bajeza moral increíble. Yo que tú, lo borraría".

Llopis no ha tenido a bien aceptar esa moción. Ya se sabe que no llevan bien en su partido lo de las mociones.

Se pueden leer más mensajes con una buena carga de profundidad:

  • "Las pruebas de acceso al PP cada vez son más ridículas".

Lo dicho. Un ejemplo bien gráfico del sabio dicho del que va a por lana y sale trasquilado. Esta expresión alude a la antigua pena de trasquilar a cruces, condena que se aplicaba a los blasfemos y judíos. A este castigo el Concilio IV de Toledo lo llamaba Turpiter decalvare.

Cuarto Concilio, con el palote a la izquierda de la V, diputado Llopis.