Los abogados del presidente de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc), Luis Pineda, han pedido en el juicio su absolución de la supuesta extorsión a bancos y cajas de ahorros y han mantenido que ha sufrido un montaje encargado por el BBVA al excomisario José Villarejo.

La Audiencia Nacional ha reanudado este lunes el juicio del caso Ausbanc, en el que el fiscal pide 116 años de prisión para Pineda, 25 para el secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad; 12 para Virginia López Negrete, abogada de la acusación ejercida por este sindicato en el caso Nóos, y entre 16 y 64 años para siete exdirectivos de la primera asociación. Están acusados de extorsionar a bancos, cajas de ahorros y empresas para no publicar informaciones desfavorables y para retirar acusaciones en causas judiciales, como la seguida contra la infanta Cristina en el caso Nóos, a cambio de importantes cantidades de dinero camufladas con convenios de publicidad en publicaciones de la asociación y en la compra de sus informes.

Durante la jornada de este lunes han comenzado su informe los abogados de Pineda, Miguel Durán y Luis de las Heras, que han presentado diversos documentos que constan en la causa en la que se investiga la trama delictiva supuestamente encabezada por el excomisario de la Policía Nacional José Villarejo.

A juicio de los defensores de Pineda estos documentos demuestran que el caso Ausbanc se inició a raíz de una falsa denuncia anónima presentada por el BBVA en el marco del encargo que esta entidad bancaria realizó a Villarejo para espiar y "destruir" a Pineda y a Ausbanc -que estaba ganando causas judiciales por cláusulas abusivas bancarias- a cambio de una cantidad de dinero. Han añadido que en virtud de este encargo Pineda ya fue investigado de forma ilegal desde 2012, antes de que la Fiscalía y el Juzgado comenzaran sus investigaciones.

Luis de las Heras ha señalado que en el domicilio de Rafael Redondo, socio de Villarejo, se incautaron dos carpetas con información del encargo del BBVA al grupo Cenyt, la empresa del excomisario, en relación a Pineda y Ausbanc. Ha añadido que además consta que el 7 de enero de 2015 tuvo lugar una reunión en el complejo de la Policía Nacional de Canillas en Madrid en la que participaron el entonces director general de la Policía, Ignacio Cosidó, otros altos mandos de la Policía y tres representantes del BBVA para abordar la estrategia a seguir contra Pineda y Ausbanc.

De las Heras ha relatado que en la misma Villarejo dijo que era necesario presentar una denuncia anónima ante la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional, según se desprende en la causa en la que el excomisario está siendo investigado.

Por otra parte ha denunciado que estando ya Pineda en prisión provisional, tras ser detenido en 2016, el BBVA encargó a Villarejo seguir espiando a Pineda y generar noticias falsas relativas a que su defendido encabezaba un cártel de sicarios para acabar con la vida del expresidente del banco Francisco González. A juicio de Luis de las Heras el actual equipo directivo del BBVA decidió retirar su personación como acusación en esta causa antes del comienzo del juicio al detectar estas irregularidades por parte de la anterior dirección del banco.

Este lunes también han emitido sus informes los abogados de las acusaciones, ejercidas por Podemos, Bankia -actualmente Caixabank-, Credit Services y un abogado que trabajó en Ausbanc, que han pedido diferentes penas de cárcel para los acusados.

El abogado de Podemos ha estimado que Ausbanc estafó entre 2010 y 2015 más de siete millones de euros de cuotas y donaciones que obtuvo de sus socios y adheridos, que "creyeron el engaño de formar parte de una asociación sin ánimo de lucro en defensa de consumidores y usuarios". Por ello ha reclamado que los acusados indemnicen a los afectados, que "forman una masa indeterminada" de miles de personas entre socios, adheridos y donantes.

El representante de Podemos ha destacado que los acusados ocultaron a los socios de Ausbanc los acuerdos extrajudiciales a los que llegaban con los bancos y los ingresos que obtenían fruto de los convenios de publicidad y venta de informes, que desviaban en beneficio propio. Ha añadido que muchos bancos y cajas accedían a las amenazas de Ausbanc y pagaban a esta asociación porque así se beneficiaban al evitar más demandas y que la asociación no hablara mal de estas entidades en sus publicaciones y en los medios de comunicación.