El secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, rechaza negociar con prisas la formación de un nuevo Govern con ERC y asegura que no especularán con la posibilidad de convocar nuevas elecciones, por lo que invita a ERC a gobernar en minoría si así lo quiere.

En una entrevista que publica este domingo el diario "La Vanguardia", Sànchez repasa las negociaciones entre Junts per Catalunya (JxCat) y Esquerra Republicana (ERC) para la formación de un nuevo gobierno catalán, para lo que ya han mantenido "14 o 15 reuniones", explica.

"No pedimos tiempo para castigar a ERC, en absoluto. Tenemos que hacerlo bien para ofrecer estabilidad y acción de gobierno. Y de no llegar a un acuerdo ya encontraríamos la manera de no ir a elecciones", asegura el dirigente de JxCat desde la cárcel de Lledoners, donde cumple condena por el juicio del "procés".

"Dije que no especularíamos con elecciones: si quieren, que gobiernen en minoría", afirma contundente Sànchez quien rechaza entrar "deprisa y corriendo" en un Govern sin solucionar sus diferencias con los republicanos para poder "pasar página".

Sobre el acuerdo que ya han alcanzado ERC y la CUP, el secretario general de JxCat explica que hay cosas "asumibles y otras no", entre las que cita "desaprovechar la colaboración público-privada para la prestación de servicios", algo que considera "un error".

Sobre la renta básica reflexiona: "Podemos discutir sobre la conveniencia o no de implantar la renta básica, pero la pregunta es cómo la pagaremos".

En cuanto al Consell per la República y el papel que debe tener el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, reconoce que tienen dos visiones diferentes que deben complementar, aunque niega que pretendan controlar al futuro president desde este organismo.

"Creemos -propone- que tiene que haber una dirección colegiada a cinco (ERC, Junts, CUP, ANC y Òmnium) de la estrategia independentista, vinculada al Consell per la República".

Puigdemont, asegura Sànchez, "está inmerso en un proceso de denuncia y de internacionalización del conflicto", aunque avisa: "Está determinado, eso sí, a mantener la presidencia en el exilio y ese reconocimiento".

Subraya el rechazo de JxCat a la mesa de diálogo, "solo la quieren 33 de los 74 diputados independentistas", y denuncia "la nula voluntad" del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hacia este mecanismo de negociación.

Para Jordi Sànchez, es importante decidir qué harán si la mesa no tiene éxito y cómo lograr "por la vía de la no violencia, forzar al Estado a aceptar una negociación real", sin poner plazos: "Yo no haré como la CUP, que ha dado dos años", señala. 

ERC blinda el pacto con la CUP

Por su parte, la secretaria general adjunta y portavoz de ERC, Marta Vilalta, ha garantizado que el acuerdo que los republicanos han alcanzado con la CUP se cumplirá íntegramente y que no se modificará ningún punto tras el eventual pacto de Govern que lleguen con Junts: "La CUP no debe temer nada".

"Es un acuerdo y los acuerdos están para cumplirlos", ha afirmado en una entrevista de Europa Press, y ha defendido que se puede hacer compatible este acuerdo con el eventual pacto de Govern que los republicanos lleguen con Junts para investir al candidato de ERC a la Presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès.

Lo ha dicho después de que la portavoz de la CUP en el Parlament, Eulàlia Reguant, advirtiera en una entrevista de Europa Press que, si se modifica algún punto del acuerdo, los 'cupaires' harán otro debate interno y que pueden acabar retirando su apoyo a Aragonès, que esto "no será responsabilidad de la CUP", y también avisó a ERC de que algunos perfiles de Junts no responden al giro a la izquierda que defienden para el nuevo Govern.

Vilalta ha argumentado que el acuerdo con la CUP es bueno tanto para afrontar la crisis como para avanzar hacia la independencia, y ha insistido en que el compromiso de ERC es seguir trabajándolo y mejorando: "Estamos muy satisfechos de este acuerdo".

Ha defendido que será compatible con el plan del nuevo Govern que pacten con Junts y ha asegurado que no ve "ninguna línea roja" que la formación de Carles Puigdemont no pueda asumir, ya que, según ella, en las reuniones con ellos no les han transmitido que algún punto programático pueda ser un obstáculo para desencallar la investidura.

Sin embargo, en el pleno de investidura del lunes, la portavoz de Junts en el Parlament, Gemma Geis, dijo que su proyecto para Cataluña se aleja de lo que plantea el acuerdo entre ERC y la CUP, y afirmó que no le interpelaba este pacto.

Geis criticó especialmente el plan piloto para impulsar una renta básica universal, que se incluye en el acuerdo, ya que advirtió del impacto presupuestario que puede tener para las finanzas de la Generalitat, pero Vilalta ha replicado que "la renta universal se hará".

"Este punto que hemos pactado, como el resto de puntos del acuerdo entre ERC y la CUP, está para cumplirse. Y en este caso, desplegar un plan piloto en relación a la renta básica universal entendemos que es una manera de superar y poner fin a la pobreza extrema de muchísima gente, de poder garantizar un mínimo vital para muchísimas personas que nos permitiría dar un salto adelante en la calidad de vida de muchísima gente", ha añadido.

Aunque admite que la Generalitat no tiene los recursos disponibles para aplicar ya una renta básica universal, cree que iniciar un plan piloto puede suponer "un salto en un futuro"

Además, la dirigente republicana ha avisado a Junts de que los resultados electorales han dejado claro que "el centro de gravedad del independentismo ha virado hacia las izquierdas" y que esto también se debe reflejar en las políticas del nuevo Govern.

Para garantizar que el Govern cumpla el acuerdo con la CUP, también por parte de las consellerias que lidere Junts, ha destacado que el pacto incorpora mecanismos de coordinación y seguimiento que implicará al "conjunto del Govern; no solo es un acuerdo de partidos, estará asumido por todo el futuro Govern".

Mesa de diálogo

El pacto entre ERC y la CUP también da dos años de margen a la mesa de diálogo y sitúa 2023 para evaluar si está funcionando o si se debe acelerar un nuevo embate con el Estado, y cree que esto tampoco será un problema para Junts.

Pese a que no es partidaria de poner fechas ni plazos al proceso independentista, ha razonado que estos dos años de margen no son para finalizar la mesa de diálogo, sino para analizar en qué punto se encuentra porque la solución al conflicto no se puede demorar 'sine die': "No puede durar eternamente"

Reparto del Govern

Preguntada sobre el reparto de las consellerias del nuevo Govern entre ERC y Junts, Vilalta ha apostado por encontrar un equilibrio entre ambas formaciones, pero que no debe pasar necesariamente por invertir los cargos actuales, es decir, que los republicanos se queden con los departamentos que ahora tiene Junts, y a la inversa, que es una de las opciones que hay sobre la mesa en las negociaciones.

Para ella, es necesario que el Govern no se divida entre lo que es de un partido y de otro, y que no se entienda "como un reparto de poderes entre dos formaciones", como admite que ha sucedido en la última legislatura, sino que cree que hay que aplicar una mirada transversal para que los departamentos trabajen conjuntamente independientemente de quien los lidere.