El excomisario José Manuel Villarejo abandonó en la tarde de este miércoles la cárcel madrileña de Estremera en la que ha estado internado desde el 3 de noviembre de 2017, según él, para que no hablara. El juez de la Audiencia Naciona Manuel García-Castellón decretó este miércoles la puesta en libertad del principal imputado del 'caso Tándem', en el que se investigan las cloacas policiales, tras recibir un escrito en este sentido de la Fiscalía Anticorrupción ante la imposibilidad de que se le juzgara antes de que cumpla el máximo de cuatro años de prisión preventiva previsto en la ley. El policía jubilado, a punto de cumplir 70 años, aprovechó la presencia de medios a la puerta de la cárcel para lanzar un aviso a navegantes: declarará siempre que sea llamado y "las cloacas no generan mierda, la limpian".

El cambio de actitud fiscal, que hasta recurrió en súplica la libertad ya acordada por la Sala de lo Penal en tres de la treintena de piezas abiertas en su contra, se produce justo cuando la Sección Cuarta rechazaba su impugnación y fijaba el inicio de la vista oral de las piezas Land, Iron y Pintor para el 13 de diciembre, un mes y 10 días más tarde de que Villarejo hubiera cumplido los cuatro años de cárcel como preventivo. El principio acusatorio obliga al magistrado acordar la puesta en libertad con las medidas cautelares también solicitadas por el ministerio público: comparecencias diarias en el juzgado y retirada de pasaporte, prohibición de salir del país y obligación de comunicar cualquier cambio de domicilio.

Podemos, que ejerce la acusación popular en alguna de las piezas, ha manifestado que "cuesta entender" la puesta en libertad, porque considera que "existe un riesgo alto de fuga", extremo que el propio Villarejo ha desmentido al abandonar el centro penitenciario.

Un juicio, una absolución

El procedimiento más avanzado para que el excomisario, internado en la cárcel madrileña de Estremera desde 2017, pueda ser juzgado es el formado por la unión de las piezas Iron, Land y Pintor y el comienzo de la vista oral ha sido fijado para el 13 de diciembre, lo que supone que Villarejo quedará en libertad un mes y 10 días antes. El único motivo por el que podría permanecer preso es que antes de esa fecha hubiera sido ya condenado en alguno de los procedimientos abiertos en su contra. En el único juicio que se ha celebrado contra él, el de las injurias al exdirector del CNI Félix Sanz Roldán, fue absuelto.

La causa de Iron, Land y Pintor se juzgará de forma conjunta y precisamente la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional acaba de rechazar el recurso de Anticorrupción contra su decisión de dejarle en libertad en ella.