El vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, ha salido este miércoles en defensa de los Mossos d'Esquadra y el resto de cuerpos de seguridad ante los "actos vandálicos", si bien se ha mostrado abierto a debatir cambios en el modelo policial cuando haya un nuevo Ejecutivo.

En su comparecencia ante la Diputación Permanente en el Parlament, Aragonès ha condenado "sin paliativos" los disturbios violentos de las últimas semanas a raíz del encarcelamiento del rapero Pablo Hasél, y ha recalcado que "la violencia nunca es el camino, nunca resuelve nada, solo empeora conflictos y aleja su resolución".

Actos violentos por parte de "grupos minoritarios", como el ataque a la comisaría de Mossos en Vic (Barcelona) o la quema de una furgoneta de la Guardia Urbana en Barcelona, ha subrayado, "no están amparados por el derecho a la manifestación".

"La violencia no es ni un derecho ni una forma de protesta democrática y muchas veces juega en contra del ejercicio pleno del derecho a la manifestación" porque se acaba hablando "más de los disturbios que de las causas de fondo", ha señalado.

Aragonès ha hecho hincapié en que hay que abordar también las "causas" de fondo que motivan el "malestar social" que subyace en las protestas. Ir "a la raíz de los problemas", según Aragonès, implica "no cerrar los ojos" ante la precariedad y las desigualdades fruto de la actual crisis económica y social y ante las situaciones que provocan la "ley mordaza" o el "delito de injurias a la Corona", que coartan a su entender el "derecho a la libertad de expresión". "El Estado español no es la mejor democracia del mundo, ni mucho menos", ha afirmado Aragonès, que aspira a ser investido presidente de la Generalitat.

Precisamente la CUP, uno de los partidos independentistas cuyos votos quiere asegurarse ERC para investir a Aragonès, ha sido muy crítica en las últimas semanas con la actuación de los Mossos en las protestas, con sucesos como la pérdida de un ojo por parte de una manifestante por el posible impacto de un proyectil de foam.

Aragonès ha garantizado que se están investigando esos hechos y se "dirimirán responsabilidades si se demuestra que ha habido una actuación negligente" por parte de algún agente, pero ha pedido "no criminalizar" a todo el cuerpo de los Mossos ni "poner en cuestión su profesionalidad".

Tras remarcar que es "más necesaria que nunca la formación de un Govern fruto de las elecciones" del 14F, se ha mostrado abierto a "hablar del modelo de orden público e introducir si hace falta modificaciones a través del consenso" parlamentario.

Pero ha pedido llevar a cabo este debate "desde la serenidad y con la participación de todas las partes implicadas e interesadas", con responsabilidad, excluyendo "la batallita de bajos vuelos" y una vez "Cataluña disponga de un Govern nuevo en plenitud de sus funciones".

Aragonès ha iniciado su intervención expresando su "solidaridad y apoyo" al presidente del Parlament, Roger Torrent, y al resto de miembros independentistas de la Mesa de la cámara catalana, contra quienes la Fiscalía ha interpuesto una querella. "Las querellas judiciales contra el compromiso democrático no detendrán la voluntad de este país", ha advertido.