La Fiscalía Anticorrupción ha recurrido por "improcedente" la decisión de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional de poner en libertad al excomisario José Manuel Villarejo en las tres piezas del caso Tándem por las que será juzgado en primer lugar, si bien permanece preso por las otras que aún se están investigando.

En su recurso, la Fiscalía lamenta que la sección cuarta de lo Penal, que juzgará estas tres piezas, haya acordado su puesta en libertad "de modo notoriamente precipitado", sin tener en cuenta que se trata de un único procedimiento en el que se investigan graves delitos.

Tomar ahora esta decisión, asegura, "resulta improcedente al no haber desaparecido ni el riesgo de fuga ni el riesgo de reiteración delictiva, en relación a los múltiples delitos" que se le atribuyen y por los que está en prisión provisional desde noviembre de 2017.

Unos delitos, añade, que no solo se ciñen a esas tres piezas (Iron, Land y Pintor), y por eso la decisión "parte del erróneo presupuesto de que esta Sala haya asumido únicamente la competencia" del enjuiciamiento de esas tres partes, que surgen de un único procedimiento que se ha dividido en una treintena de piezas.

Por eso, la Fiscalía entiende que no se le debe otorgar al enjuiciamiento de esas tres piezas "un tratamiento distinto" al procedimiento.

"Un único procedimiento, cuya estructuración en piezas separadas sirve objetivamente a una más ágil administración de justicia" -lo que, a su juicio, beneficia a los encausados-, y "con independencia de que unas piezas se encuentren en fase de instrucción y otras de enjuiciamiento".

La Fiscalía tampoco entiende que esta decisión se haya tomado de oficio por la Sala sin que lo pidiera el propio Villarejo y que haya sido acordada con una mínima motivación en la que además no se han tenido en cuenta parámetros como el riesgo de fuga, la reiteración delictiva o el arraigo personal o laboral -recuerda que está jubilado-.

También reprocha a la Sala no haber dado a la causa la agilidad propia de los procedimientos con preso preventivo, y considera que su decisión "no es una opción responsable" porque al no figurar Villarejo con esta condición en la causa que será juzgada, esta se convierte en "ordinaria" y deja de tener una "tramitación preferente", es decir, se ralentiza.

Algo que preocupa a los fiscales, dado que el plazo máximo legal permitido para que un investigado esté en prisión provisional (4 años) se cumple para Villarejo el próximo mes de noviembre.

Es, según la Fiscalía, "el mundo al revés" porque se ha acordado la libertad de Villarejo precisamente en el procedimiento que está más próximo a juicio -aunque siga en prisión por otras piezas- algo que tildan de "incongruente" dado el "incremento del riesgo de fuga" que sigue evidenciando la investigación.

A esto se suma el riesgo "cierto y elevado" de reiteración delictiva, sobre todo cuando Villarejo "seguía controlando desde la prisión una ingente documentación" para "lucrarse" y "chantajear tanto a particulares como a las instituciones del Estado" mediante su "difusión programada" y "obtener así su impunidad o, al menos a corto plazo, su libertad", recuerda la Fiscalía.

Estos hechos motivaron un registro en la celda de Villarejo en el marco de una nueva pieza separada, en la que también está imputada su mujer.

Además de pedir a la Sala que revoque su decisión, la Fiscalía quiere que la situación personal de Villarejo sea únicamente competencia del juez que le investiga, Manuel García Castellón.

Para acordar la libertad, los magistrados valoraron que Villarejo lleva en prisión provisional más de tres años y que el delito más grave por el que se le acusa en estas piezas es el de cohecho, que contempla una pena máxima de seis años de prisión.

Por eso, algunas partes en la causa no descartan que Villarejo pueda quedar en libertad al vencer en noviembre el plazo de los cuatro años en prisión preventiva sin que se haya emitido la sentencia por el que será su primer juicio.