El PSOE y Unidas Podemos coinciden en considerar los resultados de las elecciones en Cataluña como un refuerzo de su Gobierno de coalición para seguir avanzando en la hoja de ruta de la legislatura y frente a una derecha que ven en declive y que auguran que va a seguir largo tiempo desorientada.

La jornada después de que el candidato del PSC, Salvador Illa, se convirtiese en el más votado aunque empatado en escaños con ERC, tanto en el entorno del Ejecutivo como en las direcciones de algunos partidos se han analizado en clave nacional esos datos.

Fuentes de la parte socialista del Gobierno han resaltado su interpretación de que Sánchez fue uno de los triunfadores de los comicios después de que se evidenciase su acierto en la apuesta por Illa como cartel electoral del PSC. Por eso aseguran a Efe que sale reforzado su papel al frente del Gobierno incluso si Illa no consigue ser elegido president, al tiempo que, de cara al futuro, estiman que la recuperación del voto socialista en Cataluña no será "flor de un día" y puede resultar clave cuando haya nuevas citas con las urnas.

Sánchez ha presidido la Ejecutiva Federal del PSOE que ha analizado los resultados y que ha pedido a PP y Ciudadanos que rompan todos los pactos que tienen en las diversas administraciones con Vox porque estiman que queda demostrado que sólo benefician a la ultraderecha y se ponen en riesgo los fundamentos de la democracia.

Pese a ver consolidado a Sánchez, en Moncloa son conscientes de que las dificultades para sacar adelante sus propuestas durante la legislatura van a continuar y confían en que ERC siga dando respaldos más que puntuales.

Desde Ferraz se ha lanzado un guiño al partido de Oriol Junqueras expresando su satisfacción por el hecho de que dos formaciones "con raíces, de las de mayor solera y que abogan por el diálogo", como Esquerra y el PSC, hayan sido las más votadas. La principal apuesta entre los socialistas sigue siendo un acuerdo de izquierdas entre esos dos partidos y en Comú Podem, aunque son conscientes de la dificultad de que se convierta en realidad después de que ERC se comprometiese a no pactar con el PSC.

Unidas Podemos también desearía un acuerdo de izquierdas en el que se ven determinantes, pero en cualquier caso ven robustecido el Gobierno de coalición. Así lo ha afirmado su coportavoz, Isa Serra, tras haber mantenido En Comú Podem sus ocho escaños frente a los vaticinios de que esa representación descendería. De la misma forma, cree que ese apoyo les hará más fuertes para hacer cumplir el pacto suscrito con los socialistas en Madrid.

En Moncloa se había enmarcado en la campaña del 14F la estrategia de Pablo Iglesias y de Unidas Podemos de tensionar la relación entre los socios con declaraciones como en las que puso en duda la normalidad democrática en España, y aunque esperan que disminuyan los roces, ven probable que el líder del partido morado "siga buscando titulares".

Pero frente a esa incógnita y los problemas que seguirán teniendo en el día a día de la legislatura para aprobar iniciativas, los socialistas resaltan que el PP y Ciudadanos han quedado muy tocados y observan una derecha en declive que queda desorientada por sus malos resultados y por el éxito de Vox. "Casado lo va a tener muy difícil en la próxima sesión de control del Congreso", se apunta a Efe desde el entorno de Sánchez al tiempo que se considera que el Partido Popular queda difuminado en estos momentos como alternativa de Gobierno.

El equipo de Casado, que reunirá el martes a su dirección para analizar lo ocurrido en Cataluña, niega que esté en cuestión su liderazgo porque los resultados aseguran que no son extrapolables a todo el ámbito nacional y recalca que seguirán trabajando para forjar una alternativa sensata y moderada frente a Sánchez. Culpan del fracaso a la abstención y al presidente del Gobierno, al que acusan de "juego sucio" y de dar alas al separatismo. Además, no creen que el hecho de que les haya superado Vox genere conflictos en los gobiernos autonómicos de Madrid y Andalucía, donde el partido de Santiago Abascal condiciona desde fuera al Ejecutivo.

Tampoco la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, se plantea su dimisión ni el cese de otros responsables del partido, aunque algunos dirigentes han anunciado que pedirán un cambio de estrategia y de equipo.