La Policía Local de Chirivella, en Valencia, ha empezado a sancionar a los estudiantes que, a la entrada o salida de los centros, incumplen la normativa vigente de un máximo de dos personas no convivientes juntas en la vía pública. Ya se han impuesto siete multas.

La Concejalía de Educación de Chirivella remitió hace unos días un escrito a la comunidad educativa del municipio en la que reconocía su «enorme esfuerzo» por garantizar la seguridad en los centros escolares y que se cumplan las medidas sanitarias contra la covid: distancia entre los pupitres, mascarilla, aplicación de geles desinfectantes, grupos burbuja...

¿Pero qué ocurre a la entrada y salida de colegios e institutos? El ayuntamiento explica que lleva observando, desde hace semanas, las «actitudes irregulares» en las cercanías de los centros, con grupos que superan las dos personas no convivientes -tal como reza el último decreto de la Generalitat-, además de no mantener la distancia y, en ocasiones, estar sin mascarilla.

Por este motivo, en su carta, la regidora de Educación, Encarna Martí, pedía la colaboración a padres, madres y profesorado, para trasladar al alumnado, sobre todo a los mayores que acuden solos a clase, la necesidad de cumplir la normativa vigente, más allá de las cuatro paredes del colegio o el instituto. «Os pedimos que facilitéis la tarea policial y que nos ayudéis a concienciar al público más joven de las consecuencias de no cumplir las reglas covid. Os pedimos colaboración para hacer entender a los miembros más jóvenes de la sociedad que el virus también les afecta y que, inconscientemente, pueden ser transmisores de contagios y de daños irreparables en otras personas», pedían desde el ayuntamiento.

De la pedagogía a las sanciones

Desde el pasado lunes, la Policía Local de Chirivella ha aplicado una labor pedagógica en los alrededores de los centros educativos del municipio, sobre todo a la salida, advirtiendo a aquellos que estaban incumpliendo las normas, que serían sancionados en los días posteriores si persistían en su actitud de no respetar el decreto de la Generalitat, vigente hasta el 15 de febrero.

Desde el jueves, los agentes han pasado de las palabras a los hechos y ya han sido sancionados, al menos, siete estudiantes por no acatar que las reuniones de no convivientes en la vía pública no pueden superar las dos personas, aunque se trate de alumnado que pertenece a una misma clase.

El propio alcalde, el socialista Michel Montaner, ha anunciado que están sancionado a la población más joven que «incumple la prohibición de más de dos personas convivientes en la vía pública. Lo siento pero el esfuerzo del personal sanitario y docente no puede desecharse a la salida de los institutos».