El Ministerio de Sanidad ha aprobado un protocolo sobre la secuenciación genómica del SARS-CoV-2, una guía para trabajar en la incidencia de las variantes genéticas del virus y en la identificación de nuevas variantes, que puedan ser de interés para la salud pública.

Según informa Sanidad, el documento, elaborado por la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta, dependiente de la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial, permite avanzar en la determinación de estas variantes, que es normal que aparezcan en un virus.

La mayoría no proporcionan una ventaja selectiva ni suponen cambios que alteren su comportamiento o patrón de infección, pero pueden darse casos en los que algunas variantes aumenten su transmisibilidad o virulencia, o permitan al virus escapar a la acción de los anticuerpos neutralizantes generados tras una infección natural o la administración de una vacuna.

Por ello, es importante para el control de la pandemia, según subraya Sanidad, añadir la secuenciación genómica a la vigilancia epidemiológica del virus.

Para integrar esa secuenciación genómica en el sistema de vigilancia se debe establecer una red de laboratorios que desarrolle las capacidades de secuenciación.

Esta red, a la que se refiere el protocolo, estará coordinada por Sanidad en colaboración con el Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III, que actuará como nudo central en lo relacionado con aspectos científico-técnicos de la secuenciación y la armonización de procedimientos.

Para la identificación y seguimiento de las variantes circulantes en España se fija un procedimiento; también se establece un método para que la información se integre en el Sistema de Vigilancia Epidemiológica, y además se incluye una guía para la toma, envío y manejo de muestras.

El documento se ha redactado en consonancia con las recomendaciones europeas e internacionales.

El Centro Europeo para la Detección y el Control de Enfermedades (Ecdc) ha propuesto varias medidas de salud pública para contener la transmisión comunitaria de variantes de interés, que se reflejan en el protocolo como la detección precoz de la circulación de las variantes mediante secuenciación genómica en grupos diana.

También se establece la determinación de la incidencia de casos de dichas variantes en la población, el seguimiento de casos y contactos intensificado en personas con vínculos epidemiológicos conocidos en zonas con importante circulación de las variantes de interés, y las posibles restricciones de movimiento a estas zonas.

El documento, según el ministerio, estará permanentemente en revisión en función de la evolución de la pandemia y de la información nueva que se disponga de la infección por SARS-CoV-2.