Al vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, le han llovido las críticas, de derecha e izquierda, por comparar el exilio del expresident de la Generalitat Carles Puigdemont con el de los republicanos víctimas de la dictadura franquista.

El líder de Podemos aseguró este domingo en una entrevista con La Sexta que Puigdemont es un "exiliado" porque está en Bruselas por "llevar sus ideas políticas a un extremo" y no por robar, por lo que su situación se puede comparar con el exilio republicano mientras que el rey emérito sí es un fugado.

La portavoz de Podemos, Isa Serra, ha matizado las palabras del líder de su partido y ha defendido que Puigdemont es un exiliado, pero que comparar su situación con el exilio republicano no implica equipararlo.

"Esto no lo dice Pablo Iglesias: hasta la RAE dice que un político que ha salido del país por defender determinados planteamientos políticos, planteamientos que no compartimos, es un exiliado", ha recalcado.

El símil no ha gustado a los socialistas, socios de Gobierno de Podemos. Desde el PSC la portavoz parlamentaria, Eva Granados, le ha acusado de "banalizar" el exilio de los republicanos y su sufrimiento.

"Los populismos siempre tratan de reescribir la historia", ha advertido por su parte el primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni (PSC), que ha puesto el acento en que los exiliados "escaparon de una dictadura impuesta tras un golpe militar" mientras Puigdemont "huyó de la justicia tras quebrar el Estado de Derecho".

En la misma línea el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, no ve "ninguna equiparación posible", porque el exilio republicano se debe a "un Gobierno profundamente ilegítimo que hurtó el Gobierno democrático a los ciudadanos españoles y que provocó el exilio, el dolor y la muerte" mientras que ahora hay democracia.

El PP, principal partido de la oposición, califica a Iglesias de "caballo de Troya" que busca destruir la democracia española.

La expresión es del candidato del PPC a la Generalitat, Alejandro Fernández, quien también critica a los socialistas por "no mover un dedo" para corregir o echar a Iglesias del Gobierno, pese a que "diversas voces del PSOE" se muestren "escandalizadas".

La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha tachado las palabras de Iglesias de "insulto para todos los españoles que se vieron obligados a abandonar su país por defender la libertad".

"Comparar a un prófugo de la justicia de una democracia con exiliados de la dictadura es una indignidad", agregó en Twitter la líder de Ciudadanos.

También el eurodiputado naranja Luis Garicano ha cargado contra el vicepresidente, por "sabotear" a España con "payasadas" y trivializar el exilio.

En Twitter abundan también contrastes como el hecho por Garicano entre las condiciones de vida de los exiliados republicanos y la casa de Puigdemont en Waterloo.

Vox se ha unido a las críticas por las "comparaciones horrendas" y considera que Iglesias "ha perdido el juicio", aunque, ha apostillado el diputado Jorge Buxadé, "juicio político no ha tenido nunca".

Puigdemont le defiende

Sólo el propio Puigdemont y Junts per Catalunya (JxCat) han respaldado las palabras del líder de Podemos. En Twitter, el expresident ha señalado que Iglesias merece "respeto y agradecimiento" porque quiere "una sociedad que resuelva sus conflictos políticos por la vía de la política".

"La criminalización y la deshumanización de los disidentes políticos es una actitud incompatible con la democracia. Pablo Iglesias se ha desmarcado de esta narrativa. Esto no lo hace cómplice de ninguna estrategia independentista", ha remarcado Puigdemont.

Además, la portavoz de Junts per Catalunya (JxCat), Elsa Artadi, ha pedido a Iglesias pasar de "las palabras a los hechos" y no solo "sacar la bandera de los posibles indultos cuando hay presupuestos o comicios en Cataluña".