La palabra más repetida este martes por el Gobierno tras el Consejo de Ministros ha sido "prudencia". Iba dirigida, sobre todo, a Podemos, socio del PSOE en la coalición, con quien en los últimos días se multiplican los choques: por la extensión del llamado escudo social, la legislación laboral (con el salario mínimo y el cálculo de las pensiones como puntos en discordia) y la actitud frente a la Monarquía, un sensible asunto en el que los morados exigen "explicaciones" a Felipe VI por la conducta de su padre, el rey emérito Juan Carlos I, y defienden un referéndum sobre la república. La parte socialista del Ejecutivo se ha revuelto contra las posiciones de la formación que lidera Pablo Iglesias. "No disparemos" contra la Monarquía, ha dicho el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, porque podría "derrumbar todo" el andamiaje institucional.

Hasta ahora, el PSOE, socio mayoritario, que ostenta la presidencia y todos los ministros considerados de Estado, había intentado minimizar las discrepancias con Podemos sobre la Corona. El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, siempre defiende a Felipe VI, insiste en que las "culturas políticas" de socialistas y morados son "distintas" y pide diferenciar entre la Monarquía y los comportamientos de Juan Carlos I, que la semana pasada pagó casi 680.000 euros a Hacienda para evitar un proceso judicial por gastos no declarados con tarjetas opacas. Pero esta vez el ministro de Justicia ha ido más allá.

"Estamos jugando con la idea de nuestro modelo de Estado y es un arco de bóveda del que podemos quitar una pieza y que se derrumbe todo", ha señalado el titular de Justicia, que ha pedido "prudencia" y "tranquilidad" a Podemos. "No disparemos, porque podemos hacernos daño", ha avisado el ministro. "Es imprescindible que el Gobierno salvaguarde todas las instituciones amparadas por la Constitución", ha añadido, a su lado, la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero.

Los choques

Las advertencias se han producido horas después de dos sonoros choques entre los socios. A primera hora de la mañana, fuentes de Podemos han acusado a la vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera, de negarse a prohibir los cortes de suministros a los más vulnerables. Ante el ataque, Montero ha anunciado que el Gobierno iba a tomar esa medida contra la pobreza energética. Pero también ha dejado patente su malestar con los morados, al reclamar que el "debate", aunque "rico", debe tener lugar dentro del Consejo de Ministros. "Es imprescindible trabajar con discreción", ha insistido.

En el Congreso de los Diputados, mientras tanto, el PSOE ha vuelto a unir sus votos a la derecha para impedir que fuese aprobada la petición de Podemos de crear una comisión de investigación parlamentaria sobre Juan Carlos I. Los morados han acusado a los grupos que han rechazado la iniciativa de “reírse en la cara de la ciudadanía”.

Hasta ahora, la Moncloa intentaba quitar hierro a estas divergencias, argumentando que los ataques a la Monarquía venían de Podemos, el partido, y no de sus miembros en el Gobierno. Pero el distinto tono empleado este martes indica que algo puede estar empezando a cambiar.