El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz ha destacado que los mensajes sobre el chófer del extesorero del PP Luis Bárcenas que le atribuye el que fuera su segundo, Francisco Martínez, y que le incriminarían en la Operación Kitchen, no aparecieron en el volcado de su teléfono móvil según consta en un informe policial.

La defensa del exministro, que ejerce el abogado Jesús Mandri, hace estas consideraciones en un escrito en el que responde al que presentó Martínez ante el juez del caso Kitchen lamentando la decisión de citar a los notarios ante los que protocolizó esos mensajes.

En el escrito, Fernández Díaz defiende la decisión del magistrado y señala que la sombra de la duda sobre las actas notariales en las que quedaron registrados esos mensajes no la ha sembrado "esta defensa".

Defiende así que el juez les haya llamado a declarar como testigos la próxima semana y recuerda que ha sido la Fiscalía la que ha pedido investigar a uno de los notarios, Alberto V., por un presunto delito de violación de secretos.

El letrado recalca la "amistad" que une a Martínez con este notario, al que el juez ha abierto unas nuevas diligencias y las has remitido a un juzgado de Mahón (Menorca) -donde tiene la Notaría- dado que el 11 de marzo de este año, dos días después de que se le comunicara la causa y la obligación de guardar secreto, se puso en contacto con el exnúmero 2 de Interior.

En este sentido, destaca la conversación que ambos mantuvieron en la que Martínez le hacía indicaciones para borrar ciertos mensajes el pasado 11 de marzo, "día en que fue remitido el mandamiento judicial y dos días después de que se requiriera judicialmente al Consejo General del Notariado".

En el careo al que se enfrentaron por sus versiones opuestas sobre esos mensajes, Martínez señaló que lo que le pidió ese día al notario era borrar un chiste verde y comentarios subidos de tono, pero Fernández Díaz incide en que a lo que se refiere es a borrar un determinado chat porque Vela le pregunta cómo se borra un chat y Martínez "le da instrucciones".

La defensa apunta también que "de las actuaciones se desprende que el Sr. Martínez no acostumbraba a borrar los chats y conversaciones mantenidas con otras personas, algunas de contenido muy sensible" como las que mantuvo con imputados, como el excomisario Enrique García Castaño, y que "ponen de manifiesto que estaba informado de la tramitación de esta causa y muy preocupado por su posible imputación".

Su móvil fue intervenido el 13 de marzo, prosigue el escrito, y ahí aparecían esas conversaciones, siendo "precisamente los únicos mensajes que 'borró'", los que sostiene que recibió del exministro y que no aparecieron en el teléfono tras su volcado. Mensajes que protocolizó ante dos notarios, "lo que resulta extraño y sorprendente", subraya la defensa.

También pone en duda la versión de que decidiera registrarlos ante notario por el enfado que le provocó la reacción de Fernández Díaz en medios de comunicación al aparecer el nombre de Martínez en la investigación de la Operación Kitchen, sobre el espionaje a la familia del extesorero del PP.

A su juicio, sus comparecencias ante los notarios se debieron a la declaración incriminatoria que prestó contra él García Castaño, por lo que cree que no fueron fruto de una "reacción enfadada" sino de una "reacción preocupada".

En el careo que ambos mantuvieron, Fernández Díaz negó -como ha hecho su defensa desde su imputación- haber enviado los mensajes que Martínez protocolizó ante notario y cree que pueden haber sido manipulados, algo que niega tajantemente Martínez, quien durante el careo aseguró: "No soy 'hacker' ni falsificador".