El líder de Vox, Santiago Abascal, visitó este jueves Tenerife donde aseguró que "no existe voluntad política para acabar con la crisis migratoria" que vive Canarias, ya que según denunció algunas de las medidas que ha puesto en marcha el Gobierno de Pedro Sánchez "provocan un efecto llamada de la inmigración ilegal". El dirigente del partido de extrema derecha manifestó, antes de mantener una reunión con empresarios, que se había trasladado hasta las Islas para "conocer de primera mano la situación", en un momento en el que ya han llegado a Canarias más de 20.000 personas por vía marítima y lamentó que el Archipiélago tenga que enfrentarse a una nueva crisis que se une a la económica y sanitaria que se vive en el conjunto del país.

Abascal argumentó que medidas como la renta mínima, el recibimiento en 2018 del buque Aquarius en Valencia con 630 migrantes a bordo o insistir en el argumento de que "España necesita para solucionar el problema de natalidad y de las pensiones importar millones de inmigrantes, en lugar de ayudar a las familias españolas a que tengan más hijos", está provocando un efecto llamada en los países de origen de estas personas.

Por eso, insistió en que el Estado "debe utilizar todos los medios de los que dispone" para hacer frente a esta crisis y recalcó que "tenemos claro que los barcos de la Armada deben patrullar las aguas cercanas a Argelia, Marruecos y Mauritania" para interceptar las embarcaciones antes de que lleguen a aguas españolas y llevarlas de vuelta a los puertos seguros más cercanos en sus países de origen, expresó.

Cuestionado por las declaraciones del jefe del Estado Mayor de la Armada, el almirante Teodoro López Calderón, que resaltó la semana pasada que la función de la Armada, en caso de encontrarse con vidas en peligro en el mar, sería la del rescate, Abascal comentó que esta es solo "la opinión de un general" no de toda la Armada y afeó a la ministra de Defensa, Margarita Robles, que no se haya pronunciado ella misma al respecto. Por eso, insistió en que la Armada debe patrullar lo más cerca posible de estos países para poder devolver las pateras a sus puertos "y que se vean obligados a aceptarlo o a decir a la comunidad internacional que no están dispuestos a aceptar a sus nacionales2.

En caso de que estas embarcaciones fuesen interceptadas en aguas españolas "habrá que traerlas a España", pero recalcó que sus ocupantes "deberán permanecer en centros de internamiento para extranjeros antes de proceder a su deportación". El diputado nacional calificó como "un escándalo" que estos países estén poniendo trabas a las repatriaciones y recalcó que España no puede estar dispuesta a "mantenerlos de por vida". "Lo que no podemos aceptar es que esto se convierta en la norma y que a España pueda entrar cualquier ilegalmente", sostuvo.

Actuar con contundencia

Abascal aseguró que para frenar el efecto llamada es necesario mandar a África un mensaje contundente "para que todo el mundo tenga claro que quien entre en nuestra patria de forma ilegal nunca va a ser regularizado en España". Bajo su punto de vista, "ese es el único mensaje válido para detener de una vez por todas la inmigración", una situación en la que consideró "todos son víctimas", menos los políticos "que no viven los problemas que vive el pueblo español".

Para Abascal, la inmigración debe producirse "en función de las necesidades de la economía nacional" y cuestionó que en esta situación de grave crisis económica "necesitemos en estos momentos más inmigración". Además, resaltó que esta inmigración tiene que realizarse de forma legal y “en función de la capacidad de adaptación de las poblaciones migrantes” ya que para Abascal "no es lo mismo acoger a quienes vienen del continente africano con una distintas lenguas y culturas muchas veces contrarias a nuestra forma de vivir", que recibir inmigración procedente de "nuestros hermanos hispanoamericanos".

El líder de Vox reconoció que "no hay soluciones mágicas" para la inmigración pero apuntó que su partido ha venido “a poner propuestas encima de la mesa”, algo que asegura no hace ningún otro partido ya que “algunos promueven directamente el efecto llamada y otros se encogen de hombros diciendo que no hay solución”.

Santiago Abascal fue recibido a las puertas del Hotel Escuela por más de un centenar de simpatizantes que con banderas de España, cánticos y consignas trataban de apagar los gritos de los menos numerosos manifestantes antifascistas que se congregaron en las inmediaciones del Estadio Heliodoro Rodríguez López para responder a la convocatoria del partido de extrema derecha.

El dirigente ha participado este viernes en una manifestación en la localidad de Puerto Rico y el sábado estará en otra en Lanzarote.