El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), dependientes de la ONU, ayudarán, con personal propio en Gran Canaria desde el próximo mes de enero, a gestionar la crisis migratoria que afecta a las Islas. Serán solo tres personas, una especie de 'observadores' que servirán de enlace directo con Naciones Unidas.

Las representantes en España de ambas entidades dependientes de la ONU, Sophie Muller (Acnur) y María Jesús Herrera (OIM), se reunieron este lunes con el presidente canario Ángel Víctor Torres para ofrecerle su ayuda y mostraron su predisposición a realizar un plan de trabajo conjunto para dar "una respuesta digna y humana" a esta situación de emergencia en materia de acogida, a la protección internacional que asista a estas personas, al respeto de los derechos humanos y al cumplimiento de las medidas anticovid-19.

Ambas delegadas visitarán durante tres días los "puntos calientes" de la inmigración en Gran Canaria y Tenerife, donde conocerán de primera mano la asistencia que se presta a las personas rescatadas de pateras y cayucos procedentes de África.

En lo que va de año, hasta el 15 de noviembre, han llegado 16.760 migrantes por vía marítima a Canarias, 15.263 personas más que en todo 2019, lo que supone un incremento de nada menos que un 1.020%, según datos oficiales del lunes del Ministerio del Interior.

Acnur y la OIM valoran las medidas que presentó el pasado viernes la ministra canaria Carolina Darias para rebajar la presión migratoria en las Islas, y quieren ver cómo pueden colaborar, si bien estiman que ha habido "cierto retraso" a la hora de habilitar los recursos para asistir a los migrantes. Entre otros sitios, Muller y Herrera visitarán el campamento de Arguineguín donde ayer seguían hacinadas 1.900 personas, en un espacio en el que caben 560. La Delegación del Gobierno informó que en torno a 200 iban a ser derivadas a establecimientos hoteleros, que albergan ya a unos 6.000 migrantes, pues aún se sigue acondicionando el antiguo polvorín del acuartelamiento de Barranco Seco, en Las Palmas de Gran Canaria, donde el Ejército ha montado 23 carpas con capacidad para 800 personas de forma provisional.

El traslado de migrantes de Arguineguín a este nuevo espacio será en días, exponen desde la Delegación, pero no resuelve la situación puesto el centro acogerá a estas personas las primeras 72 horas, pero luego ¿qué hacen con ellos y con los que están en los hoteles? La Delegación del Gobierno no da información al respecto, ni ha respondido a la reclamación de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT) para que se abran ya las instalaciones militares en desuso y se desalojen los hoteles de modo que puedan ser recuperados para el turismo.

La situación lamentable de los migrantes en Arguineguín ya está adquiriendo un protagonismo fuera de las fronteras nacionales. A la preocupación de Acnur y de la OIM se sumó ayer la visita sorpresa del Defensor del Pueblo al muelle de Arguineguín. Un equipo técnico de este organismo hizo una ronda de inspecciones por la red de acogida para comprobar el trato que reciben los inmigrantes, tras acumular denuncias de ONG internacionales, como Human Rights Watch, y del juez de control del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Gran Canaria, Arcadio Díaz Tejera.

Ya son muchas las voces que se alzan en las Islas por la situación en Arguineguín -Cruz Roja, CEAR, sanitarios, policía o abogados- y fuera de ellas, para condenar este campamento, bautizado como el de la vergüenza, y por la respuesta tardía e ineficaz del Gobierno de Pedro Sánchez y de la UE.

Este aluvión de críticas ha empezado a tensionar las relaciones entre los grupos de los gobiernos de España y de Canarias. El secretario de Relaciones con la Sociedad Civil y Movimientos Sociales de Podemos, Rafa Mayoral, aseguró el lunes que "se puede mejorar mucho todavía" la respuesta del Gobierno central ante la constante llegada de migrantes a Canarias y ve necesario "garantizar los derechos de todas las personas". El vicepresidente del Gobierno canario, Román Rodríguez, de Nueva Canarias, cree "inaceptable" la situación del muelle de Arguineguín y pide que "se activen las derivaciones" a otros lugares de España.

La ministra socialista Carolina Darias habló el pasado viernes de repatriaciones a los países de origen pero obvió citar los traslados a la Península, que al Estado parecen no gustarle por el efecto llamada que pueden producir o las protestas en otras comunidades. Las derivaciones quedan limitadas a madres con hijos. Hasta el presidente Ángel Víctor Torres, del PSOE como Pedro Sánchez, reclama el tránsito a la Península.

Ante el torbellino de denuncias públicas, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska -que visitó las islas hace diez días pero sin compromisos concretos-, aseveró ayer que el "Gobierno no va a permitir que Canarias sea la nueva Lesbos". El ministro se atrevió a afirmar en un programa de Antena3 que los inmigrantes "nunca están mas de 72 horas en el muelle" y que van a ser reubicados en cinco áreas militares. La realidad es que solo se está habilitando una de ellas a marchas forzadas, el polvorín de Barranco Seco, y las restantes han de ser reformadas y ni se sabe cuándo. El ministro indicó que ya se ha iniciado el retorno de inmigrantes ilegales gracias a las "relaciones intensas" de España con sus países de origen. Únicamente se han repatriado a 22 migrantes a Mauritania.

CC no tardó en reaccionar: el ministro "miente, falta a la verdad de forma intencionada para tapar la incapacidad de respuesta y la descoordinación que, hasta el momento, es lo que ha marcado la actuación del Gobierno central en este asunto". Coalición remarca que hasta el juez Arcadio Díaz Tejera ha certificado que hay personas que han permanecido en el puerto "hasta 24 días".

El presidente Ángel Víctor Torres avanzó el lunes al respecto que el ministro de Migraciones, José Luis Escrivá, volverá a las Islas esta semana. En la visita que hizo en octubre no aportó soluciones y se llevó muchas críticas.85 ocupantes de tres pateras, todos ellos varones magrebíes salvo una mujer, fueron rescatados en la tarde del lunes y trasladados al muelle de Arguineguin, donde por la mañana se llevó a otro grupo de 28 varones magrebíes de otra patera, lo que suman 113 personas, aunque las patrulleras seguían saliendo del puerto por la tarde noche por nuevas alertas. El registro de migrantes desde enero alcanza ya los 16.760, un 1.020% respecto al año anterior. Arriba, el muelle de Arguineguín. Al lado, las representantes de Acnur y la OIM, Sophie Muller y María Jesús Herrera.