Carles Puigdemont no será el candidato de JxCat a 'president' en las próximas elecciones catalanas. El plazo para tomar una decisión expiraba en la medianoche de este miércoles, y poco antes de las 21.00 el 'expresident' explicó sus planes. El aspirante a 'president' de la formación saldrá de unas primarias con tres participantes: Laura Borràs -la portavoz en el Congreso, que parte como favorita-, el 'conseller' Damià Calvet y el militante de base Joan-Ramon Colomines-Companys.

En un vídeo distribuido en las redes sociales, Puigdemont explicó que no será candidato a 'president' aunque quiere "liderar" al equipo de JxCat, y por eso ocupará un lugar en la lista. "Todos sabéis que la represión me impide ser candidato a la investidura, y no lo seré. Estaré en la candidatura, y trabajaré a fondo para garantizar que en la próxima legislatura podamos avanzar" hacia la independencia, afirmó. No aclaró qué posición tendrá en la candidatura, ni si quiere encabezarla.

Durante su comparecencia, Puigdemont dejó claro cuál será el mensaje de su formación durante la próxima campaña. "Cataluña necesita retomar el hilo del referéndum del 1-O. Expresamos nuestra voluntad de vivir en una Cataluña independiente. Solo podremos acabar el trabajo si el independentismo puede hacer un Govern fuerte, y ello depende en gran medida del resultado de JxCat", aseguró.

Presiones baldías

La decisión de Puigdemont tiene que ver con sus circunstancias personales. Aunque un sector de JxCat le presionó hasta el último momento, el 'expresident' lleva desde el 2017 instalado en Waterloo (Bélgica), y desde el año pasado es eurodiputado. En el caso de que el partido ganase las elecciones, el 'expresident' solo podría haber sido jefe de Govern si hubiera dejado su escaño en el Parlamento Europeo y vuelto a España, algo muy poco probable porque le espera una orden de detención. De hecho, la Eurocámara prevé reactivar el próximo lunes el procedimiento del suplicatorio para quitarle el escaño.

El escenario electoral de JxCat se fue aclarando a lo largo del día, cuando se confirmó que Borràs y Calvet serán candidatos, y también que no lo serán otros dos nombres del partido que habían sonado los últimos días, los 'consellers' Jordi Puigneró y Ramon Tremosa.

La situación judicial de Borràs

Pese a ser la favorita, el principal problema de Borràs es su situación judicial. Está pendiente de la investigación por la presunta adjudicación irregular a un amigo de 18 contratos por valor de 259.863 euros cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes, unos hechos que, según el Tribunal Supremo, podrían constituir presuntos delitos de prevaricación y malversación, entre otros.

Por su parte, Calvet, 'conseller' de Territori, también confirmó este miércoles su candidatura, y afirmó que antes de dar el paso comunicó a varios presos del 1-O -como Josep Rull y Jordi Turull- que iba a hacerlo.