La exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría habría ayudado al excomisario Jose Villarejo a organizar un dispositivo de espionaje en el Congreso entre 2009 y 2010, cuando era la portavoz parlamentaria del Grupo Popular, al introducir micrófonos para conocer los detalles sobre el nombramiento del director del CNI, según las grabaciones del expolicía.

En el sumario del caso Kitchen, al que ha tenido acceso la Agencia Efe, Villarejo habla con los empresarios Adrián de la Joya y Alberto Pedraza sobre la colaboración que le prestó la exvicepresidenta para meter en la cámara baja "equipos de rastreo".

"Tenemos todas las pruebas de la Soraya entrando en el Parlamento con electrónica, ¿me entiendes?", dice De la Joya a Villarejo, quien responde "¡Con mi gente!", a lo que el empresario añade "con su gente, para, para, para meter todo de micrófonos".

Más adelante Pedraza y Villarejo hablan sobre la posibilidad de montar "una operación contra la, contra la Soraya", en particular "hacer algún tal diciendo que, que Soraya nos ayudó a nosotros a meter en el Congreso los equipos" -propone Villarejo- sobre "quien iba, quien no iba, quien no se que, y como se hizo y que día...".

"Es la hostia la pava eh! Angelito", le responde Pedraza.

Para Asuntos Internos, el asunto estaba relacionado con "la colaboración que personalmente habría prestado (Sáenz de Santamaría) en el año 2009 o 2010 para que Rafael Redondo (socio de Villarejo) efectuase barridos con material electrónico en el Congreso de los Diputados".

Pero, además, en esa misma conversación, afirman tener "todas las pruebas de facturas falsas que hicieron con Paco Villar y el grupo parlamentario Grupo Popular" en el Congreso "para justificar unos pagos de la imagen de Soraya".

Toda esta información procedería de un "zulo" en el que al parecer Villarejo halló "documentación comprometedora para el Partido Popular y para altos cargos del mismo en posesión de Luis Bárcenas Gutiérrez y de su esposa Rosalía Iglesias Villar", según recoge un informe de la Fiscalía Anticorrupción. Ese "zulo" se ubicaría en un doble fondo de un armario situado en un local o estudio de arte vinculado a Rosalía Iglesias.

La orden para intervenir este lugar vendría del entonces director adjunto operativo de la Policía Eugenio Pino que habría encomendado tanto a Villarejo como al excomisario Enrique García Castaño "labores operativas" para obtener esta documentación por medio de Sergio Ríos, chófer de Bárcenas que entonces ejercía esa labor para Rosalía y que finalmente fue fichado como colaborador por Villarejo. En ese lugar, estarían también, "todas las grabaciones entre Bárcenas y el puto Rajoy hablando de toda la mierda".