Iñaki Urdangarin deberá esperar para disfrutar del tercer grado. La Audiencia Provincial de Palma ha decidido mantener en segundo grado penitenciario al exduque de Palma, que cumple una condena de 5 años y 10 meses por corrupción en la cárcel abulense de Brieva desde junio de 201.

El tribunal que condenó por el caso Nóos al cuñado del rey ha estimado los recursos de la Fiscalía contra las decisiones del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1 de Valladolid, que le concedió una progresión de grado a régimen abierto y salir de prisión un fin de semana al mes.

La fiscalía de Valladolid recurrió el pasado 10 de septiembre la decisión del juez de Vigilancia penitenciaria, al entender entre otras cuestiones que Urdangarin solo está facultado para recibir permisos de salida ordinarios, dado que todavía no ha cumplido la mitad de su condena, algo que ocurrirá el mes de mayo del año próximo.

Asimismo, el Tribunal ha dictado una segunda resolución en la que estima el recurso de apelación interpuesto por la Fiscalía contra el auto de 3 de septiembre dictado por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1 de Valladolid sobre la clasificación de grado de Iñaki Urdangarin. La Sala revoca la decisión del Juzgado y deja sin efecto la progresión al tercer grado penitenciario de Urdangarin, manteniéndose el segundo grado penitenciario.

La primera de las resoluciones que ha dictado el tribunal de la Audiencia, el mismo que condenó a Urdangarin, supone la anulación que aprobó la propia junta de tratamiento de la cárcel de Bieva, donde cumple condena, que otorgaba una salida de fin de semana al mes. Una salida que obligaba al interno a permanecer en el domicilio de su madre, pero que se justificaba como un intento de paliar la situación de soledad y aislamiento que padecía el marido de la infanta Cristina, ya que estaba cumpliendo condena en una cárcel de mujeres, sin ningún trato con los otros presos, por razones de seguridad. Este permiso fue aprobado también por el juez de vigilancia penitenciaria de Valladolid.

El argumento de la fiscalía sostenía que esta situación de aislamiento no había ocasionado un perjuicio concreto sobre Urdangarin, incidiendo en que ya venía disfrutando de tres salidas semanales al centro "Don Orione", donde realiza un trabajo de voluntariado y que además le ha propuesto un trabajo laboral para facilitarle la concesión del tercer grado.

El tribunal en su auto valora de una forma positiva el buen comportamiento que ha mantenido Urdangarin en prisión, pero incide también que aún falta mucho tiempo para que concluya de cumplir su pena, que no saldará hasta dentro de casi cuatro años. También valora la Sala las circunstancias especiales de este preso, sobre todo por el delito grave que cometió, por lo tiene muy en cuenta la alarma social que provocó este caso.

Sin embargo, la razón principal por la que el tribunal ha decidido revocar la decisión del juez de vigilancia penitenciaria de Valladolid, y anular todas las concesiones que le otorgó, es que en el expediente de este interno no hay un solo informe que señale que sufre algún tipo de afección psicológica por el hecho de que este aislado y sin contacto con otros reclusos. Ni tampoco aprecia el tribunal que efecto pueda tener en el tratamiento penitenciario que recibe dirigido a su reinserción la circunstancia de que pueda pasar un fin de semana al mes en casa de su madre.

El auto, sin embargo, recuerda que el grado penitenciario de cada interno puede ir valorándose cada cierto tiempo, pero considera que en estos momentos Urdangarin no merece su calificación de tercer grado, lo que le permitiría solo acudir a la cárcel a dormir, ni tampoco que disfrute de una salida de un fin de semana cada mes. Por tanto, el cuñado del Rey seguirá cumpliendo el mismo régimen que ha cumplido desde que entró, hace ya dos años, en la cárcel para cumplir la condena por el caso Nóos.