La corrupción sigue lastrando las siglas del PP dos años después de que una sentencia sobre el 'caso Gürtel' acabara con la vida política de Mariano Rajoy. El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón considera que el "operativo parapolicial" que se creó para robar a Luis Bárcenas pruebas de la caja b del PP estuvo formado por "órganos superiores y directivos de la Administración General del Estado". La fiscalía anticorrupción propone que se cite como investigados a María Dolores de Cospedal (entonces secretaria general del partido) y a Jorge Fernández Díaz (ministro del Interior en aquellas fechas). Además, en el escrito de anticorrupción se recogen una serie de mensajes entre varios interlocutores y Francisco Martínez, número dos de Fernández Díaz, y en uno avisó de que, si él era citado a declarar por este asunto, como así fue, también lo sería "probablemente MR", en referencia a Mariano Rajoy.

En la actual cúpula del PP, encabezada por Pablo Casado, la sensación es de desazón. "Por todo eso estamos nosotros aquí", llegó a afirmar este martes una estrecha colaboradora del nuevo líder de los populares en referencia a la caída de Rajoy. El dirigente conservador tenía acordada una entrevista con la web de 'El Mundo' al mediodía y no quiso aplazarla. "No tenemos por qué escondernos", insistieron en su equipo. Ante el micrófono, el sucesor de Rajoy lanzó un triple mensaje a la opinión pública, y a sus propias filas: prudencia, presunción de inocencia y el compromiso personal de seguir con la ejemplaridad.

"Diputado por Ávila"

Casado primero quiso marcar distancia temporal y apuntó que él entonces, cuando Interior supuestamente montó el operativo para sustraer documentos a Bárcenas, era solo "un diputado por Ávila, sin ninguna responsabilidad en el partido". Aunque los plazos son difusos porque la investigación sigue abierta. El juez considera que la 'operación Kitchen' se desarrolló "al menos" entre 2013 y 2015. Al menos. Y Casado entró en el núcleo duro del PP en enero del 2015, al ser elegido portavoz del comité de las elecciones municipales y autonómicas. Y a la ejecutiva del partido, oficialmente, accedió en junio de ese año, cuando fue nombrado vicesecretario de Comunicación.

"Son investigaciones judiciales de tiempos muy pasados", declaró en la entrevista. "Hay que reafirmar la presunción de inocencia", añadió antes de recordar que ni Cospedal ni Fernández Díaz, sobre los que la fiscalía ha puesto el foco, están ya en la ejecutiva del partido. Fuentes del PP recuerdan que Casado no quiso incluir al extitular de Interior en las listas de las elecciones europeas de mayo de 2019 y también admiten que a Cospedal se le invitó a dar un paso atrás en su momento. Fue en noviembre del 2018, cuando aparecieron unos audios en los que se escuchaba cómo el marido de la política (Ignacio López del Hierro, también investigado ahora junto a su esposa) usó presuntamente al excomisario José Manuel Villarejo para conseguir información de las investigaciones contra la corrupción del PP para intentar evitar que algunas causas prosperaran.

El choque con Sáenz de Santamaría

Cospedal apoyó a Casado en la segunda ronda de las primarias, cuando se enfrentó a Soraya Sáenz de Santamaría, un nombre que algunos exdirigentes del partido próximos a la exsecretaria general mientan estos días trayendo a la memoria el amplio poder que entonces tenía la vicepresidenta. Ahora, el actual líder del PP evita responder si Cospedal le ha decepcionado y muestra su deseo de que estas sombras queden "en nada".

El dirigente de los populares insistió en que su equipo "va a ser tremendamente firme para cumplir la ejemplaridad y la honorabilidad" que le reclamaron "los afiliados en las primarias". Además, insistió en que la fiscalía general está encabezada por Dolores Delgado, "exdiputada socialista, exministra de Pedro Sánchez" y que está "envuelta en un caso de extorsión policial, empresarial y periodística". Se refería Casado a los audios, también de Villarejo, en los que Delgado hacía comentarios machistas y homófobos.

En este punto, Casado también abundó en algo de lo que se queja a menudo: la diferente vara de medir que, a su juicio, tienen los medios de comunicación. "Por desgracia en el PP hemos visto mucho eco periodístico en fases iniciales de causas que al final han quedado en nada", declaró antes de referirse a los ordenadores de Bárcenas que se destruyeron, entre otros casos.

Fuentes del PP informan de que Cospedal y Fernández Díaz, a diferencia de Martínez, son afiliados y que, si ellos dos fueran imputados judicialmente, se les abriría un expediente informativo que se podría transformar en uno disciplinario si se produce señalamiento de juicio oral. Y la resolución podría ser la suspensión de la militancia. Poco más, aseguran en el núcleo duro de Casado, pueden hacer con unos hechos que ven de la era pasada.