Pedro Sánchez cambia el paso en la lucha contra el coronavirus. En esencia, no se mueve de su propósito de descargar toda la responsabilidad en las autonomías, al ser ellas las competentes en materia sanitaria, pero sí modifica el discurso, advirtiendo de que la situación ha llegado a un punto "preocupante" que exige estar "vigilantes" aunque "serenos". Pero sobre todo recupera la posibilidad de una nueva declaración del estado de alarma. No general, como cuando su Ejecutivo lo extendió el 14 de marzo, sino parcial, aplicado a una comunidad o a parte de ella. Ahora bien, serán las CCAA las que podrán solicitarlo si así lo requieren.

La herramienta, por tanto, está ahí. El Ejecutivo central, no obstante, no tomará la iniciativa, pero sí respaldará, con su mayoría parlamentaria -aunque insuficiente por sí misma-, a los gobiernos autonómicos que demanden la activación de la alarma. Adicionalmente, el Gobierno pondrá a disposición de las comunidades 2.000 militares para labores de rastreo de casos.

El presidente aprovechó el primer Consejo de Ministros tras las vacaciones, este martes, para intentar retomar el pulso político y salir al paso de las críticas, por parte de algunas CCAA y de la oposición, de inacción ante el virus. De ahí que se anunciara por sorpresa su comparecencia a primera hora de la mañana, que no estaba prevista, y que anunciara una batería de medidas a disposición de las comunidades, con la intención de controlar una escalada de contagios que no se frena y que ha hecho de España el país europeo con mayor incidencia acumulada (166,18 positivos por 100.000 habitantes, según las cifras comunicadas este lunes por Sanidad).

La evolución "preocupante" de la curva de infecciones obliga, justificó Sánchez, a una respuesta "más intensa" ante la amenaza del Covid-19, pero también "serena" dado que la situación epidemiológica y asistencial no es como la de la primavera, ya que las CCAA han aumentado considerablemente la capacidad de diagnóstico, puesto que se han realizado 5,8 millones de pruebas PCR, y se ha constatado un aumento del 168% en la práctica de test respecto a la existente a la finalización del estado de alarma. "No vamos a permitir que la pandemia se adueñe de nuestra vida", señaló. El propósito es "doblegar la segunda curva y, cuanto antes, mejor".

A partir de ahí, el jefe del Ejecutivo detalló el catálogo de medidas (materiales, digitales y jurídicas) que el Gobierno pondrá a disposición de las CCAA a partir de ahora. La más importante es el recordatorio a las comunidades de que pueden solicitar el estado de alarma en todo o en parte de su territorio, porque contarán con el apoyo del Ejecutivo para poder hacerlo.

"Si un presidente autonómico considera que necesita este instrumento, el Gobierno de España se abre a darles esta capacidad", aseguró. En correspondencia, los 120 diputados del PSOE y los 35 de Unidas Podemos apoyarían la demanda en la Cámara Baja, que es quien debe autorizarlo por mayoría simple, de modo que socialistas y morados necesitarían el respaldo de otros grupos. "Las solicitudes basadas en razones sanitarias fundadas y claras contarán con el respaldo del Gobierno y también de la mayoría parlamentaria que sustenta a este Gobierno", remarcó.

2.000 militares para el rastreo

En caso de que hubiera un nuevo estado de alarma, la autoridad competente de cada comunidad, explicó, será el presidente autonómico, como ocurrió ya en la fase 3 de la desescalada. Es decir, que el mandatario regional se convertiría en el mando único en su territorio, y sería él el que, junto con el Gobierno, compareciera ante el Congreso para someterse al control parlamentario, dar cuenta de la declaración de la alarma y, en su caso, de las sucesivas prórrogas.

Sánchez sí precisó que alarma no es sinónimo de confinamiento. Es decir, que igual que durante la desescalada se fueron ensayando distintos estados, desde el más restrictivo hasta el más liviano, ahora también puede ocurrir lo mismo. Defendió así que es una herramienta flexible, porque así lo prevé la Constitución en su artículo 116.

Además, el Gobierno reforzará los recursos materiales de las CCAA. "Hay 2.000 militares a disposición de las comunidades, sobre todo de quienes tengan mas dificultades, y ese número se podría aumentar", indicó. La trazabilidad de los contagios se ha probado como uno de los puntos débiles desde que arrancó la desescalada. El Gobierno ya avisó a las CCAA de que tendrían que contratar rastreadores para identificar rápidamente a los contactos de un positivo y aislarlo de manera inmediata, pero no todos los gobiernos autonómicos han hecho sus deberes, caso de Madrid. Y eso que, como recordó Sánchez, el Ejecutivo inyectará, desde julio hasta finales de año, un total de 16.000 millones del llamado 'fondo covid'.

"El miedo no nos debe paralizar"

Tras subrayar que la evolución pandémica "es preocupante" pero no homogénea, ha llamado a mantener la "serenidad" e impedir que el miedo "nos paralice" ya que, según ha proclamado, la situación está lejos de la de marzo. La "evolución no es buena y hay que atajarla", ha admitido, antes de hacer un llamamiento a la serenidad.

Desde el pasado viernes se registraron más de 19.000 nuevos casos en toda España, según los últimos datos ofrecidos por el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, quien este lunes reconocía que hay "un cierto nivel de transmisión comunitaria" en el país.