Las comunidades autónomas han marcado distancia con la oferta lanzada por Pedro Sánchez de solicitar al Gobierno la declaración del estado de alarma en sus regiones, porque por el momento no lo ven necesario y apuestan por sus estrategias, pero reforzadas gracias a la coordinación con el Ejecutivo.

El jefe del Ejecutivo ha trasladado este martes a las comunidades autónomas la decisión sobre el estado de alarma y ha invitado a los gobernantes regionales a pedir al Ejecutivo este instrumento si lo consideran necesario para contener la pandemia en sus territorios. "Si un presidente autonómico considera que necesita este instrumento (...), el Gobierno de España se abre a darles esta capacidad", ha dicho Sánchez.

Pero resulta que esta oferta es una posibilidad que ya recoge el artículo 5 de la ley orgánica que regula los estados de alarma, excepción y sitio, que señala que, "cuando los supuestos (...) afecten exclusivamente a todo o parte del ámbito territorial de una comunidad autónoma, el presidente de la misma podrá solicitar del Gobierno la declaración de estado de alarma".

Las reacciones al anuncio de Sánchez no se han hecho esperar y en el ánimo de los Gobiernos autonómicos no está el pedir la declaración del estado de alarma en sus regiones, al menos por el momento, pues se remiten a que la situación actual no lo demanda, pese al aumento exponencial de los contagios en todos los territorios del país.

Una situación que deja España como el país europeo con mayor incidencia de la Covid-19, con algunas regiones ya por encima del umbral de 120 casos por 100.000 habitantes, que establece el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades para catalogar un territorio como zona de alto riesgo.

Hasta el momento tan solo Madrid ha recogido el guante de Sánchez, aunque con muchas reservas y una línea roja a evitar, el confinamiento total.

Con una curva epidemiológica disparada en algunas áreas de la Comunidad de Madrid, su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, ha dicho que solicitará "todo aquello que haga falta" para "proteger la salud de los ciudadanos", si es "necesario", aunque ha sostenido que "no nos podemos permitir confinamientos".

"No se puede pasar del estado de alarma a la nada y a la ausencia, como ha ocurrido este verano, y de la nada y de la ausencia otra vez al estado de alarma. Tiene que haber una estrategia de país y confianza en las comunidades autónomas para que, en base a nuestra autonomía, según esa estrategia, caminemos juntos", ha reclamado la presidenta, cuya reacción no dista mucho de la manifestada por su homologo andaluz.

Ambos han abogado por puntos de encuentro intermedios con el Ejecutivo mediante "un proyecto común" y "con instrumentos", porque, como ha dicho el presidente de la Junta, Juanma Moreno, entre el estado de alarma, "muy restrictivo con las competencias de las comunidades", o "esta situación, en la que el Estado ha desaparecido", hay "un término intermedio".

Otras como la Región de Murcia o Cataluña han aprovechado para defender sus estrategias regionales de respuesta a la pandemia que no pasan por pedir ninguna intervención del Gobierno central.

El Ejecutivo autonómico murciano ha apuntado en un comunicado que "no está en pedir" esta figura porque la Región de Murcia está en estos momentos por debajo de la media nacional en incidencia acumulada, hospitalización e ingresos en la UCI de pacientes con coronavirus. "Seguiremos trabajando en su contención", ha añadido.

Así, en esta línea también Cataluña, la más contundente. La consellera de Salut, Alba Vergés, ha rechazado en rueda de prensa declarar el estado de alarma en la región al considerar que "no es una herramienta imprescindible" y que, de momento, no lo ve "en absoluto necesario".

Vergés ha apuntado también a los "inconvenientes" que a su juicio genera "la toma de decisiones" para las instituciones catalanas cuando se declara el estado de alarma, ya que algunas competencias pasan a formar parte del Estado, y ha defendido el plan de emergencia elaborado por el Govern al principio de la pandemia.

Poco después ha entrado es escena el president Quim Torra, quien, sorprendido por la propuesta del Gobierno, ha ironizado con que "ahora parece que el virus sí que entiende de territorios".

Por su parte, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha afirmado que "el Gobierno de Sánchez no puede echarse de nuevo a un lado".

"La solución no es ofrecer a las comunidades autónomas el estado de alarma para su territorio, figura que ya existe desde hace casi 40 años. Llevamos meses pidiendo una herramienta sin tener que recurrir al estado de alarma", ha escrito Mañueco en su perfil de la red social Twitter.

"Ya hemos demostrado que asumimos nuestra responsabilidad, no esquivamos nuestras obligaciones. No renunciaremos a ninguna herramienta para proteger la salud y la vida de nuestros vecinos", ha concluido el presidente de la Junta en un segundo mensaje sobre el mismo asunto.