La portavoz de JxCat en el Congreso, CongresoLaura Borràs, ha negado este jueves ser culpable de los delitos que se le atribuyen cuando estaba al frente de la Institució de les Lletres Catalanes y ha denunciado ser víctima de "persecución política" como independentista, con informes "inventados" por la Guardia Civil.

Borràs ha comparecido ante la Comisión del Estatuto del Diputado del Congreso para presentar sus alegaciones ante el suplicatorio enviado por el Tribunal Supremo para investigarla por presuntos delitos cuando dirigió la Institució de les Lletres Catalanes. "No soy culpable", ha subrayado en rueda de prensa, reproduciendo, según ella misma ha explicado, el inicio de su intervención ante la comisión parlamentaria, celebrada a puerta cerrada pese a su petición de que fuera pública.

La portavoz de JxCat en el Congreso ha dicho que en este proceso ha visto "arrollados" sus derechos fundamentales y se le ha aplicado la "presunción de culpabilidad", hasta el punto de "celebrarse un juicio público paralelo que es impropio de una democracia".

Por ello, se considera víctima de una "persecución política sin indicios de delito", que se ha convertido en una "pesadilla" para ella, porque cree que han "atropellado" sus derechos.

Tras dar por hecho que no va a tener "un juicio justo", ha pedido a los diputados que sean "valientes" y rechacen el suplicatorio, para que esta cámara no "degenere en un Congreso patriótico que anteponga la patria a la democracia".

"Ahora me afecta a mí, pero les puede ocurrir a cualquiera de ellos", les ha advertido Borràs, que ha dejado claro que no se plantea dimitir, porque esta causa "es una barbaridad".

Borràs ha considerado "indignante" que se intente "perjudicar" su nombre con una causa llena de "irregularidades procesales", una "construcción ficticia" a cargo de la Guardia Civil, una "ausencia absoluta de hechos o comportamientos susceptibles de ser perseguidos penalmente" y una Fiscalía que "no ha velado" por sus derechos.

"No soy ni ilusa ni cándida", ha afirmado Borràs, para quien los informes que la acusan "deberían constituir una prueba irrefutable para acusar a sus autores de faltar a la verdad", y que obvian que los trabajos que encargó y pagó cuando estaba al frente de la Institució de les Lletres Catalanes sí "se han realizado".

Borràs ha denunciado una operación para "enlodar" su reputación, por su relevancia como una de las caras visibles del independentismo, y ha esgrimido contradicciones entre el informe inicial realizado por los Mossos d'Esquadra, que concluyeron que "no había hechos delictivos", y los de la Guardia Civil.

A Borràs se la acusa de haber facilitado, cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes, la adjudicación presuntamente irregular de una serie de contratos a un amigo por valor de casi 260.000 euros, por lo que podría haber delitos de prevaricación, fraude a la administración, malversación y falsedad documental.