La gestión de las fronteras europeas y la libre circulación de personas dentro del espacio Schengen se ha convertido en motivo de tensiones entre los gobiernos de la Unión Europea que tratarán este viernes, durante una reunión de ministros de interior de la UE, de poner orden al caos de fechas y restricciones que imponen desde que la pandemia de coronavirus forzara en marzo pasado a cerrar los pasos fronterizos para evitar la propagación del virus.

A mediados de mayo, en su hoja de ruta para relanzar el turismo, Bruselas abogó por empezar a levantar gradualmente las restricciones. La comisaria de interior, Ylva Johansson, pedirá este viernes a los gobiernos de la UE que levanten todas las restricciones para finales de mes.

"Voy a proponer a los Estados miembros que levanten todos los controles fronterizos internos lo antes posible y creo que una buena fecha debería ser finales de junio", ha explicado Johansson en una entrevista con Euronews en la que considera que la situación hace pensar que "deberíamos levantar todas las restricciones en las fronteras . Bruselas basa su análisis la situación epidemiológica, que ha mejorado en muchos Estados miembros donde los ciudadanos han asumido la recomendaciones de distanciación social para luchar contra la propagación de la Covid-19, así como en informes recientes del Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) en los que desaconsejan los cierres de fronteras. "Teniendo en cuenta todo esto, en mi opinión, es hora de reabrir", sostiene la comisaria.

En su hoja de ruta presentada a mediados de mayo, la Comisión Europea ya recomendó a los gobiernos de la UE una reapertura gradual de las fronteras internas, empezando por aquellas situadas en zonas con un perfil epidemiólogico similar, con un enfoque flexible, proporcionado y sin discriminación entre los ciudadanos europeos. La coordinación, sin embargo, no parece sencilla dado el puzzle de fechas y restricciones que imponen los distintos Estados miembros en función de origen de los viajeros.

Puzzle de decisiones

Por ejemplo, Italia, uno de los países más golpeados por la pandemia, decidió reabrir sus fronteras a todos los viajeros del resto de Europa el pasado 3 de junio, en un intento por dar un empujón al sector del turismo. Austria, sin embargo, ha eliminado las restricciones, incluida la obligación de cuarentena, para todas las personas procedentes de sus ocho países vecinos -Alemania, Suiza, Eslovaquia, Eslovenia, República checa, Hungría y Liechtenstein, con la excepción de Italia porque "las cifras de la pandemia no permiten dar ese paso", decía esta semana el ministro de exteriores, Alexander Schallenberg.

También Croacia ha abierto sus fronteras a los ciudadanos de Alemania y a nueve países de Europa central y del este. Muchos de estos países, en los que la incidencia del virus es más baja, han cerrado abierdos bilaterales o regionales para posibilitar los movimientos. Es el caso de Hungría, que ya ha levantado las restricciones de viaje con Serbia y Eslovenia, y de la República checa que ya permite el tránsito sin restricciones con Eslovaquia y ampliará la situación a un total de 20 países europeos, todos salvo para las personas procedentes de Italia, Francia y Reino Unido entre otros que deberán someterse a un test o una cuarentena

Aperturas parciales el 15 de junio

El grueso de los Estados miembros, en todo caso, permitirán una cierta libre circulación a partir del 15 de junio aunque con excepciones y limitaciones. Grecia, otro destino turístico por excelencia en Europa, permitirá la libre circulación aunque los viajeros procedentes de países considerados de alto riesgo, como Reino Unido o España, deberán someterse a un test de coronavirus al llegar y pasar una cuarentena en caso positivo. Una decisión similar a la que ha adoptado Bulgaria que permite entrar a todos los ciudadanos europeos sin restricciones con la excepción de los procedentes de los países más afectados como España, Italia o el Reino Unido que están obligados a pasar una cuarentena. También en Eslovenia, por ejemplo, se exige una cuarentena para las personas procedentes de Italia.

Desde el 15 de junio también reabrirán sus fronteras Bélgica, siempre y cuando haya reciprocidad, y Holanda aunque solo permitirá de momento los viajes con una docena de países europeos -Bélgica, Bulgaria, Alemania, Estonia, Italia, Croacia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Portugal, Eslovenia y República checa- a la que espera de que otros destinos actúen con reciprocidad y permitan la entrada de ciudadanos holandeses. En todo caso, y tal y como recomienda la Comisión Europea en sus orientaciones, el Gobierno holandés tiene intención de permitir la entrada sin limitaciones de todos los países con un perfil epidemiólogico similar. Los viajeros procedentes de Suecia y Reino Unido tendrán que mantener una cuarentena de dos semanas si deciden viajar a Holanda.

Además de la situación de las fronteras interiores del espacio de libre circulación Schengen los ministros de interior también abordarán la prórroga o no de la prohibición de entrada a los ciudadanos de terceros países que expira este próximo 15 de junio.