El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha pedido este jueves a los partidos que trabajen conjuntamente por reformar el sistema fiscal para hacerlo más progresivo y acorde a la media europea, y ha llamado a sopesar el impuesto a las grandes fortunas, aunque ha entibiado su defensa.

En su primera comparecencia en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Congreso de los Diputados, el vicepresidente segundo del Gobierno ha llamado la atención sobre lo que para él es la "condición de posibilidad" para abordar la crisis: dotar a España de un sistema fiscal más redistributivo.

Un criterio que, según ha opinado, genera un "enorme consenso" en la sociedad española. "A nadie, vote al partido que vote, le parece sensato que el 10 por ciento más rico de la población española concentre más riqueza que todo el 90 por ciento restante", ha dicho.

Iglesias ha reconocido que no le correspondía a él detallar "los aspectos concretos" de la reforma fiscal y ha circunscrito a Unidas Podemos la propuesta de la denominada "tasa de reconstrucción" que consiste, ha dicho, en que quienes más tienen "arrimen el hombro" para salir de la crisis.

"Quiero tenderles la mano a todos los grupos parlamentarios para que impulsemos juntos, en el ámbito de los grupos de trabajo, una propuesta en la línea de reconstruir la justicia fiscal en España", ha pedido Iglesias, que considera necesario "dotar a España de un sistema fiscal más progresivo, porque esa es, sencillamente, la condición de posibilidad de la reconstrucción".

No ha rehuido el vicepresidente segundo a expresar su posición sobre las nacionalizaciones cuando el BNG y ERC han apuntado, respectivamente, que acometerlas podría ser una solución para Alcoa y la Nissan, que en el día de hoy ha anunciado el cierre de tres de sus plantas en Barcelona.

"Son perfectamente posibles en la Constitución Española", ha recordado Iglesias, que ha considerado que, ante todo, se debe velar por el interés general. Y no le convencerá, ha advertido, "socializar pérdidas" como, según ha recordado, sucedió con Bankia.

Una referencia al PP que se sumaba a la inicial, en la que el vicepresidente les ha pedido reconocer que se equivocaron con sus "7.000 millones de euros de recortes en sanidad", "ataques" que no deben repetirse y que en su opinión han debilitado a España para afrontar la pandemia.

"Tienen la oportunidad en esta comisión de reconocer que se equivocaron, de reconocer que nunca debieron recortar y privatizar la sanidad pública y deteriorar las condiciones de trabajo de sus profesionales, porque eso ha supuesto quitarle herramientas a España para enfrentar una emergencia sanitaria como la que estamos viviendo", ha dicho Iglesias a los populares.

Su portavoz en la comisión, Mario Garcés, ha recordado que ese Ejecutivo tuvo que cubrir una deuda de miles de millones en el sistema farmacéutico como consecuencias de las medidas de gasto del Ejecutivo anterior liderado por José Luis Rodríguez Zapatero.

"¿Quién paga la fiesta?", le ha espetado Garcés en alusión al gasto, además de asegurar que Iglesias necesita a "los pobres" para "justificar su discurso".

Además, la diputada de Vox María de la Cabeza Ruiz Solás ha censurado la gestión de las residencias de personas mayores, en tanto la representante de Cs en la Comisión Sara Giménez ha censurado el "fracaso" en la protección de este grupo de población.

Pero el debate en la Comisión ha quedado un tanto eclipsado por la tensión con Vox, un día después de que la portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, se refiriese a Iglesias como el "hijo de un terrorista" en respuesta a su apelativo de "marquesa".

Este jueves, Iván Espinosa de los Monteros ha abandonado la comisión tras escuchar estas palabras de Iglesias: "Les gustaría dar un golpe de Estado, pero no se atreven, porque para eso, además de quererlo, hay que atreverse".

Al ver marcharse de la sala al portavoz de Vox, Iglesias le ha indicado: "Cierre al salir".

Un rifirrafe que ha llevado al presidente de la comisión, Patxi López, a pedir disculpas a los ciudadanos por "algunos comportamientos innecesarios" vividos y que no se corresponden, ha reflexionado, con lo que la ciudadanía espera de una comisión que tiene por objeto dar respuesta en la crisis de la COVID-19.