Los agentes de la Guardia Urbana de Barcelona y examantes Rosa Peral y Albert López, condenados a 25 y 20 años de cárcel, respectivamente, por asesinar al novio de ésta en mayo de 2017, el también policía Pedro Rodríguez, han pedido que se repita el juicio o bien que se anule la sentencia.

En sendos recursos de apelación, a los que ha tenido acceso la Agencia Efe, los condenados solicitan a la sala civil y penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que decrete la nulidad del juicio y devuelva la causa a la Audiencia de Barcelona para celebrar un nuevo proceso o bien que revoque la sentencia, dictada en base al veredicto del jurado popular que los consideró culpables de asesinato con alevosía.

En el caso de López, su defensa, que ejerce el abogado José Luis Bravo, propone además que de forma prioritaria que se absuelva a su cliente por el delito de asesinato y le condenen por encubrimiento.

En el escrito de Peral, a quien se le aplicó el agravante de parentesco, su letrada Olga Arderiu alega que se han vulnerado derechos fundamentales a lo largo del juicio, en los que se le ha negado la tutela judicial efectiva y un proceso con todas las garantías, así como el derecho de defensa y presunción de inocencia.

La condenada así lo considera después de que el magistrado presidente del Tribunal del Jurado permitiera que la madrastra de sus hijas reprodujera, a través de mímica, lo que la mayor supuestamente le explicó sobre la noche del crimen a pesar de que la menor se había acogido a su derecho a no declarar.

En cambio, López esgrime que esta testifical le "perjudicó ostensiblemente" porque su declaración verbal hubiera podido demostrar que Peral y la víctima mantuvieron una "pelea conyugal", lo que "descartaba cualquier planificación", y que dicha riña se produjo cuando el condenado todavía no había llegado.

Tanto Peral como López alegan también la "falta de motivación del veredicto" ya que consideran que el jurado no argumentó sus tesis dada la falta de pruebas que demuestren la culpabilidad de uno u otro.

Peral y López, protagonistas del conocido como "crimen de la Urbana", fueron condenados a sendas penas de 25 y 20 años de prisión y al pago de 885.000 euros de indemnización, por haber matado a la pareja de ella en el marco de un triángulo amoroso, un asesinato que cometieron porque Rodríguez "obstaculizaba su relación y situación".