El ministro de Sanidad, Salvador Illa, tendrá la última palabra sobre qué territorios podrán cambiar de fase el próximo lunes 11, una decisión que el Gobierno hará pública el viernes por la noche o el sábado.

Así lo ha explicado este jueves en rueda de prensa el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, que ha precisado que Sanidad y las comunidades autónomas discutirán de forma conjunta sobre el cambio de fase en la desescalada, previa elaboración del informe técnico de la Dirección General de Salud Pública, pero la "decisión final" recaerá en Illa.

Aquellos que han pedido el avance de fase para el lunes 11 tendrán que conocer la aprobación o no en los próximos días, incluso en las próximas horas: "Entiendo que probablemente el viernes por la noche o el sábado tendrá que estar tomada la decisión", ha subrayado.

Simón ha insistido en que en esa petición de cambio de fase se deben dar dos criterios obligatorios para poder considerarla: la capacidad de responder si hubiera un pico de la enfermedad centrado en la capacidad de ingresos UCI y de camas para hospitalización de pacientes de coronavirus. "Si no ha tenido casos desde hace 14 o 28 días, está en posición favorable, pero si no tienen casos porque no hacen PCR o ninguna forma de diagnóstico, ese criterio no nos vale", ha matizado.

No obstante, el responsable sanitario ha explicado que "aunque los parámetros son fáciles de identificar, los umbrales y los puntos de corte" no se puede dar porque deben ser valorados en su conjunto. "Cada informe tendrá explicación de cómo se valoran en su conjunto, es lo más seguro para toda la población".

La capacidad de detección de los contagiosque se tendrán en cuenta a la hora de hacer los informes para la valoración, al igual que la capacidad de aislamiento de positivos y el seguimiento de los casos.

Se valorará junto a las comunidades autónomas, ha apuntado Simón, si existe suficiente capacidad en referencia a la situación epidemológica de cada territorio.

El experto ha lamentado que los servicios de salud pública y atención primaria "no han sido la joya de la corona durante muchos años" y ha aseverado que en las siguientes fases se tendrán que reforzar porque gran parte del control de casos va a recaer sobre ellos. "Las comunidades han de hacer el esfuerzo necesario", ya que son las responsables de su gestión, estructura y planificación de personal, ha advertido.

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias ha explicado que el plan de transición hacia la nueva normalidad establece un marco general de actuación y ha reconocido que cada comunidad autónoma tiene sus especificidades.

Por ejemplo, ha sostenido que las franjas horarias de buenas en el norte que en el sur, en el este que en el oeste, y por ello el Ministerio de Sanidad "lo valorará en breve" y planteará alternativas.

Igual que con las franjas, sucede con otras peticiones como la de la apertura de las playas que, según Simón, quedará regulada en un documento que se está preparando actualmente, aunque tampoco a él le corresponderá tomar una decisión, sino tan sólo dar su opinión.

Preguntado por si las playas con más viento podrían implicar mayores riesgos, el epidemiólogo no ha confirmado que este factor pueda tener "un peso importante", ya que podría incluso diseminar la posibilidad de que las personas puedan inhalarlo.

Simón ha evitado adelantar qué territorios podrán cambiar de fase, si bien ha hecho hincapié, en referencia a la Comunidad de Madrid, que los criterios para avanzar que evalúa el Ministerio son sanitarios, no económicos, y que son otros grupos los que tendrán que valorar si pesan más éstos que los sanitarios.

En cuanto al País Vasco, ha avanzado que "tiene una situación general relativamente buena", aunque en algunos territorios hay que valorarla "con más cuidado".