Tras haber sido condenada a 19 meses de prisión por los delitos de atentado a la autoridad, lesiones leves y daños durante una protesta contra un desahucio en 2014, la portavoz de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid, Isa Serra, defiende que las acusaciones en su contra son "falsas", y afirma: "Repetiría absolutamente todo lo que hice, y lo seguiré haciendo".

En una entrevista con la Agencia Efe, Serra se declara "absolutamente inocente" de los delitos que le atribuye una sentencia que tilda de "ejemplarizante" e "injusta", y por la que no se plantea dimitir, como ya le han exigido el PP y Ciudadanos.

"No voy a dimitir (...) estamos en la política para defender los derechos humanos y para tratar que, desde las instituciones, avancemos hacia un país con más justicia social, y creo que lo que se estaba haciendo ese día en ese desahucio era defender los derechos humanos, que es lo que hago en las instituciones", dice la parlamentaria.

Y añade: "Demuestro mi decencia, precisamente, manteniéndome firme frente a un ataque como este, y siendo fiel a lo que creo, a la verdad y a mis convicciones políticas, por las cuales me ha puesto en las instituciones la gente que me ha votado".

La sentencia

La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) condena a Serra a 19 meses de prisión e inhabilitación para el derecho de sufragio pasivo, y le impone también una multa de 2.400 euros, que se suman a los 5.250 euros de indemnización a los dos agentes heridos en el intento de frenar aquel desahucio en el barrio madrileño de Lavapiés.

"No esperaba esta sentencia y la realidad es que me ha sorprendido", admite la diputada. Serra, que prevé recurrir la sentencia al Tribunal Supremo (TS), considera que el tribunal no respetó su "presunción de inocencia", al asumir "la declaración de tres policías" y rechazar "todas las pruebas documentales" aportadas por su defensa.

También lamenta que la doctrina aplicada por el TSJM la hace "responsable de todo lo que pasase ese día" por "supuestamente colaborar en un grupo" del que ella, asevera, "no formaba parte", lo cual "sienta un precedente terrible", a su parecer, respecto al derecho de manifestación.

El tribunal, que la absolvió del delito de desórdenes públicos, considera probado que Serra formaba parte del grupo de personas que, al término del desahucio, increpó e insultó a los agentes de policía destinados a la zona, hasta el punto de obligarles a retroceder para protegerse del aluvión de objetos que les lanzaban.

"La acusada, además de proferir insultos a los agentes, procedió también a dar empujones y lanzar objetos contundentes a los mismos", explican los magistrados, que recuerdan que, como consecuencia de estos episodios, dos agentes municipales resultaron heridos.

Dice la sentencia que "la acusada, integrándose en los grupos de personas (...) que increpaban, insultaban y acosaban a los agentes, profirió insultos dirigidos a los agentes en general, así como en particular a una agente de Policía Municipal".

A esta le dijo: "Eres cocainómana", "mala madre, hija de puta, con todo lo que hemos luchado las mujeres, contigo se pierde todo, no te quieren ni tus propios compañeros", mientras que a otra agente le dirigió frases como "Hija de puta, puta, zorra; que te follas a todos los policías municipales"; "Vergüenza, si fuera tu hijo tendría que cogerte un arma y pegarte un tiro".

"Son unos insultos que me parecen una barbaridad y que cualquier persona que me conoce sabe que no he dicho", asegura Serra, quien insiste en que los vídeos aportados por su defensa al juicio la muestran "con una actitud pacífica y tranquila".

Respecto a la pena de inhabilitación, Serra entiende que no tiene carácter retroactivo, por lo se aplicaría "en un futuro". "En todo caso queda mucho para que vengan las siguientes elecciones, y tampoco tengo claro que me quisiera presentar", apostilla.

"La situación desgasta"

Serra reconoce que la situación que ha vivido en los últimos días, unida al "odio y la crispación" que observa en el ambiente político, "desgasta" y le hace "plantearse muchas cosas", pero cree que "dar un paso hacia atrás" supondría "regalarles demasiado" a quienes "tienen interés" en que Podemos "deje de estar en las instituciones".

Si bien, en su sentencia, los jueces del TSJM dejan claro que "no se ha juzgado a un representante de la clase política por el hecho de ser política" y que tampoco ha sido una supuesta "cabeza de turco", ya que otras personas han sido condenadas, Serra insiste en que ve "interés político" en un fallo que "no se entendería" si ella no estuviera en Podemos.

Y censura la "resistencia" del Poder Judicial "a todo avance democrático", afirmando que en este ámbito la Transición fue "muy superflua o muy débil" y que aplica "la disciplina social" en vez de "garantizar el ejercicio de los derechos por parte de la ciudadanía".

En cuanto a su frustrada petición de que se le retirase el aforamiento, respecto a la cual los jueces recordaron en la sentencia que requería la renuncia a su condición parlamentaria, Serra apunta que el aforamiento "no la beneficia" porque "si un tribunal politizado juzga a una persona de Podemos no es lo mismo que si juzgan a una del PP".

Si no prospera su pretensión ante el TS, la parlamentaria afirma que seguirá defendiéndose "hasta en el último lugar en el que pueda", sea el Tribunal Constitucional o el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, y recalca: "Yo la sentencia la voy a acatar cuando tenga que acatarla, pero voy a hacer lo posible porque la sentencia sea otra".

Por último, respecto a la polémica levantada después de que el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, protestara por la sentencia, la diputada comenta que es "absolutamente respetable" que un miembro del Poder Ejecutivo critique al Judicial.