La economía española ha experimentado entre este lunes y martes un primer retorno a la actividad, con los trabajadores de los servicios no esenciales reincorporándose tras 15 días de parón decretado. La construcción y parte de la industria han vuelto a activar máquinas en una 'deshibernación' nutrida, pero no masiva de miles de personas. Y con lagunas en muchos centros de trabajo sobre la si las empresas disponen del material necesario para garantizar que la curva de contagios no volverá a dispararse. No solo existen dudas entre patronales y sindicatos de los equipos suficientes para abrir, sino también de las existencias de EPIs suficientes para conseguir que la reapertura de estos días dure más allá de unas semanas. Especialmente entre las pequeñas y medianas empresas; que representan a la mayoría del tejido empresarial del país.

Con la festividad del lunes de Pascua de por medio, siete comunidades autónomas han recuperado parte de su actividad este lunes y otras ocho lo harán este martes. "Escalonado" es el adjetivo con el que ha definido el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, el ritmo de las operaciones. La actividad no ha pasado de 0 a 100; la economía no ha transitado del desconfinamiento total a la normal actividad. "No hay mucha más gente trabajando de la que había en los días anteriores", ha considerado el máximo dirigente de CCOO, Unai Sordo. Pues el volumen de trabajadores empleados en los servicios no esenciales es minoritario y ocupa a una de cada cuatro asalariados; según el INE. Y, por otro lado, millones de trabajadores continuarán suspendidos de empleo y sueldo mediante un erte. Estos superaban los tres millones de afectados en toda España a fecha del viernes y durante el fin de semana, como mínimo en Catalunya, la estadística ha seguido creciendo.