El Consejo General del Poder Judicial, el Ministerio de Justicia, la Fiscalía General del Estado, las comunidades autónomas con competencias transferidas, los funcionarios, los colegios de Abogados, de Procuradores, los notarios y los registradores€ Que tantos participantes se coordinen para que la justicia responda ante la situación generada por la pandemia del coronavirus y tener prevista una estrategia para cuando todo acabe no parece una empresa fácil. De momento parece que se está logrando y la única crítica, al menos visible, que se ha producido ha sido la reprobación del presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, formulada por los seis sindicatos mayoritarios de funcionarios.

El órgano de gobierno de los jueces, del que dependen disciplinariamente los jueces, pero en cuya actividad jurisdiccional no puede inmiscuirse, durante las primeras semanas del confinamiento se mostró muy activo, a través de su comisión permanente, al ir dando diversas instrucciones sobre la aplicación de los servicios esenciales que corresponden a la justicia, que básicamente consisten en asistir a los detenidos, los presos y los casos de violencia de género, así como las diligencias relativas a los derechos fundamentales.

Entre ellos han sobresalido las reclamaciones en lo Social de sanitarios, pero también de policías y hasta de fiscales, que se han producido en toda España para exigir a las distintas administraciones unas medidas de protección que escasean en todo el mundo. Uno de los últimos en formular el requerimiento fue el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya respecto de los mossos.

Asistencia presencial

Para poder prestar los servicios esenciales resulta imprescindible la asistencia presencial de algunos funcionarios, y ahora todos, independientemente de la comunidad autónoma en la que trabajen, están bajo el control de Justicia, conforme ordenó el Ministerio de Sanidad. Para ello el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, preside la mesa de coordinación que reúne a todas las administraciones y organismos involucrados.

Su reunión del viernes llegó después del rapapolvos que el CGPJ ya había hecho a Andalucía y Canarias por no garantizar el número suficiente de funcionarios a ojos de su respectivo Tribunal Superior de Justicia. La advertencia es lo que provocó el comunicado conjunto de los seis sindicatos mayoritarios en la Administración de Justicia en el que tildan al CGPJ de "despótico" por extralimitarse y obligar a los funcionarios a ir al juzgado, mientras aconseja al juez teletrabajar.

En cambio, todas las asociaciones judiciales se ponían a disposición de Lesmes para colaborar en el plan de actuación en el que ya se trabaja para evitar el colapso del servicio público cuando todo vuelva la normalidad. Justicia, además, se comprometió a que esté en marcha antes de transcurridos 15 días después de que se levante el estado de alarma, centrado en las jurisdicciones más afectadas por la crisis, como son las de lo Social, Contencioso y Mercantil, por los despidos, ertes y concursos que se han producido.